Las 10 historias humanas y de superación que emocionaron al mundo en los Juegos Paralímpicos

Son los Juegos de los récords. París ha sido testigo de como los deportistas paralímpicos han recibido el testigo, en forma de mascota y emblema, de los atletas olímpicos. Por primera vez, ambas disciplinas lo comparten. Pero han sido los Juegos de los récords. De las 168 delegaciones, nunca antes habían participado tantas, y de las 1.983 mujeres, un 45% del total. Hito sin precedentes.

París volvió a resplandecer con la luz del deporte, encendida en cada deportista paralímpico. Cada uno con su historia de vida, cambiada de guion en un segundo. Lo que dura un parpadeo o el batir de las alas de una mariposa. En un segundo también puede tambalear una vida. 

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Loida Zabala

El estadio de la Porte de La Chapelle fue testigo de un acontecimiento insólito. En el centro del recinto, Loida Zabala levantaba peso, todo el que podía en la final, ante las miradas de reconocimiento de la grada. Loida se acercó, en silla de ruedas, a la zona de pesas. Se subió e hizo historia. Su registro, no le dio pelear por el podio, pero ya había conseguido la victoria. 

Competir en París ya fue un triunfo para ella. Once meses separan su actuación en París con el día más duro de su vida. Le diagnosticaron un cáncer de pulmón que se había extendido al cerebro, hígado y riñón. Inició entonces las sesiones de radioterapia y radiocirugía, aunque ella ya tiene asumido que su vida se apaga. "No sé si mi cáncer me dejará vivir hasta Los Ángeles 2028", ha detallado.

Loida Zabala, durante la final de halterofilia de los Juegos Paralímpicos de París 2024. REUTERS.

Cuando era niña de apenas 11 años recibió el primer gran revés de su vida. Fue víctima de una mielitis transversa que le acarreó graves problemas en sus piernas. Nunca más volvió a caminar. Un mes antes de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 Loida vivió el segundo episodio negro de su vida. Sufrió malos tratos por la que entonces era su pareja que le lesionó del brazo y estuvo muy cerca de privarle acudir a la cita paralímpica. Ahora su esperanza es competir en Los Ángeles 2028.

Adi Iglesias

Adiaratou Iglesias, atleta paralímpica de origen maliense y nacionalidad española, ha sido otra de las figuras destacadas en los Juegos Paralímpicos de París 2024. Nació en Bamako, Mali, en 1999, y desde pequeña mostró una gran velocidad, inspirada por su madre, que la cronometraba en sus actividades diarias.

A pesar de su amor por el deporte, ser albina y vivir en Mali complicaba su sueño de ser atleta profesional, en un contexto donde los albinos son a menudo víctimas de supersticiones. Por ello, a los 11 años, sus padres decidieron enviarla a España para protegerla.

Adiaratou Iglesias, durante la prueba de 100 metros en los Juegos Paralímpicos de París REUTERS

Sin embargo, al llegar a España, Adi enfrentó nuevas dificultades. Vivió en un hogar problemático con su hermanastro, quien la maltrató. Finalmente, fue acogida en un centro de menores hasta que María Lina Iglesias la adoptó, lo que cambió su vida. Desde entonces, su carrera deportiva tomó forma. A pesar de su discapacidad visual, que limita su visión al 10%, Adi se convirtió en campeona paralímpica en Tokio 2020, obteniendo medallas de oro y bronce.

En los últimos años, Adi ha seguido destacándose en el atletismo, logrando ser campeona mundial en los 200 metros y subcampeona en los 100 metros en el Mundial de Atletismo Paralímpico de París en 2023. A sus 25 años, afrontaba los Juegos de París 2024 con grandes expectativas y rozó los metales tanto en la prueba de 400 metros (4ª en la categoría T13) como en los 100 metros (5ª en la categoría T13).

José Arnulfo Castorena

Se trata de uno de los destacados nadadores paralímpicos mexicanos que ha superado múltiples adversidades desde su nacimiento. Su madre murió en el parto y su padre lo abandonó, dejándolo al cuidado de su abuela materna.

Nacido con malformaciones en las piernas y un brazo, Arnulfo fue llevado a un programa de rehabilitación en la Ciudad de México, donde una monja descubrió su talento para la natación.

A los 12 años, regresó a Guadalajara tras la muerte de su abuela, enfrentándose a la pobreza, la violencia y las drogas. A pesar de ello, continuó entrenando en fuentes públicas, incluso salvando a un niño de ahogarse. Su perseverancia lo llevó a un programa de alto rendimiento a los 18 años.

Arnuflo Castorena, tras ganar el oro en los 50 metros braza. REUTERS

Su primera medalla paralímpica fue un oro en Sídney 2000, en los 50 metros braza SB2. Desde entonces, ha ganado medallas en Atenas 2004, Londres 2012, Tokio 2020 y más recientemente en París 2024, donde defendió su título olímpico. A sus 46 años, Arnulfo ha acumulado siete medallas paralímpicas y sigue apuntando a más éxitos, con la mira puesta en los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028.

En la actualidad, Arnulfo está casado con María Concepción Martínez Ibarra, quien es su auxiliar técnica. Juntos celebraron su victoria en París 2024, y él sigue motivado para continuar su carrera deportiva con la ambición de alcanzar más triunfos.

Oksana Masters

Nacida en Ucrania en 1989, fue una de las muchas personas afectadas por la radiación de Chernóbil. Nació con severas malformaciones: seis dedos en cada pie, ausencia de tibias y solo un riñón. Sus padres biológicos la abandonaron al nacer, y pasó siete años en un orfanato donde sufrió torturas.

En 1996, fue adoptada por Gay Masters, una logopeda estadounidense, quien la llevó a Estados Unidos. Oksana enfrentó múltiples cirugías, incluida la amputación de ambas piernas, y lidió con traumas vinculados a su difícil infancia.

Oksana Masters celebra una victoria en handbike con la bandera de Estados Unidos. Reuters

El deporte fue su salvación, encontrando en el remo una nueva sensación de libertad. En 2012, ganó una medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Londres. Buscando nuevos retos, se destacó en el esquí y el biatlón, consiguiendo medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de Invierno de 2018 y 2022. 

Una lesión de espalda en 2014 la llevó a explorar el ciclismo, donde también brilló, ganando dos oros en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 en las pruebas de ruta y contrarreloj. En los Juegos de París 2024, repitió la hazaña, obteniendo dos medallas de oro.

A lo largo de su carrera, Oksana ha superado enormes desafíos físicos y emocionales, convirtiéndose en una estrella del deporte paralímpico. El deporte no solo le ayudó a sanar, sino que también le permitió descubrir la fuerza de su cuerpo, algo que describe como un poder que nunca debe subestimarse.

Fadi Aldeeb

A sus 39 años, fue el único representante de Gaza en los Juegos Paralímpicos de París 2024, compitiendo en lanzamiento de peso F55, donde terminó décimo. Más allá de su desempeño, Aldeeb expresó que su objetivo principal es dar voz al sufrimiento de su pueblo, representando a los 11 millones de palestinos dentro y fuera de su tierra.

Aldeeb es un sobreviviente del conflicto palestino-israelí. En 2001, durante la Segunda Intifada, recibió un disparo en la espalda por un francotirador israelí, quedando paralizado. Desde entonces, ha convertido su dolor en determinación, usando el deporte como medio para representar a su pueblo y honrar a los más de 40.000 muertos y 100.000 heridos en Gaza.

Fadi Aldeeb, abanderado del equipo palestino en los JJPP Reuters

A lo largo de su carrera, ha competido en diversas disciplinas, como tenis de mesa, baloncesto y atletismo, destacándose en lanzamiento de peso, jabalina y disco, obteniendo medallas en competiciones internacionales, incluyendo las Reuniones Internacionales de Atletismo para Discapacitados en Túnez.

El conflicto en Palestina ha devastado el deporte, cobrando la vida de más de 340 atletas y destruyendo 58 instalaciones deportivas. Entre las víctimas están figuras destacadas como Majed Abu Maraheel, primer representante olímpico palestino, y jóvenes promesas como Yasmin Sharaf, karateca de seis años.

Aldeeb compite con la esperanza de ser la voz de un pueblo que sigue luchando por su identidad y derechos, enfrentando la pérdida de seres queridos y la destrucción de sus sueños deportivos.

Valentina Petrillo

Esta velocista italiana de 51 años, se convirtió en la primera mujer transgénero en competir en los Juegos Paralímpicos durante París 2024, aunque quedó eliminada en las semifinales de los 400 metros T12.

Nacida en Nápoles en 1973, comenzó su transición en 2019 y cumplió con las regulaciones del Comité Paralímpico Internacional para competir en la categoría femenina. Petrillo, ingeniera informática y exjugadora de fútbol sala, encontró en el atletismo una vía para superar sus desafíos personales y expresar su verdadera identidad.

Valentina Petrillo, durante las series de 400 metros T2 femenino en los Juegos Paralímpicos de París. REUTERS

A lo largo de su vida, Valentina enfrentó la dificultad de identificarse como mujer en un entorno conflictivo y en un cuerpo asignado como masculino. Sin embargo, su pasión por el deporte la llevó a seguir persiguiendo su sueño de competir en unos Juegos, inspirado por el corredor Pietro Mennea.

A pesar de las críticas y el debate social sobre la participación de personas transgénero en el deporte, Petrillo sigue luchando por los derechos y la visibilidad de las personas trans y discapacitadas, destacando la importancia de la libertad de expresión.

París tiene un significado especial para Valentina, ya que fue donde fue diagnosticada con la enfermedad de Stargardt, una condición que le causa pérdida progresiva de la visión. También ganó medallas en el Mundial de 2023. En París 2024, su participación no solo fue un logro personal, sino que la consolidó como una figura inspiradora para la comunidad LGTBIQ+ y las personas con discapacidades, quienes la ven como un símbolo de lucha por la libertad y la autoaceptación.

Sheetal Devi

La arquera india de 17 años ha sorprendido al mundo en los Juegos Paralímpicos de París 2024 al ganar la medalla de bronce en la categoría mixta junto a Rakesh Kumar. Nacida sin brazos debido a un trastorno congénito llamado focomelia, Devi ha aprendido a usar sus piernas para realizar tareas que otros hacen con las manos. Es la única mujer en el tiro con arco que compite utilizando los pies y una de los cuatro arqueros sin brazos en esta disciplina.

Su técnica es asombrosa: sujeta el arco con la pierna derecha, lo estira con el hombro y suelta la flecha con la mandíbula. Este método único la ha llevado a destacar a nivel mundial. Con solo 15 años, ya había ganado dos medallas de oro y una de plata en los Juegos Paralímpicos Asiáticos de 2022.

La tiradora Sheetal Devi celebra una buena acción con un compañero. Redes Sociales

En París 2024, a pesar de no obtener una medalla en la categoría individual, donde la china Wu Chunyan se llevó el oro, Devi dejó una impresión duradera con su habilidad y perseverancia. Un video de ella compitiendo se volvió viral, alcanzando 60 millones de reproducciones y atrayendo la atención de figuras deportivas como el futbolista del Barcelona Jules Koundé.

Formada a través de un evento juvenil organizado por el Ejército de la India en 2021, Sheetal Devi ha demostrado una increíble resiliencia y destreza en el tiro con arco, convirtiéndose en una fuente de inspiración para personas de todo el mundo. A su corta edad, ha demostrado que las limitaciones físicas no son un impedimento para alcanzar la grandeza, y su historia continúa inspirando a millones.

Ali Truwit

Esta nadadora y exalumna de la Universidad de Yale sufrió un ataque de tiburón en mayo de 2023 mientras hacía snorkel en las islas Turcas y Caicos, lo que le costó la amputación de su pierna izquierda.

Truwit, quien recuerda el ataque con claridad, nadó 70 metros de regreso al barco con ayuda de su amiga Sophie Pilkinton, quien le salvó la vida al hacerle un torniquete. A pesar del trauma y del miedo al agua, Ali regresó a la natación competitiva tres meses después del ataque y, diez meses después, se clasificó para los Juegos Paralímpicos.

La nadadora Ali Truwit en la piscina de La Defense. Reuters

La pasión por el agua de Ali comenzó desde la infancia, inspirada por su madre, capitana del equipo de natación de Yale en 1991. Tras el ataque, la nadadora paralímpica Jessica Long, una leyenda con 29 medallas, se convirtió en su mentora, brindándole apoyo y ayudándola a aceptar su prótesis.

Truwit volvió a competir, superando los recuerdos traumáticos, y ahora debuta en los Juegos Paralímpicos de París 2024 en los 100 metros libre, con próximas competiciones en los 400 metros y los 100 metros espalda.

Su entrenador, James Barone, recordó cómo Ali bromeaba sobre el ataque: "¿Recuerdas todos esos años en los que intentabas que pateara con los pies? Pues nadé 70 metros hasta un barco sin pie". Truwit ha enfrentado el desafío de regresar a su primer amor, el agua, demostrando una increíble resiliencia y determinación. Hoy, tras un difícil camino de recuperación, Ali cumple su sueño de representar a Estados Unidos en los Juegos Paralímpicos.

Zakia Khudadadi 

Esta atleta afgana hizo historia en los Juegos Paralímpicos de París 2024 al ganar la medalla de bronce en para-taekwondo, convirtiéndose en la primera integrante del Equipo Paralímpico de Atletas Refugiados en lograr una medalla. Zakia, que huyó de su país antes de los Juegos de Tokio 2020, derrotó a la turca Nurcihan Ekinci para asegurar el bronce en la categoría K44-47kg.

Khudadadi, campeona europea en 2023, fue aclamada por el público del Grand Palais y dedicó su medalla a todos los refugiados del mundo. Tras una impresionante trayectoria, donde venció en su primer combate y aseguró su lugar en el podio, se ha consolidado como una figura inspiradora para millones de desplazados forzados.

Afectada de polio, compite sin parte del brazo izquierdo. Para evitar que la acosaran, desde los siete hasta los quince años solía cubrirse la mano con un pañuelo grande para ocultar su discapacidad, algo que la llevó a pensar en el suicidio.

Khudadadi celebra la medalla de bronce, París 2024. Europa Press

Además de su éxito deportivo, Zakia es una defensora de los derechos de la mujer, y ha expresado su deseo de motivar a niñas y mujeres a perseguir sus sueños en el deporte. Con una fluidez en francés y un fuerte sentido de pertenencia en París, afirmó que su victoria es solo el comienzo, con la mira puesta en los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028, donde aspira ganar el oro.

El logro de Khudadadi representa no solo un triunfo personal, sino también un avance significativo para el Equipo Paralímpico de Atletas Refugiados, que sigue los pasos del éxito del Equipo Olímpico de Refugiados. Estos atletas, que representan a 120 millones de personas desplazadas, han demostrado su fortaleza y determinación en el escenario deportivo internacional.

Zakia Khudadadi se ha convertido en un símbolo de esperanza y superación, demostrando que, a pesar de las adversidades, es posible alcanzar los más altos niveles de éxito en el deporte y en la vida.

Mykhailo Serbin

Este nadador ucraniano con discapacidad visual, decidió quedarse en Járkov, su ciudad natal, para entrenar a pesar de la invasión rusa y los bombardeos constantes. A sus 18 años, Serbin, campeón paralímpico y mundial en los 100 metros espalda S11, optó por resistir y prepararse para los Juegos Paralímpicos de París 2024 en medio del conflicto bélico, con el apoyo de su entrenador y su familia.

A pesar de las dificultades, como interrumpir entrenamientos para refugiarse de los bombardeos, Serbin nunca se arrepintió de su decisión de quedarse en Ucrania, declarando que "estar en casa siempre es lo mejor". Esta determinación refleja el espíritu de lucha de los atletas ucranianos, quienes, a pesar de la guerra, siguen compitiendo y entrenando. 

Mykhailo Serbin, celebra su medalla en los JJPP de París 2024 Reuters

Serbin ya había logrado el oro en los 100 metros espalda y la plata en los 200 metros libres en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, pero su preparación para París 2024 ha sido particularmente desafiante debido a la guerra. Mientras otros atletas ucranianos optaron por huir del conflicto, Serbin decidió quedarse y continuar su entrenamiento en una ciudad devastada por la guerra.

Para los ucranianos, Serbin es un héroe, y su participación en París 2024 es un recordatorio de que, aunque los Juegos Paralímpicos celebran el espíritu deportivo, no pueden detener las guerras más devastadoras. Serbin demostró una inmensa valentía y determinación, destacando no solo como un gran atleta, sino también como un símbolo de resistencia para su país. Su oro en los 100 metros espalda (categoría S11) son un colofón a su historia de superación.