Image: Amparo Baró

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El Cultural

Amparo Baró

"Volver al teatro me ha rejuvenecido"

7 diciembre, 2011 01:00

Amparo Baró

Hoy estrena en el Teatro Valle-Inclán de Madrid 'Agosto (Condado de Osage)', una obra de Tracy Letts dirigida por Gerardo Vera

El despliegue de collejas y sarcasmos de Sole, su papel en la exitosa serie 7 vidas, hizo a Amparo Baró (Barcelona, 1937) enormemente popular. De nuevo, porque la actriz ya sabía con creces lo que conlleva el escaparate masivo de la televisión, "cuando no había más que un canal o dos, y la gente tenía que verme quisiera o no". Se refiere la veterana actriz a la época de Jaime de Armiñán y Adolfo Marsillach, con quienes debutó en televisión y en teatro a finales de los cincuenta. Abducida por la pequeña pantalla durante los últimos doce años, Baró vuelve hoy a los escenarios de la mano de Gerardo Vera para estrenar Agosto (Condado de Osage), una obra de Tracy Letts a la que precede un enorme éxito en Broadway, cinco premios Tony y el Pulitzer en 2008.

Pregunta.- Vuelve al teatro después de 12 años de ausencia. ¿Por qué tanto tiempo?
Respuesta.- Hace 12 años me ofrecieron un papel en 7 vidas y lo acepté encantada porque había jóvenes actores muy buenos. Nunca había trabajado con Javier Cámara, Blanca Portillo, Paz Vega o Toni Cantó. Pensé que serían 12 capítulos y que podría compaginarlo con el teatro, pero resultaron ser 204 y tuve que dejar las tablas. No obstante, hice algo de cine entre tanto. Aparte de las ganas locas que tenía de volver a subirme a un escenario, cuando Gerardo Vera me mandó el texto de Agosto, ya no es que me gustara, es que necesitaba hacer ese papel.

P.- ¿Y qué tiene el texto para que sintiera esa necesidad imperiosa?
R.- Es una obra que dentro de 20 años será un clásico. Es un drama psicológico tragicómico, el retrato de una familia tremenda del medio-oeste americano, es teatro en mayúsculas. Es una obra universal, porque podríamos encontrar esa misma familia en Madrid, París, Londres o Roma. Es el teatro de la palabra, realista, teatro del grande. Después de algunos premios que he tenido durante mi carrera, Gerardo Vera me ha dado el último al ofrecerme interpretar a Violet y compartir escenario con Carmen Machi, a la que admiro muchísimo. Es una actriz única en su generación y el resto del reparto es excelente. Además, Gerardo Vera es un director tan sensible que te dirige sin que te des cuenta. Ha montado la obra de una forma magnífica, llena de sutilezas y, sobre todo, de verdad.

P.- ¿Cuál es el tono de la obra?
R.- No es melodrama, es tragicomedia. Letts es tan inteligente que sabe que el público no puede estar las tres horas y media que dura la obra concentrado en un drama. Los grandes autores hacen eso: cuando la carga dramática está muy arriba, la rompen con una carcajada. Eso es muy hermoso de hacer, hemos visto lo bien que funciona en un par de ensayos con publico. El otro día le pregunté a un estudiante de teatro que vino a vernos: "¿Se te ha hecho larga?". Y me contestó: "¿Larga? Volvería a entrar otra vez ahora mismo".

P.- ¿Cómo es Violet, su personaje?
R.- Es la matriarca de una familia, una pobre mujer, dependiente de drogas, de tranquilizantes, mayor. Tiene problemas con las hijas, con los yernos, con toda la familia. Cuando los hijos se van el amor sigue existiendo pero de otro modo, los padres siempre quieren recuperar a sus hijos y mantener el cordón umbilical, y eso es lo que le ocurre a Violet. Ella se hunde junto con la casa y todo lo que significa la familia y, de alguna manera, es ella misma quien provoca ese hundimiento.

P.- ¿Qué pretende reflejar Tracy Letts con lo que le ocurre a esta familia?
R.- Refleja gran parte de lo que sucede en muchas familias, también en la suya propia. Es un teatro realista, que podría ser un Miller, un Williams o un O'Neill, un teatro muy duro, muy fuerte. Se nota que Letts es además actor y que se reconoce en muchos de sus personajes. Describe muy bien a las mujeres, supongo que debe tener una familia de mujeres porque ha profundizado muy bien en ese ambiente.

P.- ¿Es mucho más duro el teatro que la televisión?
R.- El teatro es lo más para una actriz, es lo más puro que puede llegar a hacer un actor. No es cansado si te gusta. Es cierto que es duro, sabes que tienes que representar algo todos los días y que en cada función el público es distinto y te manda una energía diferente. Eso forma parte del placer del escenario, que no es comparable a ningún otro ámbito del oficio, porque esto claramente no es más que un oficio, no somos seres excepcionales. Sigo siendo una gran aficionada al teatro, lo quiero, estar de nuevo encima de unas tablas me ha hecho mucho bien. Me ha rejuvenecido, aunque me temo que eso es algo que no conviene a mi personaje.

P.- Mucha gente cree que usted tiene exactamente el mismo carácter que Sole. ¿Qué tiene en común con aquel personaje de 7 vidas?
R.- Que me gusta mucho discutir y la controversia y que de vez en cuando suelto palabrotas.

P.- ¿Cómo afronta el estreno de esta tarde?
R.- Siempre le he tenido mucho miedo a los estrenos, pero esta vez estoy bastante segura. Siempre me voy poniendo más nerviosa cuando se acerca el día y a hora. No son mariposas, sino pájaros lo que siento en el estómago y una parte de mí se pregunta: "¿Yo qué hago aquí? ¿Y si me voy a la playa o algo y desaparezco?" Es un miedo cerval pero necesario, porque así no pierdes la tensión ni la concentración.

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