El épico 1808 de Garci
El cineasta estrenará El Dos de mayo
24 abril, 2008 02:00El filme, de 16 millones, se estrenará después del verano con Quim Gutiérrez y Paula Echevarría como protagonistas.
Entre la ficción y el rigor histórico, entre los Episodios nacionales de Galdós y la inventiva de José Luis Garci y su coguionista habitual, Horacio Valcárcel, se sitúa El Dos de Mayo, la película financiada por la Comunidad de Madrid que, con 16 millones de presupuesto, reflejará el decisivo hecho histórico. Sus dos protagonistas, Quim Gutiérrez y Paula Echevarría explican a El Cultural las claves de un proyecto que rescata una efeméride olvidada por el reciente cine español, que no por el de los años 50.
Todo es faranoico en este proyecto. Desde el presupuesto hasta algunos de los datos que ha facilitado la productora: más de tres meses de rodaje (empezó el día 17 de septiembre de 2007 y terminó el pasado 22 de diciembre), 56 actores, 9000 figurinistas, 97 técnicos, 50 especialistas, 50 caballistas... No es de extrañar que, en pleno rodaje, el director confesara a El Cultural su inquietud por verse inmerso en un proyecto en el que, por primera vez en su carrera, "habrá ejércitos, batallas, caballos, escenas de acción y épica". Meses después, el oscarizado cineasta ha preferido dejar en manos de su pareja protagonista, la tarea de explicar la película. Según Gutiérrez, quien se mete en la piel del joven Gabriel Araceli, "la gente va a ver una película espectacular en la que no se han escatimado medios y también se va a sentir identificada con los personajes y sus cuitas. Existen esas dos dimensiones, la histórica, que ayudará a comprender lo que sucedió durante los tres meses previos al dos de mayo, y la más personal. Todo ello, con elementos de película de aventuras clásica: hay una figura heróica, una amada, y un sinfín de peripecias que, terminan, como es sabido, de forma trágica". No en vano, el personaje de Gutiérrez es una representación simbólica de ése con la camisa blanca que aparece en el famoso cuadro de Goya sobre los fusilamientos.
Gusto romántico. José Luis Garci y su coguionista habitual, Horacio Valcárcel, se han inspirado en dos episodios nacionales de Benito Pérez Galdós. La historia nos sitúa 90 días antes de la revuelta del pueblo madrileño cuando el héroe, Gabriel, está mucho más preocupado por poder pasar el resto de su vida junto a su novia, Inés (Echevarría) que por los avatares políticos. Lo cual no impide que el mozo sea testigo accidental de los acontecimientos que precederán a la tragedia, desde el motín del 19 de marzo contra Godoy hasta el regreso del rey Fernando II el "deseado". En este contexto, mientras la pareja se dispone a partir para Cádiz, lugar natal de Gabriel, tras sortear numerosos obstáculos se dará de bruces con el levantamiento contra las tropas imperiales, marcando su destino y dando la verdadera valía heroica del protagonista.
El argumento, que recuerda a un folletón, promete devolver a las pantallas el esplendor de ese cine con sabor a clásico que siempre le ha gustado tanto a Garci. De todos modos, Gutiérrez insiste en la modernidad del planteamiento: "Documentándome para la película descubrí muchas cosas. Por ejemplo, como nuestra sociedad del bienestar nos ha convertido en personas muy diferentes, nuestras necesidades no tienen nada que ver. Por aquel entonces conseguir un vaso de leche podía ser una odisea. Por la otra, me fue de gran ayuda tratar de situar al personaje en el contexto actual. Te das cuenta de que la vida interior de los personajes no era tan distinta". Su novia en la ficción, Paula Echevarría, comparte la misma opinión:"Desde luego, hay muchas diferencias entre la gente de ahora y la de entonces. Por ejemplo, yo que soy muy habladora y echada para adelante he tenido que contenerme. Pero aunque es cierto que en esa época se valoraba menos a las mujeres, tampoco es que fueran tontas. He podido sentirme perfectamente identificada con los sentimientos de mi personaje", explica entusiasta.
Dos mundos. Para Ecehevarría, será su segundo trabajo con Garci tras su experiencia en Luz de domingo. De hecho, el cineasta quería repetir la pareja protagonista de esa película, contando con álex González como héroe, sin embargo problemas con la agenda del actor lo impedieron: "Ojalá algún día yo pueda hacerle un favor a otro actor como el que me ha hecho a mí álex", explica Gutiérrez. Para el actor, ha supuesto un trabajo durísimo, " de 74 días de rodaje yo he trabajado 72. Era como si fuera uno más del equipo de cámara. Ha sido un papel muy exigente que para mí marca un antes y un después". Respecto a Garci, todo son buenas palabras: "Sabe de cine lo que no está escrito. Ha supuesto el encuentro entre dos personas que vienen de ámbitos muy distintos. Yo soy de Barcelona y él es un profundo conocedor de Madrid y su historia".
Echevarría es la que se muestra más ilusionada con la importancia histórica: "El dos de mayo marcó un punto de inflexión. Nos da una lección muy importante, que es aprender que podemos hacer algo si realmente queremos. Nos hemos vuelto todos muy cómodos cuando sigue habiendo muchos motivos para salir a la calle y protestar". Para Quim la escena más fuerte emocionalmente fue, lógicamente, el fusilamiento: "Lo rodamos casi al final. Fue un día muy especial. Muy hermoso. Como esta película".
Los precedentes
La primera película en tratar la guerra de la independencia fue El Dos de Mayo, realizada en 1927 por el pionero santaderino José Buchs. El filme, mudo, será proyectado el 1 de mayo en Madrid con el acompañamiento al piano de Javier Pérez de Azpeitia. Sólo dos años después llegaría la primera Agustina de Aragón, de Florián Rey. Cuenta con dos versiones, una con Manuel San Germán como galán y la otra con José María Alonso Pesquera. La película ofrece una visión romántica e idealizada. Tras el paréntesis de la Guerra Civil, Eusebio Fernández Ardavín vuelve a la carga con El abanderado (1943). Es una mezcla entre folletín y acción, con tono patriotero. En 1950, Juan de Orduña estrenó su famosa Agustina de Aragón, protagonizada por Aurora Bautista. Es un filme épico de marcado tono nacionalista que fue un gran éxito. En 1953, Lola, la piconera, de Luis Lucía, con Juanita Reina y música de León y Quiroga. En el mismo tono folclórico, en 1959 surgía Venta de Vargas, con Lola Flores. Ya en los 80, Jordi Grau recuperó una vieja leyenda militar en La leyenda del tambor (82), sobre la resistencia contra los franceses de los habitantes de Manresa. Los últimos filmes han tenido a Goya como referente: Volavérunt (1999), de Bigas Luna, y Los fantasmas de Goya (2005), de Milos Forman.