Nuevo 'caso Simone Biles': Calvin Ridley deja la NFL por su salud mental

Los problemas de salud mental de los deportistas han ido ganando visibilidad porque los propios protagonistas deciden dar un paso adelante y contar por lo que están pasando. Un ejercicio de valentía y también de generosidad, puesto que pueden ayudar a otros que estén pasando por lo mismo. Simone Biles se ha convertido en una particular abanderada de esto.

La gimnasta estadounidense decidió alejarse de la competición en plenos Juegos Olímpicos de Tokio. Ella decidió cuidarse y no es la única. Cada vez son más los que hablan sin tapujos de sus demonios y el último en hacerlo ha sido una estrella de la NFL. Calvin Ridley, wide receiver de los Atlanta Falcons, lo ha hecho a través de sus redes sociales.

El que fuese calificado como uno de los mejores receptores de la liga de fútbol americano la pasada temporada ha anunciado que se aleja de la NFL. El motivo no es otro que cuidar su salud mental. "Necesito alejarme del fútbol en este momento y concentrarme en mi bienestar mental", ha afirmado el jugador.

"Estas últimas semanas han sido muy desafiantes y, por mucho que me gustaría estar en el campo compitiendo con mis compañeros, necesito alejarme del futbol americano en este momento y concentrarme en mi bienestar mental. Esto me ayudará a ser la mejor versión de mí mismo ahora y en el futuro", ha escrito Ridley en sus perfiles de las redes sociales.

Una estrella

Calvin Ridley alcanzó la cifra de 1374 yardas de recepción el pasado curso, convirtiéndose así en el quinto jugador más destacado en esta estadística de toda la NFL durante la temporada regular. En lo que va de la presente campaña, a fecha de la Semana 7, el wide receiver de los Falcons acumulaba 31 recepciones para 281 yardas y dos touchdowns en cinco encuentros.

El anuncio de su retirada, por el momento momentánea, llegó cuando los Atlanta Falcons jugaban contra los Carolina Panthers. Él se había quedado fuera del partido por segunda vez esta temporada, precisamente por estos problemas de salud mental que ahora le hacen parar después de cuatro años en la élite del fútbol americano.

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