Roger Federer, 34 años, se hizo profesional en 1998. Desde entonces, jamás tuvo que someterse a operación alguna. Hasta ahora. Roger Federer, 18 años de carrera a sus espaldas, ha sido operado del menisco a causa de una lesión que se produjo después de las semifinales del Open de Australia, donde Novak Djokovic volvió a privarle de la posibilidad de sumar su 18º título de Grand Slam.
"Ayer me sometí a una artroscopia", reza el comunicado emitido por el suizo. "Cuando llegué a casa -después del primer grande del año- hice las pruebas que determinaron que me había roto el menisco. Si bien es un desafortunado contratiempo, me siento afortunado de haber mantenido hasta ahora un estado saludable durante la mayor parte de mi carrera", prosigue.
Lo cierto es que Federer es un afortunado. Con 18 años de carrera profesional, el suizo apenas ha sufrido lesiones de gravedad. La peor de todas ellas fue la espalda. Desde que se lesionase por primera vez en 2008 los problemas han sido recurrentes y fue en 2013 cuando, por primera vez en toda su vida profesional, no ganó ni un solo torneo en los primeros cuatro meses del año.
Una fortuna si se le compara especialmente con la figura de Rafael Nadal, su gran rival durante años hasta la irrupción de Novak Djokovic. El español acumula lesiones de rodilla, de espalda, de muñeca, de brazo... y una lista de operaciones considerables.
Con todo ello, la operación del suizo no parece revertir mayor gravedad, pues apenas estará un mes fuera del circuito. "Estoy muy disgustado por tener que perderme dos de mis torneo favoritos en el ATP World Tour", afirma en su comunicado refiriéndose a los torneos de Dubai y Rotterdam, citas que el de Basilea ha conquistado en repetidas ocasiones. Concretamente levantó el trofeo del torneo saudí en siete ocasiones, mientras que en el holandés lo hizo por partida doble.
"Mis médicos me han asegurado que la operación ha sido un éxito y, con la rehabilitación adecuada, espero volver a estar pronto en el circuito”, finaliza el escrito de un Federer, que en Australia volvió a ofrecer lo mejor de su repertorio ofensivo hasta que llegó a las semifinales. Ahí un inalcanzable Djokovic destruyó, por tercera vez en los últimos tiempos, su opción de sumar un nuevo título de Grand Slam, el que supondría el número 18 de su palmarés.