El Cultural

Homicide y The Corner. Ensayo y error de The Wire

2 septiembre, 2011 02:00

A raíz de la reciente publicación en España de La esquina / The Corner (1997), de David Simon (en la imagen de la izquierda) y Ed Burns, uno encuentra sobre todo referencias a la serie The Wire (2002-2008). En efecto, este libro es el primer germen de la colaboración del experiodista del Baltimore Sun David Simon (en la imagen) con el expolicía Ed Burns en su detallada y humanista investigación del negocio del narcotráfico (sus causas y efectos) en las calles de Baltimore, y que era una suerte de prolongación de la obra Homicidio / Homicide: A Year on the Killing Streets (1991), publicada en España en noviembre de 2010. Ambas piezas literarias -grandes reportajes de investigación en torno a casos de homicidios y su relación con las drogas, que toman la forma de negras crónicas sobre el declive de la metrópoli norteamericana en la era posindustrial, abocada a una cultura de la violencia- son, de algún modo, el trabajo de campo que los creadores de The Wire realizaron para la obra cumbre de la ficción televisiva. Principalmente basada en las 700 páginas de Homicidio, las cinco temporadas de la serie de la HBO adquirieron el estatuto de la "gran novela americana" del amanecer del siglo XXI.

En todo caso, aunque apenas se mencione, ambos libros -La esquina y Homicidio- han dado lugar a dos series televisivas, cuyo interés per se es extraordinario, más aún cuando se ven después de conocer las conquistas de The Wire [Inciso: a punto de cumplir un año, y tras 43 posts, en To be continued... aún no he hablado con detalle de la mejor teleficción americana de todos los tiempos. Tampoco sé si lo haré]. Como la serie The Shield, tanto Homicide (NBC) como The Corner (HBO) -esta última acaba de emitirla el canal TNT en España- bien pueden tener el mismo efecto en un adicto a The Wire que ya ha visto sus cinco temporadas como la metadona puede tenerlo en el adicto a la heroína. Un lenitivo, un sustitutivo menor, pero eficaz. Por un lado, vienen a mostrarnos de manera casi empírica cómo la excelencia de The Wire -culmen y refundición del camino recorrido por Homicide y The Corner- no responde a factores relacionados con la suerte, el oportunismo o la inspiración, sino a un trabajo de años basado en la investigación, en el ensayo y error, en tentativas y premoniciones, en una suerte de interés mayor y ética profesional que no abandona su campo de trabajo -que esencialmente se disputa en las esquinas de la resistencia social y creativa- hasta que roza la perfección.


Homicide (1993-1999) es una serie de siete temporadas (122 capítulos), emitida por la NBC, que tuvo un considerable éxito en Estados Unidos, y que dio lugar a un largometraje cinematográfico, Homicide: The Movie (2000), que actuaba como el final de-facto de la serie, y en el que Al ‘Gee' Giardello, el teniente del departamento de Homicidios de Baltimore, en la serie, se presenta como candidato a la alcaldía de la ciudad. El creador de Homicide no es David Simon, sino Paul Attanasio, y aunque a Simon le ofrecieron escribir el episodio piloto, declinó porque no se sentía seguro para escribir guiones televisivos. Recomendó en todo caso que enviaran el libro al director Barry Levinson, que entusiasmado por lo que había leído acabó convirtiéndose en productor de la serie. Simon, en todo caso, ante el éxito de la serie, acabó abandonando el periódico para incorporarse como guionista y productor de la serie a partir de su cuarta temporada, si bien su primer trabajo televisivo fue el guión del primer capítulo de la segunda temporada, que escribió junto a David Mills.

The Corner (2000) es una mini-serie de la HBO de seis capítulos en la que se puede apreciar más claramente el germen de The Wire (no en vano sus creadores son los mismos), especialmente en la vertiente dramática que transcurre en las esquinas de la droga, en los horizontes sin futuro (más que el narcotráfico) de un chaval que crece en las calles de Baltimore con dos padres adictos. Algunos de los actores implicados -Clarke Peteres, Maria Broom, Clayton Lebouef, Landce Reddick- trabajaron más tarde en The Wire, y el personaje Fran, la madre protagonista, lo incorporaba la gran Khandi Alexander, que tiene un papel en Treme. La serie se centra en la vida de una pareja adicta al crack y su hijo camello. La esquina en cuestión a la que da título la serie es la que forman West Fayette y Monroe Street, en West Baltimore, y es una de las cien esquinas (estimadas) que funcionaban en los años noventa como mercados de droga al aire libre. El formato de The Corner está más cerca del docudrama que de la inteligente hibridación entre ficción y documental que estila The Wire. El método de rodaje pasa por iniciar cada capítulo con una entrevista ficcionada (con apariencia de realidad, realizada en la calle) a uno de los personajes, para luego seguirle de cerca en su periplo, a la manera del cinema-verité. Es un método muy eficaz pero que también revela pronto sus costuras, y crea cierto distanciamento en el espectador. Una distancia en todo caso muy necesaria, pues el tono de la serie es mucho más dramático, oscuro y pesimista que el de The Wire, despojado de su estilización y su romanticismo.