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Pese a ser una de las "instituciones más emblemáticas" del Estado español, la Guardia Civil ha sido relegada en los estudios universitarios, en contraste con el interés que han despertado otras instituciones (Iglesia y Ejército), o los partidos políticos, los sindicatos o la propia actividad parlamentaria. A la mencionada relegación habría que añadir como agravante ese apriorismo que ha llevado a una tradicional polarización, como si sólo fuesen viables su defensa a ultranza (la Benemérita heroica y mártir) o la denuncia de sus excesos represivos ("Guardia Civil asesina").

López Corral (Pontedeume, 1956), historiador y miembro del Cuerpo, trata de superar ese habitual maniqueísmo para bosquejar un cuadro de sombras y luces (aunque éstas terminan predominando sobre aquéllas). Quiere además situar las vicisitudes de la Guardia Civil en su contexto, aunque conviene aclarar que no estamos tanto ante una historia convencional de la institución como ante unos "cuadros históricos" -cinco en total- que sirven para plantear una serie de cuestiones sobre la estructura y funcionamiento del Cuerpo y los conflictos específicos que surgen en el cumplimiento de su cometido. Todo ello abarcando un amplio lapso entre su fundación por el duque de Ahumada (1844) y la muerte de Franco (1975). Sobresale como importante línea argumental la discordancia entre el ideal civilista y la realidad militarista que ha sido conflicto recurrente en esa larga trayectoria, con todo lo que ello implica en la inserción de esta fuerza armada en la estructura estatal y en la adopción de un modelo de seguridad. Un debate aún no completamente cerrado.

A caballo, pues, entre el ensayo político y la crónica histórica, este análisis tiene otra cualidad fundamental que debe resaltarse: su aproximación a ras de tierra, es decir, el intento de comprender no sólo a la institución sino también a los hombres concretos que la integran, en sus modos de vida, valores, penurias y aspiraciones. Se trata, en síntesis, de un estudio de mentalidades que se conjuga adecuadamente con el itinerario institucional. Una historia que puede ser definida con tres parámetros: profesionalidad, eficacia y apoliticismo. El mantenimiento de estos principios a lo largo de tantos años explica, en opinión del autor, el éxito de la Guardia Civil.