Carlos Aires: Love is in the air..., 2009
Carlos Aires (Ronda, 1974) expone por primera vez en Barcelona, una ciudad reticente al barroquismo y a la provocación más explícita. Justamente, los dos aspectos que forman línea programática de la galería y que califican al artista. Carlos Aires, afincado en Amberes, pasó a primer plano de la carnaza informativa al colgar en Viena unos carteles de desnudos simulando prácticas sexuales y disfrazados con caretas de Bush, la reina de Inglaterra y Blair. ADN Galería muestra una selección de sus trabajos. Desde
Mistger Hyde, un vídeo de 2003 que combina imágenes grabadas con cámara nocturna en un pasaje del terror, con la crudeza del cuarto oscuro de una discoteca gay, hasta el toro de Osborne como un panel luminoso lleno de bombillas rojas o la serie de billetes de 50 euros con figuras recortadas, ambas de 2009, pasando por los conjuntos de fotografías de estudio con enanos o
drag queens, los discos de vinilos recortados en una especie de collages pop o los cuchillos con imágenes de prensa. Entre tanto material, más allá de poder recomponer una unidad estilística, lo que nos encontramos es la voluntad, por un lado, de unir la tradición e imaginería barroca andaluza con las claves de la cultura pop y, por otro, solapar a ese entramado barroco y pop referencias a realidades que aparentemente no forman parte de la alta cultura o de la cultura pública: personas con la cara peluda y enanos -referencia, sin duda a Velázquez-, cuartos oscuros... Todo con un interés marcado por la provocación, esa cuya premisa es negar que se esté buscando.