Desde la prehistoria a las piezas realizadas en este año 2012, y concebidas específicamente para el nuevo espacio del Museo da Cidade de la Cultura de Galicia de Peter Eisenman, Gallaecia Petrea recorre la historia de Galicia a través de la piedra. Seis especialistas, liderados por Miguel Fernández-Cid, se han encargado de cada una de las etapas.
Geología
Mapa en relieve de Laxe, 1953. Foto: Manuel G. Vicente
Es la primera de las seis secciones en que se divide la exposición
Gallaecia Petrea. Comisariada por el
profesor Juan Ramón Vidal Romaní, director del Instituto de Geología Isidro Parga Pondal de la Universidad da Coruña, muestra el origen de
Gallaecia, el territorio más primitivo de la Península y su vinculación con la piedra desde entonces. Aquí nos encontramos con la colección más antigua de rocas de la región, la realizada por G. Schulz entre 1832 y 1834. También con los primeros mapas geológicos de la zona, como el Mapa en relieve de Laxe realizado por Parga Pondal en 1953.
Prehistoria
Vista de la exposición. Foto: Manuel G. Vicente
Ignacio Vilaseco Vázquez, arqueólogo del Servicio de Arqueología de la Dirección General de Patrimonio Cultural, es el responsable de la sala dedicada a la Prehistoria. Destacan las primeras herramientas y las construcciones funerarias, pero, sobre todo, las primeras viviendas, símbolo principal de la prehistoria galaica que conserva en su territorio más de 2.700 castros. El misterio de los petroglifos sigue sin desvelarse, pero su halo mágico deja aquí su huella. La losa del pez y del círculo (siglo I d.C.) o anterior es uno de los mejores ejemplos del grabado en piedra.
Roma
Vista de la exposición. Foto: Manuel G. Vicente
La conquista romana trae consigo ingenieros capaces de sacarle lo mejor a un material difícil como la piedra. Una técnica impecable que transformó los bloques de granito en calzadas, puentes, teatros… Vemos en esta sección, de la que se ha encargado
Antonio Rodríguez Colmenero, profesor ad Honorem en la Universidad de Santiago de Compostela, las primeras esculturas. Como la
Venus de Vidago, esculpida en granito por algún artista local (Chaves, Portugal); las columnas graníticas estriadas de
Aquae Flaviae (Chaves) y los milarios de una de las vías romanas mejor conservadas del Imperio, la Vía Nova.
Medievo
Vista de la exposición. Foto: Manuel G. Vicente
Pero es en el Medievo cuando la piedra alcanza su máximo esplendor. Y así lo demuestra esta sala comisariada por
José Carlos Valle Pérez, director del Museo Provincial de Pontevedra. Santiago se convierte en el gran centro de peregrinación cuyo símbolo será el Pórtico de la Gloria de Maestro Mateo. Destacan las grandes catedrales del Camino, como Tui, Orense y Lugo, pero también los símbolos funerarios. En la exposición podemos admirar la
Virgen de la Leche, anónimo francés de inicios del siglo XIV, y el tímpano de la iglesia de San Xoán de Palmou (h. 1150-1160).
Moderna
Vista de la exposición. Foto: Manuel G. Vicente
La plaza del Obradoiro es el epicentro de la época Moderna. Empieza con la construcción del Hospital Real de Santiago y termina con el levantamiento de la propia plaza. La escultura sale al exterior y los maestros portugueses tendrán un papel importante. Además se generaliza el uso de piedras importadas como el alabastro o la caliza. En la exposición es
Ana Goy Diz, profesora de Historia del Arte de la Universidad de Santiago nuestra cicerone. El relieve de la
Virgen con el Niño (siglo XVI) del Museo Diocesano de Lugo o
La Medicina del Claude Laprade (1702) ocupan un lugar preferente.
Contemporánea
Vista de la exposición con Nube, de Manolo Paz, en primer plano. Foto: Manuel G. Vicente
Las dos piezas realizadas ex profeso para la exposición,
Leviatán de Leiro y
Barca Solar de Silveiro Rivas, son el punto y final de este viaje por la historia de Galicia y de la piedra. Máximos exponentes de la escultura actual, como Manolo Paz, con su
Nube de 2.000 kilos de granito, o Xosé Manuel Castro son deudores de Asorey, cuyos monumentos en granito y diferentes texturas y colores son la gran aportación plástica de principios del XX. El comisario de
Gallaecia Petrea, Miguel Fernández-Cid, gerente de la Fundación Torrente Ballester, se encarga de esta selección.