En un año, seis cambios. Solo dos jugadores de los ocho que disputaron la Copa de Maestros en 2016 repetirán en 2017. Andy Murray, Novak Djokovic, Stan Wawrinka, Milos Raonic, Kei Nishikori, Gael Monfils, Marin Cilic y Dominic Thiem pelearon por el último título del año hace una temporada y desde este domingo serán Rafael Nadal, Roger Federer, Alexander Zverev (debuta), Thiem (repite), Cilic (repite), Grigor Dimitrov (debuta), David Goffin (debuta) y Jack Sock (debuta) los que desde este domingo clausurarán el curso en el O2 Arena de Londres. ¿Por qué tantas entradas y salidas?
“Si a principios de temporada te hubiesen dicho de hacer una quiniela a muchos de estos no los habrías puesto”, aseguró Toni Nadal, tío y entrenador del número uno del mundo, después de ver cómo su sobrino se entrenaba con Zverev el sábado a mediodía. “La sorpresa es evidente. Que no estén ni Djokovic ni Murray ni Wawrinka ni Nishikori ni Raonic…. Al final, hay sorpresas entre los que están, pero es cierto que el resto han tenido distintos problemas físicos y ahora mismo en Londres juegan los que han sido mejores”.
2017 pasará a la historia como el año en el que Nadal y Federer volvieron a repartirse todos los títulos más importantes del circuito (los cuatro grandes, cinco Masters 1000 y el número uno), pero también por una temporada donde las camillas desfilaron por la zona alta de la clasificación y se llevaron por delante a Murray (cadera), Djokovic (codo derecho), Wawrinka (rodilla izquierda), Raonic (varias partes del cuerpo) y Nishikori (muñeca derecha). En consecuencia, las lesiones han desfigurado la composición habitual del top-10, dando la oportunidad a otros de asaltar esas posiciones de privilegio y de luchar por estar en la Copa de Maestros.
Antes de que arranque el último torneo del curso, los 19.650 puntos que suman conjuntamente Nadal (10.645) y Federer (9.005) en las dos primeras posiciones del ranking son más que los 18.830 que separan al tercero (Zverev) del séptimo (Wawrinka). Esa desigualdad habla de dominio, aunque también de una distancia demasiado amplia que evidencia las diferencia entre los rivales que están recuperándose en la enfermería y los que han tomado el relevo.
“Este año ha sido el más fácil de la carrera de Rafael”, reconoció Toni Nadal. “¿Por qué? Pues por todas esa bajas de los otros, pero mi lectura no es que hemos tenido mucha suerte. Lo mismo le pasó a Djokovic en 2012, el tuvo la suerte de que mi sobrino se lesionó y pudo acabar de número uno”, siguió el técnico mallorquín, recordando la hoffitis en la rodilla izquierda que dejó a Nadal más de ocho meses fuera de combate. “Hoy por ti, mañana por mí. Otras veces el físico nos perjudicó a nosotros y este año le ha perjudicado a otros”.
Así, la Copa de Maestros arranca este domingo con la certeza de que lo que ocurrió el año pasado (pelea encarnizada por el número uno entre Murray y Djokovic, decidida en la final a favor del británico) no ocurrirá esta temporada porque la cima de la clasificación ya está asegurada para Nadal (Federer no puede hacer nada, ni ganando todo) y con la duda de descubrir si los nuevos rostros (hasta cuatro debutantes) pueden sostener el nivel del torneo más importante del calendario después de los cuatro grandes.
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