La Guardia Civil ha detenido este jueves a 34 personas relacionadas con el presunto amaño de partidos en la élite del tenis español, un negocio que ya fue desvelado en EL ESPAÑOL este lunes y que funciona a través de apuestas ilegales en diversos portales de internet. Entrenadores y jugadores de primer nivel -algunos de ellos en el top 30 del ránking nacional- son algunos de los apresados este jueves en la llamada Operación Futures.
Las detenciones se han producido en las localidades de Sevilla, Madrid, La Coruña, Pontevedra, Córdoba, Almería, Huelva, Cáceres, Barcelona y Badajoz; mientras que la investigación extiende los presuntos amaños a 17 torneos. Los beneficios de la trama podrían superar los 500.000 euros gracias a resultados pactados previamente con amañadores.
Tal y como informa la Guardia Civil, la investigación afecta a las categorías Futures y Challenger en España (organizados por la International Tennis Federation y la ATP, respectivamente). Los agentes iniciaron la investigación tras recibir la información de la TIU (Tenis Integrity Unit), organismo internacional encargado de velar por la integridad en el mundo del tenis, sobre un intento de corrupción en un evento deportivo.
Perder juegos
Los jugadores implicados participaban no sólo en partidos nacionales, sino que también tenían presencia en torneos internacionales sobre los cuales se podían efectuar apuestas online. La táctica presuntamente empleada habitualmente consistía en la pérdida de determinados juegos bajo su servicio.
"Una vez que el tenista aceptaba el amaño, esta circunstancia era comunicada por el tenista intermediario a sus cabecillas, quienes, a través de una aplicación de mensajería instantánea creaban grupos de difusión para comunicar a personas de confianza y familiares posibilitando así el aumento de las ganancias generadas con las apuestas realizadas", tal y como señala la Guardia Civil.'
'Modus operandi'
El 'modus operandi' de la organización consistía en corromper a tenistas que disputaban partidos nacionales e internacionales sobre los que se podían efectuar apuestas deportivas on line: así obtenían un lucro con las mismas, vulnerando por completo el concepto de azar, dado que el desarrollo de determinados aspectos del juego estaba previamente pactado y las apuestas estaban dirigidas en base a dicho pacto.
Para ello la organización contaba con un tenista intermediario, el cual tenía una relación de confianza con los tenistas a corromper, dado que ha competido con ellos y compartido entrenamientos. Esta persona, pocos días antes de los torneos a disputar forzaba su encuentro con ellos y les ofrecía cuantías concretas por amañar determinados aspectos del juego los cuales habitualmente consistían en la pérdida de determinados juegos bajo su servicio.
En los casos en los que el tenista intermediario no lograba corromper a los jugadores llegaba a ofertarles el doble o el triple de la comisión y en el caso de que no accedieran, intentaban corromperle alguno de los dos cabecillas del grupo.
Una vez que el tenista aceptaba el amaño, esta circunstancia era comunicada por el tenista intermediario a sus cabecillas, quienes, a través de una aplicación de mensajería instantánea creaban grupos de difusión para comunicar a personas de confianza y familiares posibilitando así el aumento de las ganancias generadas con las apuestas realizadas.
A partir de ese momento, y con el fin de acreditar la corrupción llevada a cabo sobre los tenistas participantes en estos eventos sospechosos, se llevaron a cabo distintas medidas de investigación sobre ellos, así como sus declaraciones, que acabaron derivando en el efectivo reconocimiento de su corrupción en los eventos señalados, en la identificación de varios de los responsables de la organización encargada de corromperles y en el modus operandi utilizado, cuyo patrón se repetía en todos los eventos corrompidos.
Varios delitos
Por estos hechos se les imputan delitos de estafa, corrupción entre particulares y pertenencia a organización criminal, estimando que hubieran podido obtener unas ganancias procedentes de los eventos corrompidos que superan el medio millón de euros. La operación ha sido desarrollada por el Equipo de Fraude Económico y Blanqueo de Capitales de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, contando con la participación de la Dirección General de Ordenación del Juego del Ministerio de Hacienda.