Image: Antonio Gala

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El Cultural

Antonio Gala

“Falta paciencia y serenidad y sobran ganas de epatar”

18 abril, 2001 02:00

El lunes próximo Antonio Gala recibe el premio de Honor de los Max. Anda además enredado en el lanzamiento de su última novela, El imposible olvido (Planeta) y anuncia novedades: un Cuaderno de amor, su Fundación para Jóvenes Creadores, trece libros de poemas. Desde su refugio de Alhaurín, se confiesa: sus lectores le son tan esenciales como "el silencio y la soledad".

Pregunta: ¿El mundo del teatro reconoce con el premio Max su labor de tantos años?
Respuesta: El teatro y yo hemos formado un feliz matrimonio. Hemos tenido hijos muy guapos. Que el último sea el premio Max me parece precioso.
P: ¿Qué le falta y qué le sobra a la escena española actual?
R: Le falta paciencia, serenidad, responsabilidad y deseos de escuchar buenos textos. Le sobra prisa, ruidos, improvisaciones, ganas de epatar y musicales.
P: ¿Frecuenta las salas de teatro alternativo? ¿Por qué?
R: Suelo ir cuantas veces puedo si estoy en Madrid. Creo en un teatro hecho por jóvenes para jóvenes. Y aprendo mucho de él: es mi esperanza.
P: ¿Cómo se conquista para el teatro a un público domesticado por la televisión?
R: Al público, la televisión no lo domestica, lo asilvestra y lo hace romo. Igual que al teatro que ofrece. Los espectadores de teatro son de otra familia. De una familia mejor, desde luego.
P: ¿Cómo se realiza la química entre calidad y comercialidad?
R: No soy químico; pero me parece que entre los lectores y yo hay una radical inmediatividad. Mis primeros colaboradores son la soledad y el silencio; el último, el lector. Pero es tan íntimo como los anteriores.
P: ¿Dónde y cuándo descansa?
R: Descansar es para mí otro trabajo: en el jardín o en esta entrevista. Amo mi trabajo de escritor. A veces pienso que debería hacerlo de rodillas.
P: Ha dicho usted que en El imposible olvido se mete por primera vez en la piel de un hombre. ¿Cómo se ha encontrado?
R: No puedo haber dicho eso. Primero, porque no lo necesito: soy un hombre. Segundo, porque el protagonista de El manuscrito carmesí, Boabdil, también lo fue. Y me encuentro muy cómodo en mi piel. También en la de mis protagonistas femeninos. Es cuestión de táctica: yo he escrito mucho teatro.
P: También dicen que ha dicho: "El amor es como una alcachofa". Eso, ¿cómo se come?
R: No he dicho semejante cosa. Dije que a Gaspar Barahona, uno de los dos protagonistas de El imposible olvido, se le va desnudando hoja por hoja, como se hace con una alcachofa, hasta dejarle sólo el corazón... ¡Ojo con las metáforas!
P: Dijo Concha García Campoy en la presentación en Madrid: "Antonio Gala se crece en el dolor". ¿Eso le pasa a todo el mundo o cree que no?
R: No le pasa a casi nadie. Vivimos una época analgésica. Todo se nos vuelve librarnos de cualquier tipo de dolor. Y el dolor es un comensal nuestro que nos engrandece, nos ilumina. Bastante más que la alegría.
P: ¿La novela está muerta?
R: Puesto que la sigo escribiendo mi opinión está clara: no. Habrá muerto, o estará en crisis, cierto tipo de novela. Aquí no muere nada. Ni siquiera el teatro...
P: Es usted uno de los personajes populares más parodiados. ¿Le molesta o le halaga?
R: Me da igual. Sólo me molestaría una mala intención; pero tampoco demasiado.
P: ¿Conoce usted al modelo de la portada de El imposible olvido? ¿Lo eligió usted?
R: Lo elegí yo desde antes de empezar a tomar notas para la novela. él es para mí Minaya Guzmán.
P: Hay quien ha dicho que era usted, de más joven...
R: Lo sé. Y hay cierto parecido. Más interior que exterior. Quizás si fuese yo me hubiera dedicado a otra cosa.
P: ¿Qué cosa?
R: A pasear, o a vivir de mi cara bonita...
P: En sus libros se autocita, a menudo de forma irónica. ¿Le gusta curarse en salud?
R: Tengo muy mala salud. Incurable. Me cito por diversión.
P: ¿Qué piensa cada vez que vuelven a preguntarle: "Antonio, ¿qué es para usted el amor"?
R: Que hay gente que no se entera nunca. Periodistas tenaces, lectores asordados... La Esfera de los Libros va a publicar este año un Cuaderno de amor de Antonio Gala. A ver si así conseguimos que consulten ahí sus dudas.
P: ¿Lee a sus colegas españoles? ¿Qué nombres destacaría?
R: Leo a mis colegas de cuando en cuando. Destacaría quizá, no a los mejores, sino a los más afines, es decir, a quienes se parecen más a mi forma de escribir.
P: ¿Prefiere usted para vivir una tronera o una casa sosegada?
R: Una casa sosegada con troneras.
P: ¿Cómo escribe? ¿Necesita tener cerca algún fetiche, música, las zapatillas...?
R: Escribo a mano, con la luz a la izquierda, descalzo, y absolutamente rodeado de fetiches: sesenta o setenta...
P: ¿Para cuándo más poemas suyos?
R: Sólo publiqué porque los lectores jóvenes me lo pidieron. Y porque se ofrecieron las tres gordas: Planeta, Espasa y Círculo. Si me lo vuelven a pedir, quizá publique algún libro más. Hay trece, secretos.
P: ¿..?
R: Los publicará mi Fundación para Jóvenes Creadores.
P: ¿Qué fundación es esa?
R: Se inagurará en octubre, en Córdoba, en la sede del convento del Corpus Christi, restaurado por Rafael de la Hoz. Se inaugurará con 30 becas para jóvenes músicos, escritores, artistas. Pérez Sánchez ya ha donado su biblioteca, y todo lo mío se instalará allí.
P: Cuénteme algo del argumento de su próxima novela...
R: No lo tengo. Ni sé si escribiré enseguida una novela. Y aunque lo hiciera, no le contaría el argumento. Tal como está el patio de plagios y de negros...
P: Es famosa su colección de bastones. ¿A quién le gustaría atizar con ellos?
R: A algún político vasco; a algún crítico que escribe sin leer lo que critica; a algún periodista irrespetuoso; a los profesionales que no lo son de veras...