El Cultural

Cosas de yanquis

6 mayo, 2009 02:00
1. En la lista que acaba de publicar Time sobre las 100 personas más influyentes del mundo no está, of course, Zapatero ni su Alianza pero sí Penélope Cruz. Ben Kingsley, con el que rodó Elegy (película, por cierto, que vi la semana pasada y me dejó impresionado, es fantástica), escribe que la actriz está llena de gracia y bla, bla, bla. Me pregunto, y muy seriamente, por qué demonios les gusta TANTO Pe a los americanos. Hollywood está lleno de actrices talentosísimas que no tienen un Oscar y ella, a sus 35 añitos, ya luce uno. Y ahora, toma ya, entre las 100 personas más influyentes del mundo junto a Obama, Carlos Slim o Angela Merkel. He dicho decenas de veces que soy fan de la Cruz, pero la verdad, tanto bombo me sorprende un poco.

2. En la misma lista, Bono escribe el texto de George Clooney. En realidad, Bono lo que hace es defenderse a sí mismo. Empieza reconociendo que es una paradoja que se reúnan ricos con súper ricos para fomentar la paz en Darfur, por citar la causa preferida de Clooney. Pero, dice Bono, así es la vida y Clooney "realmente" se preocupa por ello. Para Bono lo esencial del asunto es que Clooney ha aprendido a manejar los recursos de la sociedad de masas actual para manipular a la prensa y conseguir que hable de los asuntos de su propia agenda. Dice Bono: "el actor ha conseguido que cuando se hable de él se hable de otra cosa que no sea... él". Yo he criticado muchas veces la histeria de los actores por meterse en política (hay un artículo de Mario Vargas Llosa llamado "Los cómicos" genial y contundente que es el reverso del de Bono) y, sin embargo, me sorprendí a mí mismo dándole la razón al cantante de U2. Después me di cuenta de que, sencillamente, Clooney me cae bien. Todos tenemos nuestras debilidades. (Por cierto, en la misma línea, Leonardo Di Caprio escribe sobre un militante ecologista y Angelina Jolie sobre una agitadora de derechos humanos de Camboya).

3. Por lo visto, Estados Unidos ha vuelto a incluir a España en su lista negra de países piratas. En esta ocasión, el tono sube una octava y, al parecer podrían emprenderse acciones mayores (vetos comerciales etc). Teniendo en cuenta que en este país Obama cae mejor que nadie y que el Gobierno actual está como loco por convertirse en su mejor amigo,puede que esta vez el aviso se escuche en serio. Dice el informe: "El Gobierno español ha hecho un esfuerzo mínimo para cambiar la extendida y errónea percepción que existe en España de que compartir archivos por sistemas p2p es legal". Mínimo es poco, no ha hecho nada. O al revés. El otró día me llamó una simpática comercial de una compañía especialmente mimada por nuestro Gobierno proponiéndome que aumente mi ancho de banda. Le dijo que no se me ocurría el motivo y encantada de la vida me contestó: "Ya verás lo rápido que te bajas así las películas". De piedra me quedé.