Mary Cain, la promesa del atletismo que acusa a Nike de acabar con su carrera por los abusos físicos
La promesa del atletismo de EEUU ha acusado directamente a Alberto Salazar, uno de los entrenadores estrellas de la marca.
11 noviembre, 2019 23:55Noticias relacionadas
Un nuevo caso de abusos ha revolucionado al mundo del atletismo. Hace tan solo unos días, en Estados Unidos se destapaba un nuevo culebrón con tres protagonistas: la atleta Mary Cain, el entrenador Alberto Salazar y la marca deportiva Nike. Todo ello en un marco de una prometedora carrera arruinada y una denuncia que vuelve a hacer tambalear los cimientos del deporte.
Es habitual que se hable de 'niños prodigios' en diferentes mundos como puede ser el del cine, la música o también el deporte. En este último es donde cabe hablar de Mary Cain, quien a sus 16 años era la gran figura emergente del atletismo, en la modalidad de medio fondo, en Estados Unidos. Siendo tan solo una adolescente comenzó a acumular récords en categoría juvenil que despertaron el interés del por entonces entrenador estrella Alberto Salazar.
Cain aceptó sin pensar la oferta para formar parte del Oregon Project de Nike, ya que como ella misma reveló en The New York Times era la gran oportunidad para conseguir aquello por lo que tanto había trabajado: ser la mejor atleta del mundo. Así pasaría a ser entrenada por Salazar, quien ya había impulsado anteriormente carreras como la de Mo Farah -cuatro veces campeón en los Juegos Olímpicos y seis del mundo en las pruebas de 5000 y 10000 metros-.
Sin embargo, lo que prometía ser un sueño para la atleta se acabó convirtiendo en una pesadilla. Con 23 años, en el 2015, abandonó el famoso centro de entrenamiento de la marca deportiva estadounidense y ahora es cuando ha contado toda la verdad. ¿Por qué en este momento? Hace tan solo unas semanas que Nike decidió echar el cierre al Oregon Project después de hacerse oficial la suspensión de Alberto Salazar por violar la normativa antidopaje.
Abusos físicos y psicológicos
"El equipo masculino de entrenadores estaba convencido de que para que me fuera mejor tenía que estar más delgada, y más delgada, y más delgada", admite Cain, quien además perdió el periodo menstrual durante tres años por este motivo. Su fragilidad era tal que llegó a lesionarse en hasta cinco ocasiones durante este tiempo.
"Me metí porque quería ser la mejor atleta del mundo, pero en vez de eso recibí abusos físicos y psicológicos por un sistema diseñado a destruir el cuerpo de las niña", asegura una Mary Cain que todo esto le llevó a pensar en quitarse la vida: "Me sentía sola, asustada, atrapada. Empecé a tener pensamientos suicidas".
Cain comenzó a cortarse y fue después de una derrota durante una carrera en el año 2015 cuando confesó a su entrenador que se cortaba, mientras que este le instaba a adelgazar aún más. Después de decirle este grave hecho, él le mandó a la cama y fue entonces cuando llegó el punto de inflexión para ella: "Ese fue el golpe en la cabeza que me hizo entender el sistema enfermo en el que estaba metida".
La atleta hizo las maletas y se fue del proyecto sin mirar atrás. "Quería sobrevivir, así que tomé esa triste decisión", afirma. Pero también admite el miedo que tiene a que esto se vuelva a repetir y que Nike abra un nuevo campo de entrenamiento con otro nombre y técnicos al mando: "Se necesitan más mujeres en el poder. Me pregunto qué hubiese sido de mí si hubiese habido una psicóloga, una nutricionista o incluso una entrenadora en el programa".
El desmentido de Salazar
Alberto Salazar no ha tardado en salir públicamente a desmentir las acusaciones de Mary Cain. Sancionado por la USADA para los próximos cuatro años, el exentrenador ha hablado en The Oregonian para dar su versión de los hechos. "El padre de Mary es médico y sus padres estuvieron profundamente involucrados en su entrenamiento y estado de salud durante todo el periodo en el que fue entrenada por mí", ha asegurado.
El que fuera director del Oregon Project de Nike también ha afirmado que contaban con un nutricionista y un psicólogo deportivo, además de apuntar que "ninguno de sus padres ni Mary, plantearon ninguno de los problemas que ahora sugiere la atleta que ocurrieron mientras la entrenaba". "Para ser claros, nunca la animé, o peor aún, la avergoncé delante de otros, a que mantuviera un peso poco saludable", ha sentenciado Salazar.
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