Después de cuarenta años esclavizado por el tabaco, Terenci Moix (Barcelona, 1946) ha conseguido dejar de fumar; pero su otra adicción, el cine, sigue intacta. De ahí que haya actualizado y reeditado Mis inmortales del cine, un retrato irónico y entrañable sobre sus dioses de Hollywood.

Pregunta: ¿Es el cine una fábrica de sueños o más bien de dólares?
Respuesta: Yo he tenido en el cine sueños muy baratos; desde El último cuplé en basto, hasta El río en exquisito. En cambio, otros con muchos dólares encima me han hecho dormir como el lirón de Alicia en el País de las Maravillas.
P: Hay quien sostiene que el cine es un arte menor. Interprete el papel de abogado defensor.
R: Esta opinión es una idiotez pasada de moda. Particularmente, me gusta más el cine que todas las demás artes juntas.
P: ¿Cuál es el toque Lubitsh de la vida?
R: Es la insinuación. El abrir y cerrarse de puertas. La burbuja de champagne sin botella que la contenga. El París de la Paramount ganando victorias sobre todos los parises del mundo.
P: Ya se están creando estrellas virtuales, actores por ordenador, ¿entrarán en su lista de inmortales del cine?
R: Depende de quién maneje el ordenador. En las admirables galaxias del porno interactivo ya se han hecho algunos intentos con el sistema "Poser". ¿Resultado? Los personajes parecen como de goma.
P: "Amar el cine es amar la vida". ¿Suscribe a Truffaut?
R: A los intelectuales franceses siempre les ha gustado decir cursiladas. Truffaut el primero. Amar el cine es amar el cine y punto. La vida está compuesta de muchas cosas más. Entre ellas, el jamón serrano.
P: Stanley Kubrick o John Ford.
R: Ford, siempre Ford. Kubrick, a la que puede, tiende al coñazo.
P: ¿Nunca se ha propuesto escribir un guión de su vida? En tal caso, ¿quién le gustaría que lo dirigiera?
R: Soy un guionista pésimo, sería capaz de arruinar mi propia vida. ¿Director? Puestos a pedir, Jean Renoir ayudado por Visconti y Fellini.
P: Eso es mucho pedir. ¿Y quién lo protagonizaría?
R: Sal Mineo. Yo me parecía mucho a él a los 14 años.
P: Ahora que están tan de moda, ¿se le ocurren muchos casos de intertextualidad en el cine?
R: Sí. Lo que algunos directores franceses de los años sesenta llamaban "homenaje". Consistía en copiar ideas ajenas con la excusa de ensalzar al autor.
P: El padrino o Scarface (la de Hawks, claro).
R: Odio el cine de gángsters, pero estas dos son obras maestras.
P: ¿Comparte de algún modo el estado generalizado de euforia cuando se habla de cine español?
R: Lo comparto plenamente. Cada una en su género, películas como Solas, La ley del deseo, La camarera del Titanic, Remando al viento, Tesis, Belle Epoque, El amor perjudica seriamente la salud...y otras que sin duda olvido están a la altura del mejor cine del mundo.
P: ¿Por qué los Goya quieren parecerse tanto a los Oscar pero no lo consiguen?
R: Porque los Oscar son una patochada hecha con dólares y los Goya son una chorradita pagada con pesetas.
P: Pedro Almodóvar: ¿genio o farsante?
R: Yo lo dejaría en excelente. Lo cual, en los tiempos que corren, es óptimo.
P: ¿Podrá el cine algún día llegar a desvincularse por completo de la literatura?
R: Si el cine es bueno y la literatura también, no me molesta en absoluto su vinculación.
P: Por cierto, ¿cómo va su Arpista ciego? ¿Estará listo en otoño?
R: Debería. Pero el otoño cabalga sobre el verano a mayor rapidez de lo que uno desearía.
P: ¿Tiene el retraso en el libro algo que ver con su enfermedad o con su abandono del tabaco?
R: Con las dos cosas. La medicación me impide concentrarme. Y a partir de un momento me encontré con la desagradable sensación de que me estaba copiando a mí mismo. Descansé para no inventar el autoplagio.
P: Hablando de tabaco, ¿qué actor/actriz se ha encendido los cigarrillos con más estilo frente a la cámara?
R: Sin la menor duda, Ava Gardner en Las nieves del Kilimanjaro.
P: Algo de actualidad. ¿Sabe quién es Paul Thomas Anderson?
R: No tengo la menor idea. Y, pese a todo, sigo con vida.
P: ¿En qué personaje cinematográfico le gustaría reencarnarse?
R: Cuando era niño en Dean Stockwell (Kim de la India), cuando adolescente en Cal Trask (Al este del Edén). Ahora en Peter Pan, versión Disney.
P: New York, New York o Cantando bajo la lluvia.
R: La duda ofende. Donde estuviese Gene Kelly no mandaba Robert de Niro.
P: ¿A qué actriz, de cualquier época y lugar, invitaría a cenar? ¿Y actor?
R: A Leonardo di Caprio y a Elisabeth Taylor. Y como dicen en Aida: "E poi, morire, e poi morire".
P: He leído que Penélope Cruz es una simbiosis entre Audrey Hepburn y Silvana Mangano, ¿cómo la definiría usted?
R: Es una señorita maravillosa a quien no le hace falta ser simbiosis de nada.
P: Breakfast at Tiffany’s: ¿Prefiere el final de Truman Capote o el de Blake Edwards?
R: Prefiero el mío: Se descubre que Holly era Truman Capote "vestida" de Givenchy.