Image: Santi Amodeo

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El Cultural

Santi Amodeo

“El cine español necesita músculo y autoestima”

5 octubre, 2006 02:00

Santi Amodeo, por Gusi Bejer

Pocas veces ha ocurrido que la revista "Variety" seleccione la película de un director novel entre las mejores del año. Eso ocurrió en 2003 con el debut de Santi Amodeo, Astronautas, donde narraba de forma muy particular el proceso de "normalización" de un yonqui. Amodeo (Sevilla, 1969) sorprende ahora con su segundo filme, Cabeza de perro, una audaz propuesta en la que Juan José Ballesta interpreta a un enfermo neuronal.

Pregunta: Tras el desembarco de Alatriste, da gusto encontrarse con una película tan valiente como Cabeza de perro. ¿Hay sitio en el cine español para los que toman riesgos?
Respuesta: Toda cinematografía necesita sus dosis de riesgo, no todo pueden ser ‘alatristes’ y ‘salvadores’ (buenas películas, por otro lado). En España hay algunos directores que pisan otros charcos. Unos sobreviven y otros no. A ver dónde quedo yo.
P: Tengo entendido que los distribuidores casi le pegan cuando les dijo el título de su película...
R: No sé si eran exactamente los distribuidores, pero sí, hubo un runrún... De todas formas tengo un productor valiente y cómplice. Si cree que algo va contra la película no duda en decírmelo, pero suele ser muy respetuoso. Con su respeto se ha ganado mi respeto.
P: En Astronautas, un yonqui en rehabilitación; en Cabeza de perro, un enfermo mental. ¿Qué le atrae de los inadaptados sociales?
R: Si algún día me psicoanalizo seguro que sale algo. Tampoco es premeditado, pero es verdad que casi todo lo que escribo va sobre gente que está fuera, en los márgenes, y que quiere entrar por una razón u otra. Ya te digo, carne de psicoanálisis.
P: ¿Se considera alguien fuera de norma?
R: Yo me considero alguien muy normalito, o sea, totalmente anormal. De todas formas me sale lo que me sale, no es premeditado.
P: A "El Bola" lo habíamos visto de chico de barrio, pero nunca en un papel tan extraño y difícil como éste. ¿Por qué pensó en él?
R: Fue una propuesta de José Antonio Félez, el productor. Estaba muy seguro. Y acertó. Para mí, Juanjo (Ballesta) lo borda. Habla de otra manera, se mueve de otra manera, mira de otra manera... Y lo que es mejor es la contención. Con un tipo de personaje así uno siente la tentación de empujar, de pasarse de rosca. Estoy muy contento con él.
P: Se ha propuesto filmar desde el interior de un "tarado" mental: ¿era el gran reto de Cabeza de perro?
R: He introducido algunos elementos de los cuentos, por ejemplo ése: las escenas están impregnadas de las emociones de los personajes. A pesar de tener un narrador en tercera persona, la película está contada desde el punto de vista del protagonista. Parece una contradicción, pero es algo común en muchos cuentos.
P: Nietzsche: "La locura en los individuos es algo raro; en los grupos, es lo normal". ¿Qué tipo de locura padece nuestra sociedad?
R: Vivimos en la sociedad del YO; pero el YO ha perdido la esencia y en su lugar hemos colocado un invento: no somos lo que quieren que seamos (o lo que queremos ser). Somos lo que somos, aunque lo escondamos. ésa es una de nuestras locuras.
P: ¿Es el cine un remedio?
R: En el cine se aprende mucho. Como en la literatura. Uno de mis primeros libros fue El guardián entre el centeno. Con ese libro descubrí que no era el único adolescente que pensaba cosas raras. Todos los adolescentes piensan cosas raras, pero yo entonces no lo sabía. Y un libro me rescató.
P: ¿Qué enfermedad padece el personaje de Samuel (Juanjo Ballesta)?
R: Es una enfermedad neurológica, emparentada con la epilepsia. A veces su cerebro se apaga y cuando se enciende de nuevo no siempre funciona bien. De todas formas no es una película sobre una enfermedad, para mí es secundario. No soy médico ni tengo vocación.
P: ¿Qué enfermedad padece el cine español?
R: El cine español es algo importante ahora, pero va a ser muy importante en los próximos años. El mundo estará lleno de hispanohablantes con dinero fresco y la única industria de habla hispana con capacidad financiera es la española, al menos por ahora. Necesita músculo y algo de autoestima, pero tiene algunos nombres propios muy potentes. Y un futuro interesante.
P: Los críticos de ‘Variety’ eligieron Astronautas entre las diez mejores películas europeas del año. ¿Se trabaja con más confianza tras el reconocimiento?
R: Sí. Sobre todo porque aunque la mitad de la crítica española ensalzó Astronautas, la otra mitad la destrozó, destrozándome a mí de paso (lo digo sin rencor, son las reglas del juego). Me han ocurrido muchas cosas desde ese momento, sobre todo internacionalmente, que sé que posiblemente no se volverán a repetir. El ‘Variety’ manda mucho, ya se sabe.
P: ¿Se ha hecho la película perfecta?
R: "Renuncio a la perfección, acepto el caos". Palabra de Bob Dylan.
P: Dicen que los directores de cine viven muy bien. ¿Puede refutarlo?
R: Yo vivo muy bien, pero porque soy muy austero. En el cine se cobra poco y se trabaja mucho, pero lo considero bien pagado.