Image: Francisco Brines

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El Cultural

Francisco Brines

“Envidio al poeta que fui, porque ya soy sólo pasado”

20 diciembre, 2007 01:00

Francisco Brines, por Gusi Bejer

A Francisco Brines (Oliva, Valencia, 1932) una nueva antología de su obra, Todos los rostros del pasado (Galaxia Gutenberg), preparada por Dionisio Cañas, le ha envuelto de nostalgia y certezas: nostalgia del poeta joven de ayer, que era todo futuro, y certeza de la felicidad de hoy, cuando "parece que no pasa nada, y está pasando todo".

Pregunta: ¿Qué falta y qué sobra en Todos los rostros del paraíso? Porque Cañas dice en el prólogo que los lectores pueden echar de menos "poemas fundamentales".
Respuesta: Bueno, a mí me extrañó también la selección, porque tengo mis poemas preferidos, pero soy responsable de todos; mientras no los haya apar-tado o destruido son hijos míos. También sé que algunos poemas por los que sentía menos cercanía han llegado al lector de un modo excepcional, y son más del lector que míos.
P: Alguna vez ha mencionado la repugnancia que le produce analizar su poesía, pero ¿qué le parecen los análisis de los demás?
R: Algunos no me gustan y de otros, en cambio, aprendo mucho. Verá, el poeta es un poco un medium: si dependiera de nosotros, todos los poemas que escribimos serían maravillosos, pero la inspiración es caprichosa, tiene mucho de gracia.
P: ¿Qué es lo que más sorprendería del poeta que hoy es al joven Brines que en 1959 conquistó el Adonais con Las brasas?
R: Bueno, le sorprendería no sólo la evolución de mi obra sino también todo lo que he vivido. Pero le envidio, porque él tenía todo por delante, era todo proyectos, y yo sólo tengo pasado.
P: Pero no todo será malo ...
R: Desde luego. Yo ahora vivo el presente, y lo vivo con más verdad que entonces, porque entonces el futuro borraba el presente. Cuando era joven vivía en función del futuro, y no gozaba el día a día como hoy.
P: ¿También a la hora de reconocer la felicidad?
R: Por supuesto. Me he preguntado cuándo he sido feliz, y he recordado momentos en los que parecía que no pasaba nada y pasaba todo, con amigos, en medio de la naturaleza. Y eso, apreciar esos momentos, sólo te lo da vida.
P: ¿Y cómo explicaría a un joven lector ese verso de "El porqué de las palabras" que reza: "No tuve amor por las palabras"
R: Pues mire, todo cuanto se dice tiene su luz y su sombra: la palabra es lo más maravilloso para expresarse a uno mismo y para relacionarse con las demás. Si amamos necesitamos las palabras, y aunque repitamos las más tópicas, si son verdad también son las más bellas. Siempre he amado las palabras, dan testimonio de mí y de mi existencia.
P: ¿Y qué palabra salvaría?
R: La palabra amor, en todas sus modalidades.
P: Muchos de sus poemas hablan de un mundo hostil, de ciudades ajenas... ¿ha encontrado al fin su lugar?
R: Si, aquí, en mi pueblo valenciano. El lugar anhelado es éste, donde he experimentado la existencia de manera persistente, de la infancia a mi hoy. Es esta luz, son estas montañas, es el mar, y al encontrarlo recupero al niño que fui, al que sólo yo reconozco.
P: De poder marcar su territorio poético, ¿estaría entre Cernuda y....?
R: ...y Juan Ramón Jiménez.
P: ¿Y Aleixandre?
R: Me influyó como amigo. Yo le admiraba mucho, pero éramos muy distintos como poetas. Yo siempre he sido una persona que mira deseando no ser vista, desde una ventana semientornada o en penumbra, y Aleixandre era lo contrario, un explorador de la palabra y la poesía, aunque en realidad no saliera de su casa.

P: ¿Y ha ejercido con los jóvenes poetas el mismo magisterio de Alexandre?
R: Bueno, no sé, alguno hay que lo dice, pero también yo aprendo de los jóvenes.
P: Al ingresar en la Real Academia declaró, en broma, que "actuaría de linier". ¿Está hoy nuestra poesía en fuera de juego?
R: En absoluto, está en un momento de continuidad del gran siglo de la poesía en España e Hispanoamérica en el que los Neruda, Vallejo y Borges estuvieron a la altura de los poetas españoles de la época. También la poesía de los 50 fue muy buena. Y no creo que haya otro país con tal cantidad de revistas, congresos, estudios y lectores como España ,con un público no mayoritario pero fervoroso.
P: ¿Para cuándo un nuevo libro de Brines?
R: No lo sé, tengo poemas pero no veo aún el libro. Me gustaría que no tardara mucho, pero la poesía es como una sombra que se desvanece cuando quiere. Yo no he forzado nunca la poesía, siempre la poesía me ha forzado a mí... Sin olvidar que tengo también el vicio de la pereza.