Alex Txikon ha decidido volver a la carga en su reto más apasionante y difícil. El escalador español está haciendo gala de un valor muy de moda en el deporte nacional en estos momentos: la resiliencia. El alpinista tuvo que decir adiós hace unas semanas a su gran objetivo de subir al Manaslu en pleno invierno debido a las inclemencias meteorológicas. Las continuas nevadas de hasta dos metros de espesor de manera consecutiva hacían casi un suicidio seguir una pelea que estaba perdida desde el inicio.
Sin embargo, para Alex, la advertencia de la climatología no fue más que un motivo para aplazar su reto hasta que el temporal escampase. Por ello, tres semanas más tarde de esa primera retirada, Txikon se ha vuelto a poner al frente de su expedición para intentar de nuevo acometer esa batalla imperial contra la montaña.
De nuevo la resiliencia y la resistencia de esta leyenda de las expediciones y de todo su clan se pone a prueba para afrontar una batalla que no solo luchará contra las inclemencias que están por venir. Otro de los desafíos será hacer frente a las complicaciones que ya tienen ahora mismo después de las intensas nevadas que han dejado destrozado el campo base que ya aseguraron hace casi un mes. Toca volver a empezar, con menos fuerzas y tiempo 'perdido', pero con ilusión y ambición por ver la luz del sol tras hollar un coloso como el Manaslu.
Regreso al campo base
De momento, Alex Txikon y todo su clan ya están de regreso al campo base de la montaña nepalí. El objetivo es claro, volver a iniciar un proyecto que casi tumban las nevadas y las avalanchas sufridas en el pasado. La octava cumbre más poderosa del planeta, con sus 8.163 metros de altitud, espera tras tres semanas de ausencia.
Fue el pasado 9 de enero cuando tras ver la situación de caos que reinaba en la montaña, decidieron hacer un parón. Retrocedieron hasta la localidad nepalí de Samagaun y ahí han permanecido mientras las nevadas iban remitiendo.
El plan ahora pasa por volver a apuntalar y restablecer el campo base que ha sido destrozado por las inclemencias de la climatología. Txikon y todo su equipo, liderado por Iñaki Álvarez y Eneko Garamendi, regresan a la pelea contra un Manaslu embravecido que no está dando ninguna facilidad en un invierno temible.
Los siguientes avances de los montañeros españoles pasan por volver a acondicionar y asegurar el campo base e ir haciendo pequeños adelantos en la comprobación de la zona. Después de las dificultades vividas se antoja indispensable hacer pequeñas excursiones para certificar que el área vuelve a ser seguro después de que las nevadas hayan ido remitiendo de manera intermitente en los últimos días. Para el equipo liderado por el alpinista vizcaíno vienen días claves en su aventura.
Mantener los objetivos claros
Alex Txikon y toda su cuadrilla retoman el plan de intentar llegar a la cima de Manaslu en pleno invierno con las dificultades que eso conlleva. Son conscientes del riesgo que corren, pero también tienen claro que lo primero es su vida y la integridad de todas las personas que están formando parte de la expedición. Por ello, y aunque en el amor a la montaña está el motor de sus logros, no pierden la perspectiva de dónde está el límite de la supervivencia.
"Hay mucha nieve, pero parece que el tiempo nos ha dado un respiro y que la nieve puede comenzar a asentarse. Es lo que necesitamos. Que todo lo que ha caído se estabilice y nos permita ir ganando altura poco a poco". Ahí está el reto ahora, en confiar en que poco a poco la nieve caída se compacte para edificar desde esa posición una nueva estrategia de estacionamiento y después de escalada hacia la cima de la octava montaña más alta del mundo y una de las más peligrosas.
"Lo más importante es la seguridad del grupo. En eso somos inflexibles y no vamos a correr riesgos. Hemos venido a subir el Manaslu en invierno, un objetivo ambicioso y con riesgos, pero la seguridad es fundamental. Lo más importante es volver a casa sanos y salvos. En eso no hay peros que valgan".
Así de inflexible se mostraba Alex Txikon en su última comunicación antes de emprender el viaje de vuelta hacia el campo base después de haber pasado una breve estancia en Samagaun, donde ha podido elaborar un nuevo plan para saber cómo acometer de manera segura y certera su valiente reto.
Esta segunda intentona, la que esperan que sea la definitiva, arranca con el sentimiento claro de que han acertado en su anterior planteamiento. Hollar la cima de una montaña de este tipo y en estas condiciones es un reto solo para los mayores expertos y ellos han demostrado que no fallaron al decidir aplazar su viaje.
"Si hubiésemos permanecido aquí hubiéramos corrido un serio peligro. Tener un buen campamento es una de las claves del éxito y en ello emplearemos nuestras fuerzas en estos próximos días. Estamos con muchas ganas. Ahora solo falta que el tiempo nos acompañe y nos dé una tregua de varios días". Eso es lo que piden Alex y su gente. Unos días de calma para poder establecer un nuevo campo base seguro antes de afrontar el reto más ambicioso que tendrán en este 2022 y para el que llevan meses preparándose.
[Más información: La odisea de Alex Txikon en el Manaslu: nevadas de metro y medio antes de una ascensión histórica]