Image: Juan Carlos Corazza

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El Cultural

Juan Carlos Corazza

"Toda obra que nos ayude a contemplar una salida es necesaria"

28 junio, 2013 02:00

Juan Carlos Corazza

Representa 'Mucho ruido y pocas nueces' en el Conde Duque.

Lo que verdaderamente importa a Juan Carlos Corazza (Córdoba, Argentina, 1959) es que su trabajo con los actores acabe por convertirles en mejores personas. Quizá por esto es un referente, como maestro y como director. Por su escuela han pasado intérpretes de la talla de Javier Bardem, Elena Anaya y Pilar López de Ayala. Hasta el sábado presenta en el Conde Duque un taller que deja al descubierto los entresijos de la puesta en escena de Mucho ruido y pocas nueces, con alumnos de nivel avanzado procedentes de su academia. Una manera de romper la cuarta pared con una obra, como todo Shakespeare, "viva y actual", y una reflexión sobre cómo el ser humano no valora lo que tiene hasta que lo pierde.

Pregunta.- No es la primera vez que organiza algo así.
Respuesta.- No, Teatro de la reunión es un proyecto en el que presentamos desde hace años clases abiertas con principiantes, talleres-montajes abiertos con alumnos avanzados y montajes con profesionales, en diferentes centros culturales y en el extranjero. Es muy interesante ver cómo el público se interesa por los jóvenes que están empezando, y cómo disfruta del proceso, y participa de la evolución de los actores.

P.- ¿Qué tal está resultando la experiencia en el Conde Duque?
R.- Está siendo especialmente grata, porque el Conde Duque está apoyando una iniciativa que integra lo pedagógico con lo artístico. Es el primer teatro en Madrid que se ha interesado por la propuesta.

P.- ¿Cuál era el objetivo de esta iniciativa?
R.- Queremos acercar al público a autores universales y a nuevos autores, y que tenga posibilidad de conocer la preparación de una puesta en escena y de un personaje. El público siempre se siente fascinado cuando puede participar de la cocina y creación de un actor. Eso genera un respeto y un conocimiento que al público le hace mucho bien, y al teatro también le ayuda. El espectador también crece en su calidad de público.

P.- La preparación de la obra casi se convierte en la propia obra.
R.- Sí, el evento para el público engloba la propia obra y el aspecto de investigación y ensayo, el aquí y ahora de cada momento.

P.- ¿Por qué ha elegido Mucho ruido y pocas nueces?
R.- Shakespeare siempre tiene la posibilidad de hacer un teatro actual, vivo, y en concreto esta obra nos advierte de lo destructivo de la palabra. Y lo hace con mucho sentido del humor y un ingenio brillante. Una frase dice: "No apreciamos lo que tenemos mientras lo disfrutamos, sino cuando nos falta y está perdido, entonces extremamos su valor". Ocurre en nuestras vidas, y en la sociedad. Es cuando merman los beneficios que tenemos que los apreciamos verdaderamente. Nos pasa también con la naturaleza. Esto no tiene fin en la humanidad, es algo de todos los tiempos. Nos hace volver los ojos a temas esenciales, el hombre no acaba de evolucionar. Y en estos momentos, toda obra que nos ayude a contemplar una salida es urgente, es una obra necesaria.

P.- ¿Cómo enfoca el trabajo con los actores?
R.- Soy partidario de estudiar a todos los maestros que han hecho que el teatro evolucionara, de todo aquello que ayuda a que el actor pueda hacer una creación que tenga humanidad, originalidad, verdad y, sobre todo, que la forma de hacerla sea una que a él como persona le haga bien, que le permita disfrutar de su trabajo. Si un actor trabaja bien, con respeto, criterio, amor y sentido del humor, es posible que crezca como persona.

P.- ¿Todo actor debe pasar por el teatro?
R.- No necesariamente. Algunos pasan por ahí, y se vuelven más artificiales y más mezquinos. También los hay que hacen lo mismo pasando por el cine y la tele. Depende de qué se haga con la oportunidad de trabajo. Depende de con qué actitud yo trabajo.

P.- ¿Qué diría a los que afirman que la situación del teatro hoy es Mucho ruido y pocas nueces?
R.- Creo que en el teatro lo que hay que estar reflexionando siempre, en las obras y la manera de hacerlas, es por qué tenemos los conflictos que tenemos y cuál es la salida.

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