Guillermo de Osma

El galerista y presidente de ArteMadrid analiza el comienzo de la temporada artística

Esta noche las galerías madrileñas se visten con sus mejores galas. Madrid se vuelca con el arte y, a pesar de los excesos cometidos en la Noche en Blanco, sale de nuevo a la calle para festejar que, con crisis o sin ella, el arte está vivo. Hay copa esta noche y desayuno el sábado. Las galerías están que lo tiran, cuando en realidad los tiempos no están para regalar nada: "No queremos dejar escapar a los coleccionistas, queremos que estén con nosotros", bromea Guillermo de Osma. Además, los dos grandes museos, con el ánimo de estrechar lazos, se suman a la fiesta: el Reina Sofía se convierte en sede, mañana viernes, de una mesa redonda sobre coleccionismo y el Prado abre sus puertas a galeristas y coleccionistas el sábado por la mañana. "Queremos marcar el inicio de curso con potencia y visibilidad y con esta idea de alianza entre instituciones, galerías y coleccionistas, los tres grandes ejes del arte contemporáneo", dice. La temporada queda oficialmente inaugurada.

Pregunta.-¿De verdad ayuda esta macro inauguración conjunta a las galerías?
Respuesta.-Sí ayuda, y mucho. La reivindicación de la galería como espacio cultural activo no se consigue de un año para otro, hay que insistir y cambiar la idea que tiene el publico, incluso la administración. Hay que normalizar la función que cumplen las galerías, esenciales durante todo el siglo XX y que no han estado suficientemente reconocidas.

P.-¿Qué esperan de esta temporada en la que la crisis vuelve a estar tan presente?
R.-Muy presente, pero no éramos ingenuos sobre el tema, todos esperamos tener dos o tres años duros. En España se respira un ambiente de fragilidad mayor que en otros países que nos rodean. Tenemos por delante un año complicado.

P.-Son épocas en las que todo el mundo pide algo. Ustedes ¿qué reclaman?
R.-Tenemos una reclamación ya vieja del IVA cultural, como tienen otras industrias culturales, del 7%. Aunque es una petición a nivel nacional y que parece que va por buen camino. Desde Arte Madrid, queremos que las instituciones y los museos en estos momentos y mientras dure la crisis tengan una política muy clara de compra a las galerías de su territorio y luego a las nacionales. No es más que lo que hacen en otros países, como en Francia, por ejemplo, que todas las compras se hacen a través de galerías francesas. Nos gustaría que aquí se siguiera esta línea.

P.-¿Cómo se fomenta el coleccionismo en estos tiempos?
R.-Organizando actos como éste, diciendo "aquí estamos". Somos un elemento muy importante, estamos vivos y tenemos ganas, somos el primer eslabón de la creación, nuestro trabajo es en realidad un beneficio público ya que el arte que promocionamos hoy acabará en un museo o en una colección. Además damos muchas facilidades, hemos bajado al máximo los precios, somos más flexibles, cada vez más gente compra a plazos. Hay que dar facilidades al coleccionista y decirle que hay cosas a partir de 300 euros en todas las galerías, incluso en la mía.

P.-¿Qué esperan de este ARCO que viene después de la polémica de la pasada edición?
R.-Esperamos que sea un ARCO estupendo. Se han tenido en cuenta recomendaciones que veníamos pidiendo, como el que sea más pequeño, sobre todo en tiempos de crisis, y que se respete al comité de selección, que hace un trabajo complicado y poco grato. Y tiene la capacidad de volver a ser una feria que marque territorio y que vaya encontrando personalidad. ARCO debe encontrar su espacio entre tanta feria nueva.

P.-Al frente de una de las principales galerías dedicadas a la vanguardia, ¿hay algo de esta época que usted no sepa o que le quede por contar? ¿Aún gusta la vanguardia?
R.-Seguro que sí. El gran problema no son los proyectos sino encontrar obra para llenarlos. Hay exposiciones que hice hace años que ya no podría hacer. La vanguardia interesa mucho, es donde nace el arte contemporáneo; la actitud actual del artista frente a la creación se origina allí; el todo vale surge en la vanguardia.