Image: Chus Gutiérrez

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El Cultural

Chus Gutiérrez

“La membrana entre ficción y realidad cada vez me parece más fina”

19 mayo, 2005 02:00

Chus Gutiérrez, por Guis Bejer

La fidelidad de Chus Gutiérrez (Granada, 1962) a sí misma le ha permitido rodar extravagancias tan interesantes como Sublet (1991) o Sexo oral (1994), o películas de ficción tan cercanas al documental como Alma gitana (1996) y Poniente (2002). Su útlimo largometraje, El Calentito -que clausurará el Festival de Cine de Comedia de Peñíscola que empieza mañana y se estrenará en junio- es el viaje de su memoria y su imaginación a la vitalista "movida madrileña" de los ochenta.

PREGUNTA: Su película El Calentito toma el nombre de un bar que existió en los ochenta. ¿Qué tenía de especial?
RESPUESTA: Supongo que lo que tantos otros tenían por aquel entonces en Madrid: punto de encuentro para sentirse libre y sobre todo pasárselo muy bien.
P: Defíname el espíritu ochentero.
R: Basta una palabra: ingenuidad. Tras la muerte de Franco, el país entero pensó que podíamos construir un mundo mejor y rápidamente... éramos profundamente ingenuos.
P: ¿Es el mismo espíritu que el de la película?
R: Si, la película es ingenua y libertaria. Pero lo que más se respira es juventud, esa "actitud" ante la vida en la que uno se cree capaz de todo, incluso de cambiar el mundo.
P: ¿Y qué queda hoy de él?
R: Somos menos ingenuos y a nuestros jóvenes se lo hemos puesto duro en la transmisión de ciertos valores que se riñen con este espíritu: la presión del binomio dinero-fama desde luego no ayuda a ser libre y actuar en consecuencia.
P: ¿Qué es lo que más echa en falta de aquellos tiempos?
R: No necesitábamos tantos bienes materiales y mucho menos aprobación social: no nos interesaba el crecimiento económico y nadie te obligaba a ser famoso para ser feliz.
P: ¿Por qué ha optado por una historia de interiores para hablar de unos tiempos de liberación y de escapismo? ¿Se debe a una cuestión de presupuesto?
R: Era un cuento nocturno y por la noche la gente suele estar en lugares protegidos. El Calentito es el lugar donde viven, donde ensayan, donde trabajan y donde comparten la vida los personajes. Y del presupuesto qué quieres que te diga... un productor aprecia mucho un guión de interiores...
P: ¿En que se parecen el grupo musical que protagoniza El Calentito a su grupo de aquellos años, las Xoxonees?
R: Se parece en lo que se parecen todos los grupos donde los componentes no paran de discutir y pelearse.
P: Musicales de Mecano y Abba, grupos que se rejuntan, reedición de viejos éxitos, películas... ¿A qué se debe este revival?
R: Supongo que tiene que ver con la nostalgia, con pensar que cualquier tiempo pasado fue
mejor... o peor.
P: ¿Le ha dicho algo Almodóvar de su papel como "invitado estelar"
en la película?
R: Todavía no la ha visto, pero fue muy generoso al prestarnos su imagen y un trozo de su película. Yo estoy muy agradecida y para mí fue un honor poder homenajear a uno de nuestros artistas más importantes de los últimos veiticinco años.
P: Su cine siempre ha caminado sobre el alambre que separa documental y ficción... ¿La ficción ha superado esta vez a la realidad?
R: La membrana entre la ficción y la realidad cada vez me parece más fina, y su equilibrio más frágil. Creo que es en la ingenuidad y falta de miedo como denominador común del espíritu colectivo de entonces donde creo haber sido definitivamente fiel.
P: ¿Para cuando un documental sobre los "juguetes rotos" de aquellos años?
R: Siempre hay y habrá, desgraciadamente, "juguetes rotos". No me gusta hablar sobre el mundo de las drogas. Claro que he sacado mis propias conclusiones al respecto, pero de momento no me siento interesada en compartirlas públicamente.
P: ¿Qué diría a los ciudadanos españoles que piensan que los cineastas están mimados por el Estado?
R: Que la vida del artista no es fácil aunque la gente lo único que vea es una foto en el periódico o sonrisas casuales en alguna celebración colectiva televisada... Pero también decir que en verdad no cambiaría nada de ello y que por supuesto existen trabajos cuya mayor dureza es incomparable. Creo que cada uno elige su camino en la vida y que debemos reconocer que la vida no es fácil para casi nadie.
P: ¿Qué consejo daría a los cineastas emergentes para sobrevivir en este mundo?
R: Que luchen por su forma de contar, que no sean complacientes con los productores y que sepan que ser director de cine es una carrera de fondo: cuando crees que vas a llegar a algún lugar resulta que la meta está todavía un poco más lejos.
P: ¿Cuántas películas (buenas) españolas ha visto en el último año?
R: Es muy difícil hacer buen cine cuando los productores tienen miedo al riesgo, miedo a la apuesta firme por nuevas ideas, guiones y directores.
P: Como convencería a un espectador indeciso de que debe pagar seis euros para ver El Calentito?
R: No hay muchas películas que provoquen esas enormes ganas de cantar, bailar o tomarte unas cañas...