Image: Chano Domínguez

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El Cultural

Chano Domínguez

"No tiene sentido tocar mil notas por minuto en un mano a mano de pianistas"

30 junio, 2012 02:00

Chano Domínguez. Foto: Antonio Heredia

Cierra el Festival de Jazz de los Teatros del Canal junto a Jerry González y Pepe Rivero

La II edición del Festival Clazz Continental Latin Jazz, que tiene a los Teatros del Canal como epicentro, finaliza este sábado, con un mano a mano de pianistas sin precedentes. Chano Domínguez frente Pepe Rivero. En realidad, sería más correcto decir Chano Domínguez junto a Pepe Rivero, porque, como cuenta el primero a elcultural.es, "la competición es para las carreras de coches no para la música". El pianista gaditano ultima el concierto en su estudio (hemos tenido que llamarle cuatro veces al móvil para obtener su respuesta). Su intención es sacar a relucir algunos temas de su último disco, Flamenco Sketches, un versión aflamencada del legendario Kind of Blue de Miles Davis. Pero también tiene previstas algunas sorpresas, como la irrupción de la trompeta de Jerry González. "Será una velada divertida", promete.

Pregunta.- ¿Qué va a tocar este sábado en el escenario de los Teatros del Canal? ¿Flamenco Sketches?
Respuesta.- Voy a estar acompañado Horacio Fumero, que fue contrabajista de Tete Montoliú en su última época, y del percusionista David Xirgu, pero voy sin cantaor, así que sólo podremos tocar algunos temas de Flamenco Sketches. Haremos improvisaciones junto a Jerry González, que será el músico invitado, y al final con el trío de Pepe Rivero. Con estos músicos seguro que será una noche muy agradable y divertida.

P.- Es su primer duelo con Pepe Rivero. ¿En este tipo de concierto qué prima, la competición o la colaboración?
R.- Yo he tenido la suerte de hacer conciertos de este tipo con músicos como Herbie Hancock, Chick Korea, Chucho Valdés, Iñaki Salvador... Con Pepe es la primera vez. Son conciertos en los que en los que siente una viveza y una creatividad especial. Yo la palabra competición en música no la concibo. Eso es para las carreras de coches, para el salto de altura... No tiene sentido lo de tocar mil notas por minuto y que el concierto se convierta en un quilombo en el nadie entiende nada. De lo que se trata es de compartir la belleza de la música.

P.-¿Cómo ha encajado el público estadounidense su versión aflamencada de Kind of Blue de Miles Davis?
R.- Más que aflamencamiento yo diría una nueva visión. Miles quiso dejar con ese disco muchos caminos abiertos. Estableció unos parámetros que muchos músicos han utilizado después, pero no cerró el disco, no quedó hermético, y por eso permite aproximaciones personales. En eso se nota el sentido libre que tenía de la música, al que nunca renunció. Me han felicitado muchos músicos norteamericanos y Blue Note me invitó a grabar con ellos. Estoy muy contento que Miles Davis, presentado así, bajo este concepto tan personal, haya sido tan bien acogido allí.

P.- Usted empezó con la guitarra flamenca. ¿Por qué decidió al final decantarse por las teclas en detrimento de las cuerdas?
R.- Yo llegué al piano muy tarde, con 20 años. Es cierto que empecé con la guitarra pero luego viví una transición hacia el piano a través de los teclados de los órganos y sintetizadores con mi grupo Cai. Quise aprender a tocar el piano porque sabía que me vendría bien para tocar estos instrumentos, pero al final me quedé en él.

P.-¿En esa época de Cai podía imaginar que su trayectoria profesional circularía por los derroteros de ahora?
R.- Pues si se escucha el primer disco del 78 puede apreciarse ya la mezcla del flamenco con los grupos de rock sinfónico que nos gustaban entonces: Yes, Genesis, Jethro Tull, Pink Floyd. Este acercamiento de otras músicas a la cultura de mi tierra ya era una objetivo en esa época, y lo sigue siendo pero ahora con el jazz.

P.- Pero usted dice que el jazz y el flamenco, en la forma, son músicas muy dispares. ¿Cuál es truco para combinarlas y que la fusión suene con personalidad propia?
R.- Para mezclar dos lenguajes es fundamental conocerlos muy bien antes. Yo he nacido en Cádiz, bajo un paraguas de muchas músicas, en la que predomina el flamenco. Al jazz me acerqué por su flexibilidad para la improvisación y porque es un lenguaje universal, que te permite entrar en contacto con músicos de todo el mundo.

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