Una simple pregunta ha puesto a Stefanos Tsitsipas en el centro de todas las críticas. Al tenista griego le pidieron una opinión sobre la igualdad de premios entre hombres y mujeres en los dos principales circuitos. Aunque no se mostró en contra, pidió que de hacerlo se siguiera el mismo camino de igualdad con el reglamento de los partidos.
Tsitspas se atrevió a pedir partidos a cinco sets para las tenistas. Una breve respuesta que no ha gustado y que se ha recibido entre las protagonistas de la WTA como un ataque a sus reclamaciones. "Si ganan lo mismo, quizás deberían jugar también al mejor de cinco sets", espetó Tsitsipas ante los medios sin saber lo que iba a deparar.
Poco después, la tenista Pliskova empleó sus redes sociales para hablar en lenguaje de emoticonos del "brillante e inteligente" y del "listo" e "iluminado" de Tsitsipas. La reacción de la tenista checa se convirtió en el mejor eslogan de la lucha por la igualdad en los premios. Pero la crítica de Tsitsipas también ha servido para abrir el debate sobre cómo se encuentra el panorama de tenis en términos de igualdad.
Más allá de la pelea económica, la gran diferencia entre los circuitos WTA y ATP es la de las normativas de los partidos. Mientras en los Grand Slams los tenistas disputan sus partidos al mejor de cinco sets, en todos los torneos de la WTA el límite está en tres. Una normativa que supone un set más para los tenistas, pero un mismo premio que el recibido por las tenistas.
Estas reglas de los Grand Slams pueden cambiarse. Recientemente, sin ir más lejos, todos los circuitos, Grand Slams y la misma Federación aprobaron limitar los quintos sets. A partir de mayo, los partidos que estén en dicha manga con 6-6 los ganará quien alcance 10 puntos. Y en la Copa Davis, desde 2017, se redujeron los partidos masculinos a tres sets en lugar de cinco.
El ejemplo de los Grand Slams
La lucha por equipara los premios deportivos entre hombres y mujeres sigue vigente hoy en día. Una competición en pleno crecimiento como el World Padel Tour anunció el pasado 8 de marzo que lo implantaría. Y federaciones de fútbol como la de Estados Unidos lo pactaron con sus jugadoras tras un conflicto judicial.
El mundo del tenis no es ajeno y, como señala Tsitsipas, la bolsa de premios en ATP y WTA cada vez es más parecida. Todo comenzó con los Grand Slams y el reto ahora es extenderlo a otros abiertos donde hay desigualdad. Desde algunos en los que los premios no se equiparan hasta las últimas rondas, hasta los que no priman con el mismo valor el triunfo femenino que el masculino.
El inicio de esta carrera por la igualdad lo protagonizaron los Grand Slams, que con su unidad permitieron firmar un hito histórico. Y es que, tanto en ATP como en WTA, el premio en Roland Garros, Wimbledon, US Open y Open de Australia es el mismo para el ganador que para la ganadora. Por ejemplo, en los últimos años los premios se han movido entre los 1,5 millones de Roland Garros hasta los 2,1 del US Open, los 1,9 de Wimbledon o los 1,8 de Australia. Unas cifras que varían según el año y la situación económica.
Roland Garros dio el paso en 2006, cuando anunció que el ganador masculino y el femenino cobrarían la misma cantidad. Un año después, en 2007, sería Wimbledon quien cediera a la presión popular para situar en una cifra idéntica las recompensas del vencedor en ambos circuitos. El Open de Australia y el US Open ya lo cumplían anteriormente.
Diferencias en torneos pequeños
Mientras los principales torneos aplican una igualdad total, la situación en otros abiertos de los circuitos ATP y WTA es opuesta. El ejemplo más reciente está en Dubái este mismo año 2022. Tara Moore, tenista de 29 años y miembro del consejo de la WTA, no dudó en denunciar la desigualdad económica que se produjo en dicho torneo.
El Torneo de Dubái está considerado como un ATP y WTA 500. Por lo tanto, aparentemente podría verse un premio idéntico para los campeones de cada circuito. La realidad es que, como denunció Moore, había casi 400.000 dólares de diferencia. "Las mujeres no ganan la misma cantidad de premios en metálico que los hombres", criticó en sus redes sociales.
Andy Murray, uno de los veteranos del circuito, también criticó esa diferencia de premios. El que fuera número uno del mundo fue más allá: si las fechas son similares y el escenario también, ¿por qué no se paga lo mismo? Un "paso atrás" que Murray reconoció que no siempre se da. "Ha habido torneos como el de Washington, con eventos de diferentes tamaños, donde los premios son diferentes", recordó.
Por el contrario, Murray también ha vivido situaciones opuestas. El ejemplo que empleó fue el de Brisbane, que en el circuito ATP se le consideraba 250 y en WTA 500. Ahí, según el británico, el premio femenino fue mayor que el masculino al no tener el mismo valor en el circuito. El debate está abierto y la presión de las tenistas en aumento.
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