A pesar de tener tan solo 20 años, María Vicente es ya una de las grandes referencias del atletismo español. Sus grandes especialidades son el triple salto y las pruebas combinadas y se ha habituado a romper todos los registros tanto en pentatlón como en heptatlón. La atleta española está llamada a alcanzar cotas muy grandes en el deporte por su talento y por sus fabulosas cualidades físicas y mentales.
Ahora, ha vuelto a pulverizar el récord de España de heptatlón mejorando la marca que ella misma había registrado en 2019 como la mejor de siempre en nuestro país. Sin embargo, nada detiene a esta deportista nacida en Hospitalet de Llobregat, que posee raíces cubanas y que dio sus primeros pasos en la danza antes de bailar sobre el tartán a un ritmo de vértigo.
Atletismo en vena
Los inicios de María Vicente son bastante peculiares ya que están lejos de las pistas, a pesar de que el atletismo siempre ha corrido por sus venas y de que siempre ha estado muy presente en su casa y en su familia. Sin embargo, ella tardó once años en darse cuenta que su vida giraría en torno a una pista. Esto lo descubrió su madre, que era entrenadora y jueza de atletismo y que vive el deporte con una gran pasión y una devoción desmedida.
Sin embargo, María Vicente empezó de una forma muy peculiar, bailando, ya que el atletismo no había llamado su curiosidad todavía. Su madre María José la apuntó a ballet para que la niña disfrutara de la danza y a la vez hiciera una actividad física y artística que requiere calma, concentración, exactitud y mucha disciplina. Quizás por eso, de sus inicios, le quedan a María esa vocación de trabajo y de perfeccionismo y esa belleza y plasticidad a la hora de moverse por la pista, inalcanzable para sus rivales.
María estuvo practicando ballet desde los tres hasta los once años aproximadamente, momento en el que su madre empezó a darse cuenta de una forma considerable que la joven Vicente tenía un talento innato para eso del atletismo. De hecho, veía muchas posibilidades en ellas y decidió introducirla en un mundo en el que ahora es una absoluta referencia y en el que está llamado a alcanzar cotas muy altas.
Una pionera nacional
Desde ese momento, María Vicente comenzó a entrenar y a competir en atletismo intentando identificar por donde podrían ir los tiros de su progresión. Sin embargo, siempre destacaron de ellas sus cualidades físicas y atléticas y su polivalencia para adaptarse a multitud de prueba estando arriba en todas ellas. Su camino parecía ser inevitablemente las pruebas combinadas.
Con muchos años de esfuerzo y sacrificio, María no tardó en llegar a lo más alto y no le hizo falta ni siquiera abandonar las categorías inferiores ni su edad de información para conseguir un hito histórico en el deporte nacional. En el año 2017, Vicente vivió uno de los momentos más grandes de su todavía corta carrera, seguramente el más importante.
Aquel año, en Nairobi, María Vicente se subió al primer puesto del podio de un Campeonato del Mundo de Heptatlón. Lo hacía en la categoría de sub18. Sin embargo, aquella cita ya es historia del deporte español porque nadie, en ninguna categoría, había sido capaz de ganar una medalla en esta disciplina. María no solo consiguió medalla, sino que se colgó del cuello todo un oro de un Campeonato del Mundo. Desde aquel momento, a nadie le quedó duda de que era una absoluta elegida para el atletismo.
De récord en récord
María Vicente es, desde algunos años, una absoluta referencia en el atletismo español. Recientemente ha vuelto a la primera escena tras conseguir el récord de España de heptatlón. Lo curioso es que este récord, que databa del año 2019, estaba en posesión de una persona a la que ella conoce bastante bien. Esa persona se llama, curiosamente, María Vicente, porque el récord ya estaba en su posesión después de su gran temporada de hace dos años. Sin embargo, su voracidad y competitividad extrema le han llevado a superarse a sí misma y a seguir haciendo historia tras un 2020 realmente difícil.
Por esta razón, se podría decir que María va de récord en récord. Su anterior registro estaba en 6.115 puntos y ahora lo ha dejado en nada más y nada menos que 6.304. Solo falta por ver cuanto tarda en volver a batirse a sí misma. Este gran registro lo ha logrado en su primera competición al aire libre de este año en el XXXII Multistars-Trofeo Zernieri Acciai, en Italia, en lo que está siendo su primer año como deportistas sub23 y bajo las órdenes de Ramón Cid, con quien lleva trabajando desde hace más de un año en San Sebastián después de haber permanecido mucho tiempo en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat.
Esta conquista no más que una más dentro del amplio historial de victorias que acumula ya María con solo 20 años. Puede presumir de haber ganado oros en Campeonatos del Mundo y de Europa sub18, en Campeonatos de Europa sub20 y de haber conseguidos oros y platas en los Juegos Olímpicos de la Juventud, todo ello en las pruebas de heptatlón, pentatlón y triple salto, sus grandes especialidades.
Además, gracias a sus múltiples registros en todas las pruebas de las que se compone su disciplina, los 100 metros vallas, salto de altura, peso, 200 metros, salto de longitud, lanzamiento de jabalina y 800 metros, María Vicente acumula ya en su carrera un total de 57 plusmarcas nacionales. Este registro sin duda, más que de una atleta, parece propio de una extraterrestre o de una auténtica devoradora de récords. Por si todo esto fuera poco, dentro de su extensa colección también se pueden encontrar algunas plusmarcas mundiales.
Soñando con los JJOO
A pesar de todas estas conquistas y de estos logros mayúsculos, María Vicente tiene por delante un gran objetivo que cada vez tiene más cerca: poder clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. El hecho de que la pandemia provocara su suspensión, a María le benefició porque unas molestias físicas lastraron su temporada pasada, la cual fue muy complicada a todos los niveles. Sin embargo, ahora se encuentra preparada para afrontar este gran reto.
Con su victoria en Lana donde se ha traído su nuevo récord de España, María Vicente ha sellado la mitad de su billete para las Olimpiadas de Japón de este verano. Gracias a su última exhibición, la atleta española con raíces cubanas está dentro de las plazas que habilitan su participación en la cita olímpica, lo que sería cumplir un gran reto y un gran objetivo a pesar de estar todavía en su primer año de la categoría sub23. Sin embargo, María Vicente es un portento casi imparable.
Además, con sus últimos registros, María ha encendido el radar de todos los expertos del atletismo porque ha superado marcas de grandes leyendas que no habían llegado a su brillantez con sus 20 años. Por ello, la deportista del Club Deportivo Nike Running ya sueña con poder llegar a Tokio y, quién sabe, si luchar por algún metal o algún podio. Parece algo impensable, pero soñar es gratis y la ambición y el talento de María son desbordantes. Por si esto fuera poco, su técnico Ramón Cid, quien mejor conoce su capacidad, da licencia para soñar: "María tiene margen en las siete pruebas, puede mejorar aún más este récord". Pues que así sea.
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