El espectáculo de la UFC va más allá de una pelea: Topuria y Volkanovski, un máster de marketing

¿Por qué la UFC se ha vuelto tan popular en la última década? Principalmente por dos factores: la espectacularidad de sus peleas dentro de la jaula y su capacidad de creación de personajes que llaman la atención. Ilia Topuria, el primer español que puede ser campeón mundial, une lo mejor de estos mundos.

Durante toda la semana se han realizado numerosos actos en Anaheim (California) referidos al UFC 298 que albergará el Honda Center. El evento principal del evento será la pelea por el cinturón del peso pluma entre el campeón Alexander Volkanovski y el aspirante Ilia Topuria (06:00 horas, Eurosport). Ambos peleadores son la atracción principal.

El argumento de la pelea es de por sí sólido. Por un lado Volka, leyenda de las artes marciales mixtas y campeón del peso pluma de la UFC por más de 1.500 días consecutivos. Por el otro Ilia, 'El Matador', con un invicto de 14-0 dentro del octógono y un estilo tan completo que le acerca a ser la máquina perfecta de las MMA.

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Este miércoles, en el media day del UFC 298, Volkanovski retrató el alcance que está teniendo la pelea: "Estoy agradecido con Topuria. Él ha estado vendiendo muy bien la pelea. Estoy seguro de que es consciente de que ha hablado mucho y ha hecho el trabajo necesario para ganar. Gracias a cómo se lo ha tomado no he necesitado implicarme demasiado. El combate se ha vendido sin esfuerzo".

Ilia lleva meses para convertir la mayor contienda de su carrera hasta la fecha en la pelea del año. Todo empezó tras la última defensa exitosa de Volkanovski, ante Yair Rodríguez, en julio de 2023. Al bajarse de la jaula se cruzó con Topuria, que se aseguró de que las cámaras captaran el momento. "Soy el siguiente", dijo en referencia a una pelea por el título. El suflé no ha parado de inflarse desde entonces.

15 rosas y un abuelo

En noviembre se anunció por fin la pelea e Ilia reaccionó con un vídeo bien producido en el que aparecía con una rosa. Era 'la decimoquinta rosa', habiendo guardado antes una por cada rival que había vencido en el octógono. A partir de ahí se ha ido construyendo un relato que ha atrapado a los fans de la UFC.

Volkanovski también ha hecho lo suyo. El australiano, a sus 35 años y tras una dura derrota por KO ante Islam Makhachev en octubre, ha tenido que escuchar que su final en las MMA está cerca. Eso lo ha teatralizado apareciendo varias veces disfrazado de señor mayor, la última de ellas esta misma semana en su primer cara a cara con Topuria.

Los pasos de McGregor

El impacto de Ilia Topuria ha recordado a muchos al que generó el rostro más conocido en la historia de la UFC -y las MMA en general-: el irlandés Conor McGregor. El peleador hispano-georgiano siempre ha ido sobrado de confianza, lo cual para algunos ha sido visto como signos de arrogancia y prepotencia. Lo mismo se dijo siempre de The Notorious, que abrazó el papel de 'villano' en muchas de sus contiendas.

Hay ciertos paralelismos entre la imagen que proyectaba McGregor en sus primeros días y la de Ilia actualmente. Este jueves, en su cara a cara con Volka, quedó comprobado cuando Topuria, en un momento del acto, se levantó de su asiento y 'robó' el cinturón del campeón para alzarlo ante la gente. Exactamente lo mismo que hizo McGregor en la previa de su pelea por el título del peso pluma en 2015, cuando el campeón era el brasileño José Aldo.

El respeto tras bambalinas

Pero si algo tiene Topuria que McGregor no, sin entrar en comparaciones luchísticas, es que sabe bien cuándo apartar el 'personaje'. Porque Ilia no está haciendo más que cumplir su sueño y siempre ha estado dispuesto a finalizar a quien se cruce en su camino. Esta vez le toca a Volkanovski: "Lo veo y al mismo tiempo es un poco difícil pelear con alguien que es tan buena persona [...] Pero él está en mi camino. Somos dos profesionales y espero que lo entienda", decía el peleador afincado en Alicante este viernes a los medios españoles desplazados a Anaheim.

Y no tiene problema en decírselo a Volka a la cara. Esto fue lo que pasó el jueves, precisamente tras la 'escena' con el cinturón: "Te respeto como persona. Te respeto como profesional. Sólo estoy peleando por mis sueños", reconoció Ilia al australiano durante su careo.

Topuria y Volkanovski tendrán una guerra el uno contra el otro este sábado, pero han demostrado saber diferenciar la parte del negocio-espectáculo y la del propio deporte. No dejan de ser atletas, luchando por los mismos objetivos y que conocen mejor que nadie el trabajo y sacrificio hecho por el otro para llegar hasta aquí.

Esa sintonía se escenificó también la primera vez que se cruzaron a principios de la semana. Fue cuando Topuria terminaba una sesión fotográfica para la UFC, con el cinturón de Volka para tener preparado material en caso de coronarse un nuevo campeón. Por unos segundos se cambiaron los papeles, con Ilia portando el título, y tras cruzar vaciles se dieron un deportivo saludo que se ganó a la gente.

Así ha sido la construcción de la pelea del año, mientras que la figura de Ilia Topuria, de 27 años, crece como la espuma a nivel mundial. En España, su aura es ya casi como la de otras leyendas de nuestro deporte. Si gana el cinturón de la UFC, será para este deporte en el país lo que han sido Rafa Nadal en el tenis, Fernando Alonso en la Fórmula 1 o Pau Gasol en el baloncesto.

No es extraño, por tanto, que muchos rostros del deporte y el entretenimiento español se reunieran para grabarle un emotivo vídeo deseándole suerte. "Hace 15 años llegué a este gran país junto a mi familia con la visión y determinación de cambiar nuestra suerte y el sábado os devolveré todo este cariño que me habéis dado con un título histórico", reaccionó Ilia al compartir el vídeo dedicado por tantos rostros conocidos.

Este sábado, la historia de las MMA en España puede cambiar para siempre. 'El Matador' afronta la pelea de sus sueños, aquella que ya proyectaba en una entrevista para EL ESPAÑOL en enero de 2022. Un día para obtener la gloria y caminar hacia nuevos frentes, como luchar en el Santiago Bernabéu, con el título en su cintura.