Joel Álvarez, un fenómeno en la jaula: "Hasta llegar a la UFC no pude dejar de ser portero de discoteca"
EL ESPAÑOL habla con Joel Álvarez, el primer luchador español en alcanzar el top 15 de una de las divisiones de UFC. Suma cuatro victorias seguidas.
5 diciembre, 2021 06:00Noticias relacionadas
Hasta hace no mucho no había hueco para los luchadores españoles en la UFC, la mayor de las ligas de artes marciales mixtas (MMA) del mundo. Ahora hay triple representación y uno de ellos, Joel Álvarez (Gijón, 1993), ya ha alcanzado el top 15 de su divisón, la de peso ligero. Lo consiguió el pasado 16 de noviembre tras haber ganado por KO días antes al brasileño Thiago Moisés.
Empezó a entrenar hace ya diez años, con dieciocho, "por casualidad", como él mismo admite. Con 28 ya está entre los mejores del mundo en la división más difícil de la UFC, en la que están Conor McGregor, Dustin Poirier o el campeón Charles Oliveira y por la que ha pasado Khabib Nurmagomedov. Son 'leones' con los que quiere enfrentarse y la única barrera que lo podría impedir es su próximo rival: Arman Tsarukyan.
En febrero de 2022, la jaula se volverá a cerrar con 'El Fenómeno', así se apoda, dentro. Cuando esto ocurra se transformará, como hace siempre, y será realmente él. Tras un debut 'forzado' en la UFC, sus siguientes cuatro peleas se han contado por victorias y otra más le catapultaría al top 10. Deberá enfrentarse al ruso y también a la báscula, obligado a clavar el peso tras no dar el exacto dos veces consecutivas. De no lograrlo podría ser movido a una división superior, la de peso wélter.
Estaba ante la pelea más importante de su vida y tardó tres minutos en ganarla. Quería colarse entre los mejores del peso ligero y lo ha conseguido. Es su cuarta victoria en cinco combates en UFC...
— DAZN España (@DAZN_ES) November 13, 2021
¿PERO DE QUÉ PASTA ESTÁS HECHO, JOEL ÁLVAREZ? #UFCVegas42 pic.twitter.com/DoWTHsJYvc
EL ESPAÑOL ha hablado con Joel Álvarez nada más oficializarse su siguiente pelea. Cuenta lo duro y desagradecido que es su 'mundo' porque "a la primera de cambios lo puedes perder todo". Los inicios son igual de complicados, tanto que él solo pudo dejar su trabajo como portero de discoteca cuando aterrizó en la UFC. Antes fue encofrador.
Para hacerse hueco en el mundo de las MMA hay dos caminos: ser bueno y conocer a la gente indicada o ser bueno y "terco como una mula". Joel es de los segundos y ahí está cumpliendo su sueño en el 'negocio del dolor'. No se lo recomienda a nadie, pero lo que siente al pisar el octágono no lo siente en ningún otro sitio.
Ni un mes de la victoria contra Thiago Mendes y acabas de anunciar la próxima. ¿Eso es que te viste muy sobrado en la pelea?
Casi que no nos dejaron otra opción. Según salía del médico tras pelear no nos dejaron ir a las siguientes entrevistas y ya nos estaban ofreciendo pelear. Quedó un poco en el aire, pero ya estos días atrás me lo confirmaron. Tampoco nos daban muchas más opciones porque fallamos dos veces con la báscula y la única pelea que podía hacer en 156 era esta. Es como la redención: tienes que ir y pelear y dar el peso para seguir luchando en ligero. Ha sido un poco casi a calzador.
¿Cuál era tu idea para volver a la jaula?
Mi idea era pelear marzo. Así que bueno de febrero a marzo... Lo que quiero es estar mucho más activo porque he estado sin competir más de un año, trece meses, y para un deportista joven e hiperactivo no es nada bueno estar alejado tanto tiempo de la competición.
¿Qué me dices de Arman Tsarukyan? Crees que costará más ganarle, te ves bien...
He demostrado un poco de lo que es Joel Álvarez y se quedará mucho con eso. Así que a ver. Tsarukyan es un gran rival. Pero la verdad es que ahí todos son 'leones' y más del top 15 para arriba.
Asomándote en el top 15 y aspirando al top 10... ¿Da vértigo ver tu propio nombre ahí?
A mí me da igual el número, me da igual la posición, me da igual el equipo... Va a ser otro rival sigamos subiendo o si bajamos. Lo enfoco siempre así porque al final eso no te saca de lo que realmente tú tienes que hacer, que es tu trabajo. Cuando cierran la jaula me da igual la posición, a quien hayas ganado o con quien hayas perdido, que ahí vamos a estar solo.
Miras un poquito para arriba y tienes a McGregor o a Poirier. ¿Hay alguno de esas figuras a la que tengas especial ganas?
Ahora mismo no tengo ningún nombre en mente más que el de Tsarukyan. Es el que tenemos ahí en el punto de mira. Primero vamos a hacer nuestro trabajo. Paso a paso y pelea a pelea. Si ganamos pues ya creo que sí será hora de que suene un nombre más de los que, aparte de estar activos y están arriba en el ranking, son casi leyendas. Habrá que ir a por ellos ya.
¿Cómo era tu vida antes de entrar en el mundo de la MMA?
Empecé con 18 años y antes yo trabajaba en la construcción. Luego pues me pasaba tiempo con los colegas en el barrio y era una vida como de casi todo el mundo, ¿no? Tenía un trabajo, salía los los fin de semana y, bueno, tampoco era algo que me llenase del todo.
¿Por qué decides empezar a entrenar?
Pues empecé por casualidad, más bien. Fue por un colega que vino aquí de vacaciones y él entrenaba en Canarias, donde vivía. Me dijo que si había algún gimnasio por aquí y le encontré el Centro Deportivo Tibet (Gijón). Fui a probar con él para acompañarle y que no fuera solo y me gustó mucho.
Yo antes ya veía con mis amigos vídeos de UFC en YouTube, jugábamos en la Play al UFC 2010 aquel y hacíamos nuestras llaves en casa y tal, pero nunca me llegué a pensar a un gimnasio ni nada. Y con este hombre pues dí el paso, la verdad que me encantó y así he seguido hasta ahora.
¿Y cómo se las apaña uno para vivir de las MMA al principio?
No tienes que pensar en vivir de ello porque no ves una punta económica ni nada. Lo hacía porque me gustaba. Es algo que lo llevas dentro, te gusta pelear, te gusta compartir y lo haces por eso. No puedes hacerlo con vistas de llegar a UFC ni nada de eso.
Yo entrenaba y los fines de semana empecé a trabajar de seguridad, de portero de discoteca, luego también cobraba una pensión de orfandad y daba alguna clase extra de MMA y eso. Así tenía para vivir.
Podías ganar como mucho mil o dos mil euros en una lucha y si peleas una vez cada tres-cuatro meses no te da
¿Eso cuándo cambia?
Fue ya al entrar a la UFC. Antes tampoco podía dejar el curro de portero ni nada. Aunque pelees a nivel profesional y pelees por ahí fuera de España, no te da. Puedes ganarte como mucho mil euros en una pelea o dos mil... Si peleabas una vez cada tres-cuatro meses, obviamente no te daba.
¿Sabes cómo llega tu nombre a la UFC?
El mánager con el que estaba entonces mandaría correos a la UFC, le mandaría mi récord y mis estadísticas. Creo que le llamaron y le dijeron que me tenían en la recámara. Justo coincidió que falló un luchador, me llamaron a mí de reemplazo y me avisaron con tres semanas. Yo estaba descansando porque me había hecho campeón de la anterior promotora en la que estaba y al avisarme con poco tiempo pues empezaron las carreras para ir a pelear ahí.
Fue todo con prisas y tropezado, pero a la UFC no se le puede decir que no.
No se le puede decir que no a la UFC no vaya a ser que no vuelvan a llamar. Tuve que cogerla y prepararla a las carreras y plantarme allí que, claro, no es moco de pavo. Me lo tomé como un aprendizaje. Fue un momento de inflexión en mi carrera deportiva el perder. Saber bien lo que tenía que hacer, saber bien la dirección que tomar. Fue hasta para bien.
Todo el mundo me decía lo que tenía que hacer, todo el mundo me decía lo que... ¡Todo el mundo sabía todo! A la jaula subo suyo. Después de eso se me aclaró un poco la cabeza, hice un poco las cosas mejor y formé bien mi equipo. Aquí están los resultados.
¿Qué momento es el que recuerdas más especial de todos en la UFC?
Me sentí muy bien cuando vencía a Joe Duffy porque fue en plena pandemia y fuimos a la isla de Yas en Abu Dhabi, a la UFC Fight Island. Fue una sensación muy buena, una aventura que moló mucho y la verdad que tengo buen recuerdo.
En el momento en el que cierran la jaula es cuando realmente me siento yo
¿Qué sientes al subir a la jaula antes de un combate?
En el momento en el que cierran la jaula y piso ahí es cuando realmente me siento yo. Es cuando de verdad puedo hacer lo que me gusta. Antes tienes nervios, llegas ahí y te vendas y en el momento en el que pisas la jaula es como 'ya está, ya es el momento'. Como digo yo, sufro la transformación. Ya no soy Joel Álvarez y me convierto en 'El Fenómeno'. Salgo a lucirme, que es lo que me gusta.
¿Y cuando haces un KO como el de Thiago Moisés?
Pues no sé. Me gusta más todavía el momento en el que me están presentando que ese, sinceramente. Ahí es como que lo tienes muy asimilado lo que va a pasar. Tampoco te sorprende porque es lo que has estado haciendo durante tanto tiempo en esa preparación. Tantos asaltos de sparring en los que buscas eso, en los que buscas exactamente eso. No buscas otra cosa que no sea terminar con el rival.
Volviendo a la pelea contra Tsarukyan, ¿cómo suelen ser tus preparaciones?
Siempre depende de la semanas de camp que tengas. Dividimos en tres o cuatro sparrings duros, es decir, al KO. Eso con dos semanas de por medio. Normalmente hay que trabajar más la parte física, que lo hago más miércoles y viernes por la mañana, luego otra parte física más por las tarde y ya lo que es la técnica por las mañanas con mi entrenador y por las tardes la parte de lucha y grappling con mi equipo.
Sin pelear durante más de un año, ¿fue muy diferente aquella etapa?
Como no sabíamos cuándo nos iban a llamar pues fue un año un poco de mierda. Al final, un deportista sufre mucho al intentar estar al cien por cien durante casi todas las semanas. No se lo he contado a nadie, pero esta fue la peor preparación que tuve. Lo fue en cuanto a lesiones y a daños. No hubo semana que no tuviese entrenamientos. Luego pues salimos ahí y entres minutos nos cargamos al tipo, pero la preparación fue una auténtica mierda. Llevábamos tantísimo tiempo que si llamaban, que si no llamaban, hubo que mantener un ritmo alto de entrenamientos y no dejamos de ser humanos.
Y cuando puedes descansar, ¿cómo es tu vida?
Yo siempre sigo entrenando. Nunca paro, pero sí que igual es un entrenamiento diario y no dos, como suelo hacer normalmente. Un entreno diario y livianito, que no me fuerce. Intento no meter potencia. Para mantenerme y no romperme. Luego el día a día es estar con los colegas con los que llevo toda la vida, ver a la familía y poco más. Tampoco se sale de lo que es una vida normal y sencilla.
Con tres españoles de top 15, un evento de UFC en España sería la bomba
España está en un gran momento en las MMA y en la UFC, en especial, con tu presencia, la de Ilia Topuria y la de Juan Espino. ¿Se ha abierto el país a este deporte?
El momento de la UFC en España está más bien cerca. Ilia es de top 15, yo estoy en top 15 y Juan si es verdad que lleva más tiempo inactivo, que en la última pelea le hicieron el robo guarro ese, pero es otro de top 15. 'Cagüendiez', con tres españoles en el top 15, un evento aquí sería la bomba.
¿Crees que podremos ver más pronto que tarde un campeón español?
Yo eso no lo sé. Ojalá que sí. Vamos a seguir luchando por ello, pero como te dije, en mi caso, voy pelea a pelea. Ahí estaremos los tres dando el callo que, de momento, lo estamos haciendo de puta madre. Era algo insoñable y ahí estamos. Hay que seguir trabajando.
Si un chico/a te dice que quiere seguir tu camino, ¿qué consejos le darías?
A todos los que me lo dicen les recomiendo lo mismo, que se pongan a estudiar o que aprendan un oficio. Que no se vuelquen en esto porque es muy jodido. Tiene el nombre del 'negocio del dolor' porque es así. Es una gran mierda y a la primera de cambios lo puedes perder todo. Perder todo por lo que fuiste hasta el final y apostaste por una carta y no tienes más. Es bastante desagradecido.
Por eso yo les digo que aprendan un oficio. Que luego, como siempre digo yo, si el burro toca la flauta... Pero no es algo que se lo recomiende a la gente.
Pero Joel Álvarez vamos a tener para rato...
Sí, sí. Joel Álvarez es terco como una mula -risas-.
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