El debate sobre las atletas Trans en los Juegos Olímpicos

El debate sobre las atletas Trans en los Juegos Olímpicos Diseño: Deportes EE

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El discurso de Trump contra las deportistas trans se cuela en las elecciones al COI con muchos apoyos a favor de la prohibición

Las elecciones al Comité Olímpico Internacional se acercan con un debate sobre inclusión y equidad en el deporte femenino que divide a todos.

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La pugna por dirigir el Comité Olímpico Internacional está marcando un punto de inflexión en el debate en torno a la participación de las mujeres trans en las competiciones deportivas de alto nivel.

Siete candidatos pretenden tomar las riendas de la entidad que, desde la presidencia de Thomas Bach, ha buscado potenciar la neutralidad, la independencia y la integridad de los Juegos.

El próximo 20 de marzo, en Grecia, se elegirá a la persona que sucederá a Bach y, según parece, la discusión sobre la elegibilidad de las atletas trans será uno de los asuntos clave que definan la futura hoja de ruta.

A lo largo de los últimos meses, la postura adoptada por Donald Trump —tras su retorno a la Casa Blanca—, prohibiendo a las deportistas trans competir en categorías femeninas de escuelas y universidades de Estados Unidos, ha intensificado la controversia.

La orden ejecutiva firmada en Washington para "mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos" fue acompañada de la advertencia de que cualquier institución educativa que incumpla esta directriz podría perder financiación federal.

Donald Trump firmando la ley que impedirá a las atletas trans participar en competiciones femeninas

Donald Trump firmando la ley que impedirá a las atletas trans participar en competiciones femeninas Reuters

Además, el propio Trump ordenó a las autoridades deportivas presionar al COI para que adopte un sistema análogo que fije la participación en función del sexo biológico, sin considerar la identidad de género ni la reducción de testosterona.

Dicho contexto se ha filtrado en la campaña electoral del Comité Olímpico Internacional y ha dado lugar a un intenso debate que divide al Movimiento Olímpico. Varios de los candidatos, cada uno con trayectorias dispares y proyectos con distintos matices, han expuesto su punto de vista en relación con un asunto que podría repercutir de forma directa en el futuro de los Juegos.

Visiones personales y planes estratégicos

Los siete candidatos buscan dar continuidad a la labor de Thomas Bach a la vez que aportan matices propios. Entre ellos destacan la promoción del deporte en nuevas generaciones, el refuerzo de la neutralidad política y la lucha contra el dopaje.

Pero las diferencias afloran cuando se trata de concretar qué enfoque dar a la participación de mujeres trans en pruebas femeninas.

Juan Antonio Samaranch (España)

Actual vicepresidente del COI, el español defiende "la vitalidad" del Movimiento Olímpico. Considera fundamental mantener la relevancia de los Juegos, "modernizar los deportes olímpicos" y ofrecer más accesibilidad en cada edición. Expone la necesidad de empoderar a los miembros del COI y de fomentar un sistema de decisión más participativo.

Respecto al debate sobre la categoría femenina, Samaranch afirma que el COI tiene la responsabilidad de proteger el deporte de las mujeres y "adoptar una política que mantenga distinciones inequívocas entre categorías masculina y femenina".

Juan Antonio Samaranch, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional

Juan Antonio Samaranch, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional EFE

Sebastian Coe (Reino Unido)

Presidente de la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics) y uno de los máximos favoritos según la mayoría de análisis, insiste en la idea de "implicar a las generaciones futuras" como mayor reto para el deporte olímpico.

Llamó la atención su alusión directa a la política que él mismo impulsó en el atletismo, con la que se introdujo un test genético y unas normas estrictas para regular la participación de atletas con diferencias en el desarrollo sexual.

Coe ha sido tajante: de ganar, estudiará la prohibición total de la participación de mujeres trans en los Juegos Olímpicos para "proteger la categoría femenina". Es una postura alineada con las medidas implementadas en su actual federación y con el discurso de Donald Trump, quien insiste en delimitar la competición según el sexo biológico. Coe llega a reconocer que, "si se crea un vacío en torno a esto, se terminan produciendo situaciones como las vistas en París".

David Lappartient (Francia)

Presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y del Comité Olímpico Nacional Francés, Lappartient propone expandir los Juegos Olímpicos a regiones como África, argumentando que el Movimiento Olímpico debe ser verdaderamente global.

Sobre la cuestión trans, mantiene una actitud más moderada: pide un proceso basado en evidencia científica y en el respeto a los derechos humanos, a la vez que sostiene la necesidad de salvaguardar la equidad deportiva y escuchar a las deportistas femeninas.

Feisal al Hussein (Jordania)

Príncipe de Jordania, conduce el Comité Olímpico de su país y ha abogado por aprovechar el potencial de las naciones con menos recursos, con ejemplos concretos de refugiados que encuentran esperanza a través del deporte.

En cuanto a la polémica, insiste en la importancia de tolerancia cero frente al abuso y respalda la idea de que el COI debería "reforzar" la protección de la categoría femenina, si bien cree en la relevancia de abordar el tema con prudencia y sin perjudicar la unidad del Movimiento Olímpico.

Príncipe Feisal Al Hussein, candidato a presidir el COI

Príncipe Feisal Al Hussein, candidato a presidir el COI Reuters

Johan Eliasch (Suecia-Reino Unido)

Presidente de la Federación Internacional de Esquí y Snowboard (FIS), cree que la elección no debe convertirse en "un concurso de popularidad" sino en un análisis profundo de cada política.

En relación con las deportistas trans, demanda la implantación de un criterio unificado en todos los deportes y advierte de que "lo que está en juego es la integridad e incluso la viabilidad del deporte femenino".

Kirsty Coventry (Zimbabue)

Única mujer en la contienda, fue campeona olímpica de natación y parte de la Comisión de Atletas del COI. Subraya la necesidad de escuchar a los deportistas antes de que lleguen a la élite y de dar a las jóvenes promesas el soporte institucional adecuado.

Coventry evita discursos maximalistas sobre la participación de las atletas trans, aunque apoya la creación de un marco homogéneo que prime la certeza científica y salvaguarde la salud de todas las partes implicadas.

Morinori Watanabe (Japón)

Presidente de la Federación Internacional de Gimnasia, apuesta por ideas revolucionarias como la de celebrar los Juegos en cinco continentes de manera simultánea, fomentando así la difusión planetaria del espíritu olímpico.

Con respecto a la controversia en torno a las participantes trans, el japonés subraya que sus "propuestas innovadoras" podrían ser útiles también para armonizar los criterios de elegibilidad sin quebrantar la esencia inclusiva del movimiento.

El debate sobre las atletas trans

El asunto de la participación de las mujeres trans ha cobrado una enorme relevancia después de los últimos Juegos Olímpicos de París 2024, donde hubo polémicas acerca de la elegibilidad de algunas boxeadoras en la categoría femenina.

Para muchas federaciones, la complejidad radica en equilibrar dos realidades: por un lado, la inclusión y el respeto a los derechos humanos; por otro, la equidad y la protección de las atletas cisgénero.

Un estudio reciente, financiado por el COI y publicado en la revista British Journal of Sport Medicine, concluyó que la mayoría de las prohibiciones aplicadas no se basan en investigaciones deportivas específicas y advirtió sobre las dificultades de medir con exactitud las ventajas que puedan derivarse de la fisiología de las deportistas trans.

Dicha investigación es la primera en trabajar con mediciones de rendimiento en laboratorio para atletas trans y podría sentar un importante precedente científico. Pese a esa evidencia, el ejecutivo de Donald Trump ha presionado para que, tanto en Estados Unidos como a escala internacional, se adopten prohibiciones totales que limiten la participación de personas trans en categorías femeninas.

De hecho, la orden ejecutiva firmada por Trump estipula retirar financiación federal a centros educativos que no cumplan esta normativa y exige al Comité Olímpico Internacional un cambio de política que excluya a las deportistas trans de las disciplinas femeninas.

Laurel Hubbard, primera atleta trans en los Juegos Olímpicos

Laurel Hubbard, primera atleta trans en los Juegos Olímpicos REUTERS

Las repercusiones para el COI

En la recta final de la campaña electoral del COI, la sintonía de Sebastian Coe con las recientes normativas impulsadas por Donald Trump podría convertirse en un factor decisivo. Con Estados Unidos como anfitrión de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 en un futuro cercano, algunos observadores sugieren que un eventual apoyo del comité organizador estadounidense a Coe podría inclinar la balanza a su favor.

Por otra parte, voces como la de Lappartient apuntan que las decisiones sobre la participación de las deportistas trans no deberían depender de imposiciones políticas o presiones exteriores, sino basarse en directrices con fundamento científico, construidas de manera conjunta con federaciones internacionales, deportistas y comités nacionales.

Mientras tanto, muchos se preguntan cuál será el rumbo del olimpismo tras la votación del 20 de marzo, cuando se conocerá finalmente el relevo de Thomas Bach. El Movimiento Olímpico pretende mantener su independencia y neutralidad, pero la influencia de los gobiernos, la industria del deporte y la opinión pública acerca de la identidad de género confirman que el camino hacia la próxima presidencia no está exento de desafíos.

Lo que parece evidente es que la persona elegida tendrá en sus manos un reto gigantesco: equilibrar la necesidad de que los Juegos Olímpicos sean inclusivos con la demanda creciente de salvaguardar las competiciones femeninas de cualquier elemento que pueda considerarse injusto o ventajoso.

El debate entre quienes apoyan la exclusión total de las mujeres trans y quienes reclaman un enfoque gradual y basado en evidencia científica se ha convertido en la cuestión definitoria de esta elección.

En este complejo escenario, cada candidato ha dejado claro que, si bien el olimpismo necesita una modernización, también es urgente clarificar el marco de actuación frente a los casos de atletas trans.

Para Samaranch, Cboe, Lappartient, Al Hussein, Eliasch, Coventry y Watanabe, el resultado de la votación en Grecia podría marcar el destino del deporte global durante la próxima década.

Y la huella del discurso de Donald Trump, con su firme prohibición de la participación de las deportistas trans, seguirá resonando con fuerza, condicionando las posturas de los principales aspirantes a liderar el Comité Olímpico Internacional.