Jardim y Lebrón sufren más de lo previsto en su estreno en Barcelona
Tuvieron que vencer en tres sets a Rubio y Ruíz en el duelo estrella de la jornada matutina de dieciseisavos de final del Master del World Padel Tour en la Ciudad Condal.
31 mayo, 2017 17:05Noticias relacionadas
El segundo episodio de los dieciseisavos de final del Estrella Damm Barcelona Master del World Padel Tour comenzaba bajo un sol de justicia en la pista central del Real Club de Polo de Barcelona, con el encuentro que medía a Gonzalo Rubio y Víctor Ruíz frente a Marcello Jardim y Juan Lebrón. La primera renta del partido la obtenían Ruíz y Rubio, con break en el tercero que les ponía en ventaja.
Pero los jugadores dirigidos por Mariano Amat recuperaron lo perdido en el sexto juego para devolver la paridad al duelo. Cuando el primer set parecía encaminarse al tie break, los jugadores de Severino Iezzi conseguían una nueva rotura que valía el primer set del encuentro 6-4. No encontraban sensaciones positivas Lebrón y Jardim, al contrario sucedía con Rubio y Ruíz, que controlando bien sus globos y con una dosis extra de agresividad en la volea, daban el primer paso rumbo a su objetivo.
En el segundo set, Lebrón y Jardim, con algunos altibajos, fueron capaces de no ceder su saque hasta aprovechar una oportunidad de oro en el undécimo juego. Con saque del sevillano Gonzalo Rubio, un par de golpes por tres, "made in Lebrón" enchufaban a los de Mariano Amat en la recta final de un set que acabaron conquistando por 7-5. En el tercer set, animados por el buen sprint final del segundo, el gaditano y el brasileño mantuvieron un buen volumen de juego para lograr un break en el séptimo juego, que los asomaba al partido y a los octavos. Sufrida victoria definida con un 6-4 en el último set para la dupla hispano brasileña tras más de dos horas de encuentro.
El segundo turno en la pista central traía a escena a Christian Fuster y Francisco Gomes midiéndose a la pareja número 3 del mundo Maxi Sánchez y Matías Díaz. Tras cuatro juegos consumidos, los favoritos sobre el papel, Mati y Maxi, daban su primer zarpazo en forma de break. La solidez de los jugadores entrenados por Severino Iezzi fue el principal argumento para dominar con esa ventaja la primera manga. Con un nuevo break en el noveno juego, los argentinos se imponían en el primer set con un 6-3 después de 33 minutos.
En la segunda manga, Fuster y Gomes trataron de bajar un poco las revoluciones a su juego para minimizar errores y plantar cara de manera más efectiva a una de las mejores parejas del mundo. Pero no iban a bajar su intensidad Mati y Maxi, que volvieron a conseguir un break en el quinto juego del segundo episodio y otro más en el séptimo que dinamitaba las opciones que pudiesen tener sus rivales. Un 6-2 sellaría el billete a octavos para el bonaerense y el puntano.
Borja Yribarren y Juan Manuel Vázquez reeditaban el duelo coruñés vivido en el reciente A Coruña Open frente a Martín Sánchez Piñeiro y José Antonio García Diestro, buscando un puesto en octavos. Se habían cruzado en todos los torneos esta temporada y se notó ese conocimiento meticuloso en la pista. El primer set caería del lado de los jugadores a las órdenes de Marcela Ferrari por 6-4. Con Diestro controlando el tempo y midiendo con acierto sus envíos elevados, era Sánchez Piñeiro quien se encargaba de poner la potencia en los remates.
En el cuarto duelo de la tarde, Uri Botello y Fernando Poggi se veían las caras ante Agustín Gómez Sillingo y Maxi Grabiel. Un genuino duelo al sol, con dos parejas de contrastada experiencia y calidad sobre la pista. Después de más de 49 minutos de durísimo encuentro, ninguno de los binomios lograba imponer su ritmo de partido. Mientras Poggi y Silingo se retaban con potentes remates, el duelo de derechas entre Grabiel y Botello porfiaba por controlar el ritmo de bola y encontrar los ángulos y golpes más dañinos para el rival.
Se necesitó de la muerte súbita para dirimir el vencedor de la primera manga, que terminaría cayendo del lado de Silingo y Grabiel (7-6). Para el segundo episodio del partido, la pareja hispano argentina trató de no acusar el golpe, pero Silingo y Grabiel aguardaron su oportunidad para aprovecharla con un break de diferencia que marcaría la ventaja crucial en el set y el partido. Con un 6-3 y tras más de una hora y 47 minutos de juego, los jugadores dirigidos por Rodrigo Ovide se plantaban en los octavos de final del torneo.