Muguruza se gusta camino de la tercera ronda de Roland Garros

Después del sufrimiento, un poco de calma. Tras sobrevivir el primer día en Roland Garros ganando agónicamente su partido por 8-6 en el set decisivo, Garbiñe Muguruza avanzó este jueves a la tercera ronda con una cómoda victoria ante Kristyna Pliskova (6-3, 6-2) en un encuentro que dominó con mucha seriedad, sin altibajos ni lagunas mentales que pusieran en peligro su continuidad en el torneo. 

“Me siento contenta por haber ganado este partido ante una rival incómoda”, celebró Muguruza. “He jugado mejor, aprovechando antes mis oportunidades. “He sacado mejor, y he restado muchos saques. He estado sólida en mi juego y jugando cada punto concentrada”, prosiguió la española. “No ha sido tan duro como la primera ronda. Ahora tengo un día para descansar y prepararme antes de la siguiente ronda. No pienso en nada más”, cerró Garbiñe, citada por el pase a octavos con la estadounidense Collins (6-2, 6-3 a Clara Tauson).

Muguruza perdió su segundo saque del partido (1-2), pero inmediatamente lo recuperó (2-2). Desde ese momento, la española no perdió la concentración ni una sola vez más y eso fue la peor noticia posible para su rival. La 69 mundial, lejos del nivel de su hermana Karolina (segunda mejor jugadora de la clasificación), buscó la victoria intentando agarrarse a las malas decisiones de Muguruza, y se quedó a dos velas porque la ex número uno lo hizo casi todo bien. 

En un día agradable (17 grados de temperatura y sin viento), la española disfrutó en la Suzanne Lenglen del sencillo reto que le ofreció el cruce ante Pliskova. Manteniendo el tono al saque (cuatro aces y un interesante 79% de puntos ganados con primer servicio), y con un balance favorable de golpes ganadores y errores no forzados (21 a 13), Muguruza descosió las defensas de su rival, muy blandita, y avanzó reafirmando el mensaje que envió hace tiempo: quiere volver a ganar Roland Garros, sea como sea.

En esa misma ronda estará por primera vez Paula Badosa. A los 22 años, la española tumbó 6-4, 4-6, 6-2 a Sloane Stephens, campeona del US Open en 2017, y mantuvo vivo el sueño de seguir adelante en París.