Image: Gerardo Vera

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El Cultural

Gerardo Vera

“Me han nombrado por afinidad ideológica y estética”

13 mayo, 2004 02:00

Gerardo Vera, por Gusi Bejer

La próxima temporada la firma de Gerardo Vera (Miraflores, 1947) figurará en varios espectáculos de ópera, danza o teatro, mientras el cine lo aparca por cuatro años. El ubicuo artista, al frente ahora del Centro Dramático Nacional, tendrá que compatibilizar su cargo con el estreno en el Real de la ópera Macbeth; la bailaora Carmen Cortés gira su Celestina, con dirección de Vera, y Ana Belén continúa con Diatriba de amor contra un hombre sentado, de barroca escenografía que lleva su sello.

Pregunta: Tranquilice a aquellos autores que piensan que con usted vuelve al CDN el teatro faraónico.
Respuesta: Respiren tranquilos porque están muy equivocados. Lo último que he dirigido es Por amor al arte, una función pequeña de Neil LaBute para una empresa privada. Para nada estoy en esa línea y desde que me dedico a la dirección me interesa sobre todo trabajar con los actores.
P: ¿Qué criterios deben guiar la programación de un teatro nacional?
R: Tiene que plasmar una manera de entender lo público como servicio a la ciudadanía, que tenga como objetivo recuperar al público joven que últimamente se ha alejado del teatro y que, huyendo de las leyes del mercado, consiga un teatro económicamente rentable. Y, fundamentalmente, que conecte con los sectores más inquietos de la sociedad.
P: Me refería a criterios literarios.
R: Su prioridad debe ser la dramaturgia española contemporánea pero en un doble sentido: trabajar con autores contemporáneos y con directores con experiencia que aseguren un producto sólido. Un CDN tiene que dar textos clásicos a directores jóvenes y textos de autores jóvenes a los directores con más oficio. Por otro lado, hay que revisar los textos clásicos en la línea de lo que se hace en Europa. Pero todo tiene un carácter experimental, porque estamos un poco despistados: el público le ha dado la espalda al teatro, proliferan esas funciones como 5hombres.com que hablan de una sociedad aborregada.
P: Por su trayectoria teatral ¿podemos pensar que el María Guerrero acogerá en esta nueva etapa musicales y danza?
R: No, va a ser un espacio para teatro dramático. Ahora estoy trabajando para componer mi equipo, y me voy a reunir con gente como Mario Gas o José Luis Gómez porque ese eje Abadía, Español y CDN me interesa mucho para intentar que tengamos un teatro potente.
P: Su predecesor le deja un teatro restaurado, el María Guerrero, y otro envidiable de nueva planta, el Olimpia. ¿Será un centro para el teatro contemporáneo?
R: Sí.
P: ¿Hubiera aceptado dirigir el embolado de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que nadie sabe qué hacer con ella?
R: No, no estoy preparado para eso. Para la Compañía necesitamos una persona con una cierta capacidad docente, que pueda formar una compañía que aprenda a decir el verso. Yo no doy el perfil.
P: ¿Qué contestar a los que argumentan que el CDN es la prebenda del político de turno a su director amiguete para que monte sus juegos escénicos?
R: A mí me ha nombrado Carmen Calvo por una cierta afinidad ideológica, pero sobre todo por una afinidad estética; también me avala mi trayectoria profesional. Creo que debemos conseguir más independencia con respecto al Ministerio; soy partidario de las fundaciones que obligan a rendir cuentas a un patronato.
P: Usted dirigió para la Expo de Sevilla Azabache, memorable espectáculo de copla. ¿Viene de entoces su amistad con la ministra y con Gómez Borrego?
R: No, yo a Carmen Calvo la he conocido hace un mes, mientras Campos Borrego y yo somos como hermanos.
P: Ahora trabaja en la ópera Macbeth.¿Por qué ha aceptado dirigir una obra tan densa y complicada?
R: La he elegido yo porque tenía muy claro cómo hacerla. Me interesa mucho esa radiografía de la violencia que hace Shakespeare, con una música de Verdi inspiradísima en un 90 por ciento. Y luego me excitaba contar con la voz privilegiada de Carlos álvarez. Y muchas cosas más: reecontrarme con López Cobos, volver al Real, donde he estado vetado durante siete años por el anterior equipo...
P: Y de Shakespeare, ¿qué le gusta más: sus poemas, sus personajes malvados o, como dice Savater, que sea el autor más político de todos y no sepamos a ciencia cierta cuál era su ideología?
R: Es una frase estupenda de Savater pero yo me quedo con su indagación implacable de la conciencia humana. Poca gente habla del alma humana como él, todo está en él. En mi lista, luego vendrían Chejov y Brecht.
P: Tras las movilizaciones de los artistas ¿autorizaría ahora que alguien del público pudiera antes o después de una función leer un manifiesto?
R: Sí, no entiendo la censura y nunca llevaría a la policía para que lo sacara. Intentaría convencerle de que no es el momento adecuado. Otra cosa es si me pidiera permiso, ya vería yo en función de qué reinvindicación, de qué momento, de lo que está pasando en la calle... Pero he vivido la censura y por ella he estado incluso en la cárcel.