Alexandra Gil Rafael Plaza

Haciendo guardia, un grupo de aficionados franceses espera en la puerta del hotel Meliá Royal Alma, fortaleza de Rafael Nadal durante Roland Garros, hasta que el mallorquín aparece y se pone a firmar autógrafos durante un buen rato. Ni la lluvia impide el objetivo final, que es marcharse a casa con una dedicatoria del número cinco.



Esa escena, repetida año tras año, choca frontalmente con una idea tan extendida como posiblemente errónea. Tras algunos ataques desde Francia (las insinuaciones de dopaje de la exministra Bachelot, por ejemplo), la sensación en España es que hay una persecución contra el balear en uno de los países más importantes de su carrera.



EL ESPAÑOL reúne 15 opiniones de franceses sobre el campeón de 14 grandes, llegando a una conclusión unánime: en Francia no odian a Nadal, todo lo contrario. Le admiran con mucha pasión.

JULIEN (33 AÑOS),  PROFESOR DE HISTORIA



“Da un poco de rabia porque la imagen que proyecta de Francia es la de un país que ataca a Nadal. Se ponen en duda sus éxitos, como hizo la exministra Bachelot hace unos meses con unas declaraciones lamentables. Es algo que está totalmente alejado de la realidad, de lo que pensamos las personas que no tenemos la oportunidad de escribir en un periódico, hablar por la radio o salir en televisión. En calle, Nadal es querido, muy querido. Pero sobre todo es un deportista respetado, algo que se ha ganado a pulso durante toda su carrera. Francia está compuesta por más de 60 millones de personas, aunque entre ellos haya gente con ganas de que hablen de ellos”.



MARTIN (36 AÑOS), COMERCIAL



“Rafa Nadal es un jugador excepcional. Para mí, ha sido un personaje clave en esa especie de unión entre España y Francia. También ocurre en el fútbol, con el Barça o el Madrid. Admiramos mucho el talento español desde aquí y respaldamos a sus deportistas. Y es innegable el mérito de Nadal en el universo del tenis. Quien no quiera reconocer que ganar nueve veces Roland Garros es el resultado de entrenamiento y perseverancia, es un mal perdedor…”.



SARAH (33), COMMUNITY MANAGER



“Mi trabajo me obliga a estar conectada a las redes sociales continuamente. Cada vez que Nadal juega, los franceses se vuelcan con él. Desafortunadamente, cuando hay un comentario fuera de lugar se tiende a pensar que la persona representa a todo el país. Pero seamos serios: somos 70 millones de habitantes. No nos pueden gustar y disgustar las mismas cosas ni podemos tener los mismos ídolos. Pero sabemos aplaudir el talento y creo que con Rafa Nadal hay unanimidad porque no puede ser de otra manera”.

Rafa Nadal entrenando en Roland Garros. Jacky Naegelen Reuters



CHARLOTTE (29 AÑOS), ENFERMERA



“No me gusta el tenis y sigo muy poco lo que ocurre en el mundo del deporte. Algún partido del PSG de balonmano, porque mi pareja es hincha fiel y no se pierde un partido. Sin embargo, y aunque pueda parecer extraño, soy una lectora voraz de periódicos y me da igual si son generalistas o deportivos, me los leo todos. En 2005, descubrí en L’Equipe a un joven español que acababa de ganar Roland Garros. Me llamó la atención la foto que abría el diario a toda página porque ese chico no parecía un jugador de tenis, vestido con una camiseta verde sin mangas y con unos pantalones piratas. Desde entonces, y motivada por la curiosidad, he seguido la carrera de Nadal, fascinada por el personaje. Aunque sigue sin gustarme el tenis, reconozco que he visto muchos partidos suyos. En Francia no se odia a Nadal, ni en ninguna otra parte del mundo tampoco, eso es una tontería”.



OLIVIER (31 AÑOS), FISIOTERAPEUTA



“Lo que más admiro de Nadal es su abnegación. Cuando después de ganar su séptimo Roland Garros en 2012 sufrió la lesión en su rodilla me sorprendió la madurez con la que se enfrentó a esa etapa tan horrible en la vida de un deportista. Su fuerza mental es algo de lo que se habla mucho en Francia, porque es necesario saber parar a tiempo, aunque no todos son capaces de hacerlo. Y mire, al final volvió con más fuerza que nunca y recuerdo que desde aquí nos alegramos mucho por él en aquel momento. Quizás, tengo una visión inocente del deporte, pero yo sí tengo la impresión de que el talento no tiene fronteras. Para mí sigue siendo el mejor jugador del mundo, aunque Djokovic venga pisándole los talones”.



DIEGO (26 AÑOS), CREADOR DE CONTENIDOS TV



“Yo siempre he pensado que en cualquier deporte, en cualquier país, se tiende a coger un poco de manía a los favoritos. Pero con Rafa Nadal pasa algo muy curioso: es como si los franceses esperasen que alguien le desbancase. Eso sí: un francés. ¡Si no, no tiene gracia! Pero no tenemos a nadie como él, aunque a veces nos intenten hacer creer que Tsonga va en buen camino. Por eso, preferimos que Nadal siga siendo el ganador hasta que tengamos a un tenista capaz de ganar todo lo que Nadal ha ganado. Es español, pero lo sentimos como un poco nuestro. Un poco francés de adopción. Quizá sea por el récord que tiene en Roland Garros”.



CORALIE (28 AÑOS), ENFERMERA



“Yo solo sigo el tenis porque a mi novio le apasiona Nadal. A lo mejor esto me hace menos objetiva, pero siempre me ha dado la impresión de que en Francia se respeta mucho a este jugador. Todo el mundo sabe que ha llegado donde ha llegado gracias a su trabajo. Por lo poco que sé, la victoria siempre se la juegan entre Federer, Djokovic y Nadal, y aunque cada francés tiene a su favorito, se parte de una base indiscutible, y es que estamos hablando de tres deportistas impresionantes. Quien no sea capaz de reconocer el talento de Federer porque sigue a Nadal, o el de Nadal porque prefiere a Djokovic, no ha entendido nada del deporte”.

Nadal se entrena en París antes de su debut. Jacky Naegelen Reuters



STEPHANE (38 AÑOS), PROFESOR DE MATEMÁTICAS



“¿Cómo vamos a tener manía a alguien que nos regala esos momentos en tierra batida? Lo que pasa es que es un jugador discreto, callado... Y esto ha podido ser confundido con la soberbia. Es la única explicación que le encuentro. Creo que tiene motivos de sobra para tenérselo creído, y aun así no lo ha hecho. Al contrario: ha sabido tomarse su tiempo cuando no estaba en condiciones de seguir siendo el campeón. Creo que si en algún momento un francés ha deseado que Nadal perdiese, lo hacía con la boca pequeña, sólo para asegurarse de que Nadal es humano. Aquí le tenemos por un dios, y aunque dejase el tenis mañana ésta seguiría siendo su imagen en Francia”.



ERIC (25 AÑOS), ESTUDIANTE DE INGENIERÍA



“Si en Francia se admira tanto a Rafa Nadal es porque todo lo que ha logrado es fruto de su esfuerzo. ¿Cuántas horas al día, y durante cuántos años, ha tenido que entrenar para estar donde está? A los franceses nos gusta pensar que formamos parte de su historia a través de lo que ha conseguido año tras año en Roland Garros. Siempre habrá quien prefiera a Federer, por ejemplo. Pero eso no significa que no valoren al contrincante. Es como si un forofo del Barça negase el talento de Ronaldo. (ríe) Los hay, ¿verdad? Ya. Pero, ¿a que no suenan creíbles?”.



LOGAN (29 AÑOS), BOMBERO



“Es lo bonito del deporte, cuando entras a un bar y oyes los gritos de unos y de otros. Pero en esos gritos siempre está el respeto al contrincante. Cuando Roland Garros empieza y la cosa todavía no está interesante, en seguida se oye a alguien decir: “¿Nadal cuándo juega?”. Porque sabemos que ahí empieza lo bueno. Es una leyenda y el día que se retire, el tenis se quedará huérfano de esos momentos de admiración. Esa es la palabra. Creo que en Francia admiramos lo que Nadal representa”.

DADOU (54 AÑOS), AMA DE CASA



“Llevo años escuchando las victorias de Rafa Nadal por la radio. Desde su primer Roland Garros, hace más de una década, nunca me pierdo uno de sus encuentros. He pasado tardes enteras oyendo partidos, imaginando cómo sería verlos. Soy invidente, pero eso no me impide tener una imagen muy clara de cómo es el mejor jugador que ha pasado por el templo de la tierra batida, que está en París. Estoy segura que volveré a derramar alguna lágrima con otro triunfo en la Philippe Chatrier. Y más pronto que tarde”.



ETIENNE (19 AÑOS), ESTUDIANTE DE PERIODISMO



“Habría sido un privilegio coincidir con Nadal en el tiempo como periodista, con la carrera terminada y ya ejerciendo. No ocurrirá, porque posiblemente él estará ya retirado cuando me toque empezar a trabajar, pero me habría encantado. Rafa me fascina como jugador de tenis por lo que podemos ver por televisión y también en directo, cuando viene a Francia para jugar Roland Garros y París-Bercy. Pero siento un especial interés por saber cómo es su día a día en los torneos, cómo entrena y se prepara. Eso sí, me costaría ser imparcial en caso de tener que escribir sobre él. ¡Es mi deportista favorito!”.



HILONA (44 AÑOS), EDITORA LITERARIA



“Tengo muchos amigos en Francia y no conozco ninguno que piense mal de Nadal, aunque es evidente que nos gustaría ver a uno de los nuestros campeón en Roland Garros, porque son muchos años sin que eso pase. El mito de que los franceses tenemos algún tipo de rencor hacia los españoles es eso, un mito. No sé por qué se ha creado, pero es falso y absurdo. A veces, me da la sensación de que es una especie de complejo de inferioridad, cuando debería ser todo lo contrario. Si yo fuera española, aprovecharía para sacar pecho por todos los éxitos deportivos de los últimos años. Y Nadal, claro, encabeza esa corriente de triunfos históricos”.



JEAN-JACQUES (37 AÑOS), ABOGADO



“Nadal no es sólo el mayor campeón que hemos tenido la suerte de ver en Roland Garros, es una persona que representa todos los valores que me gustaría inculcarle a mi hijo el día de mañana. Siempre lo hablo con mi mujer: lo ha ganado absolutamente todo y sigue con los pies en el suelo. ¿Pueden decir eso mismo el resto de grandes estrellas del mundo del deporte? Sinceramente, pienso que no. Hay muchos que no han conseguido ni la mitad de los éxitos que Rafa y están endiosados. La normalidad de Nadal es su mejor virtud”.

Nadal durante su último partido en Roma ante Djokovic. Alessandro Bianchi Reuters



MAX (24 AÑOS), CAMARERO



“Siempre discutimos este tema con mis amigos. ¿Por qué hay esa impresión generalizada de que los franceses no queremos que gane Nadal? Quizás, en su primera derrota en Roland Garros 2009 ante Robin Soderling hubo gente que se alegró en ese momento, pero por el simple hecho de ver a un ganador distinto después de tanto tiempo viendo ganar a Rafa. La prueba fue lo que pasó al año siguiente: la pista entera se puso de pie para celebrar con él su título de campeón. Obviamente, no conozco a toda la población francesa, pero estoy seguro de que nunca ningún jugador ha dejado una huella tan profunda como la del mallorquín. Es único y para nosotros supone un orgullo todo lo que ha conseguido en Francia, uno de los lugares más importantes de su carrera”.

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