Image: Eugenia Rico

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El Cultural

Eugenia Rico: "Al final descubrimos que el cuerpo está en el alma, y no al contrario"

22 septiembre, 2005 02:00

Eugenia Rico, por Gusi Bejer

Pregunta: Hizo el viaje que relata en el libro hace diez años. ¿Por qué ha esperado tanto para contarlo? Respuesta: A la literatura, como al buen vino, le conviene el tiempo. Había varias versiones pero hacen falta años para encontrar la definitiva. P: Sí, pero ¿cómo se le ocurrió ir a Cachemira en pleno conflicto? R: Uno tiene que ir a los lugares en los que pasan las cosas pero la casualidad y la magia tuvieron mucho que ver con ello. Como se cuenta en el libro fue de un modo bastante novelesco. P: ¿Y no ha sentido la tentación de regresar? R: Sí la he sentido, pero es imposible repetir un viaje. El viaje, como la vida, sólo sucede una vez. P: Perdone, pero ¿qué se le había perdido en el campamento del líder rebelde Shabir Sha? R: Pues él nos secuestró con nuestro consentimiento. Era alguien que tenía cosas que decir sobre lo que estaba pasando en ese rincón del Himalaya. P: ¿En ningún momento pensó qué hago aquí? R: No, eso me lo planteo sólo en Madrid. P: ¿Sabe si la situación ha mejorado desde entonces? R: En Cachemira apenas ha cambiado. Todos los oponentes son los mismos. La guerra continua a pesar de los intentos de paz. De hecho escribí una adenda con todo lo que había pasado desde entonces y era una repetición de lo ya contado. Así que la suprimí. P: ¿Y para la mujer? R: También. La India es milenaria para bien y para mal. A pesar de los esfuerzos de algunas mujeres cultas de la burguesía urbana es muy difícil cambiar las cosas. P: ¿No ha cambiado siquiera la mentalidad de subdito de los indios respecto al turista? R: Me gustaría. Lo más terrible del colonialismo es que le arranca la autoestima al conquistado. Sólo que en la India eso comenzó cuando las invasiones arias redujeron a los parias a la esclavitud. P: ¿Cómo es eso de sentirse “oro rosa”? R: El oro rosado: El turista con perpetua indisposición intestinal al que las pobres gentes ven como un árbol de dinero que tintinea al andar P: ¿Logró al menos ser los ojos de los que no ven? R: Lo intente con todas mis fuerzas. P: ¿Qué hace espiritual al libro? R: El aliento con el que el cuerpo se enfrenta a las realidades del alma. Al final descubrimos que el cuerpo está en el alma y no el alma en el cuerpo. Por otra parte todos los libros son espirituales. Leer es un acto de rebeldía. P: ¿Ha sido fiel a lo vivido, o su memoria la ha traicionado en algún episodio? R: La memoria siempre te traiciona. Le gusta bastante escribir novelas y eso es bueno. Pero los cuadernos de notas la tienen a raya. P: Y usted misma, ¿qué tal personaje ha resultado? R: Un poco díscolo, no solía obedecer a mi autora. P: Nunca creyó que la gente pudiera ser una maldición hasta conocer la estación de trenes de Delhi... ¿No había estado en las rebajas? R: La diferencia está en que las multitudes de la India no creen que basta comprar el último modelo de falda para entrar en el Paraíso. P: De todas las fotos que su compañero de aventuras no pudo hacer, ¿cuál es su preferida? R: Todas las que yo viví con las mujeres al otro lado de las cerraduras. P: ¿Qué hubiera preferido no contemplar? R: Los niños muertos flotando en el agua y el olor a muerto reciente del Cementerio de Idgah. P: Hablando de olores, ¿cómo fue el regreso, dejar atrás el olor de la India por el aséptico Occidente? R: Fue otro viaje. España era ahora la tierra exótica. Veía todo con los ojos de un hindú, como si lo acabaran de hacer nuevo. P: ¿Sigue creyendo que viajar es la forma más sencilla de gozar y sufrir en el menor espacio de tiempo? R: Sí y la forma complicada es el amor. P: Si la zona hubiese sido rica en petróleo, ¿la historia hubiese sido diferente? R: Por supuesto. Ahí está Iraq para recordárnoslo. P: ¿Por qué la muerte de 5 europeos nos parece, entonces y ahora, mucho peor que la de 500 indios, iraquíes, saharahuis...? R: Por desgracia, en el tren de la vida siguen viajando muertos en primera, segunda y hasta en tercera clase. P: ¿Es Occidente el mayor enemigo del integrismo musulmán? R: El mayor enemigo del integrismo es la tolerancia. Sobre todo la tolerancia de los musulmanes. P: Al parecer, sigue oficial-mente en la India, pues no consta que dejara el país... ¿Cómo cree que está, que ha vivido, esa otra Eugenia Rico que ha pasado 10 años en zona de guerra? R: Por supuesto que hay otra Eugenia que nunca salió de la India. Algun día iré a buscarla. No sé si habrá empuñado el fúsil o se habrá muerto en alguna carretera de montaña. Habrá que averiguarlo.