El Cultural

Nueva temporada

24 agosto, 2010 02:00
1. Amigos, todo lo bueno se acaba, incluidas las vacaciones. Por lo menos las mías. Dos películas han centrado la atención de los cinéfilos durante estos días de canícula: The Girlfriend Experience, de Soderbergh, y Origen, de Cristopher Nolan. Cada una a su manera son buenas películas, que demuestran que sigue siendo posible tanto un cine independiente de calidad en el primer caso como una superproducción con fuste en el segundo. He aprovechado el relax para ver algunos títulos que se me habían escapado. Como Villa Amalia, de Benoît Jacquot, una película que ha recibido críticas muy elogiosas. Es una cinta notable en la que brilla Isabelle Huppert en un papel complejo y al mismo prototípico: el de mujer casada que abandona el hogar para encontrarse a sí misma. Me pareció, eso también, una película sencilla y un pelín esquemática.

También vi Nothing Personal, película irlandesa con directora polaca que ganó diversos premios en Locarno y el Festival de Sevilla. Es una especie de fábula sobre la incomunicación que va de exquisita y se queda en experimento incomprensible y pedante. No he hablado de Canino, la película más polémica de los últimos meses y un éxito en círculos reducidos. Ni la detesto ni la amo, me parece una boutade conseguida, un artefacto menos subversivo de lo que pretende aunque realizado, eso sí, con mucha inteligencia y refinada mala baba. También he visto Philip Morris, ¡Te quiero!, la película gay de Jim Carrey que no se ha podido estrenar en Estados Unidos. En España nos encanta hacernos los superiores a los americanos sin serlo y muchos se han lanzado a defenderla para dejar claro, de paso, que aquí no somos tan mojigatos. Al margen de que sea gay o no gay, es una comedia un tanto tontorrona, de ésas que te deja una sonrisa pero olvidas al minuto siguiente.

2. El próximo día hablo de la polémica en la sección de opinión de El País sobre el cine español. Un tal John J. Healy la ha liado parda al decir que "hay algo" en el carácter español que no va con el cine". El tema tiene tela y Healey, bastante razón a pesar de lo pintoresco de algunas de sus teorías.