El Cultural

¿Por qué ha dimitido Pedro Pérez?

18 julio, 2013 02:00

Aunque de algún modo ya había dado señales de ello, la noticia sorprendió a propios y extraños. Hace exactamente una semana, Pedro Pérez abandonaba la presidencia de la confederación FAPAE -entidad que agrupa a los productores audiovisuales de España-, cuyas funciones ha venido desarrollando casi con plena dedicación a lo largo de 14 años repartidos en dos periodos: de 1993 a 1997 y de 2003 a 2013. Más allá de sus aciertos y errores, de sus éxitos y fracasos, o del legado que ha podido dejar en la institución que aglutina la producción cinematográfica española (no son pocas las conquistas en el terreno estructural y legislativo de la industria), lo cierto es que el asturiano se había convertido en una pieza importante para todos los sectores implicados en la cinematografía española, especialmente por su dilatada experiencia, su capacidad para generar consensos, sus excepcionales dotes para la negociación y su visión política de conjunto.

Según indicó FAPAE en un comunicado, su ahora expresidente considera "necesaria" una renovación que permita seguir trabajando "en la defensa de los productores" del país. Su relevo lo ha tomado de momento Joxé Portela, quien fuera vicepresidenta de la Junta. Aparte de la contrariedad de Pérez por no haber logrado la marcha atrás del Gobierno en la subida del IVA cultural (pese a ser considerado un hombre cercano al PP, no se ha cortado a la hora de criticar duramente a los ministros de Hacienda y de Cultura), y de algunas informaciones aparecidas sobre una cuenta en un banco suizo compartida con Francisco Correa, los motivos por los que después de tantos años, y en un momento tan crítico para el cine español como el actual, Pérez ha decidido dimitir de su cargo, no están del todo claros. ¿Ha tirado la toalla? ¿Ha abandonado un barco en zozobra?

Quizá el motivo de mayor peso ha sido el cansancio, el puro hartazgo frente a un gobierno asbolutamente inmovilista, agresivo y enemigo casi declarado de los intereses del cine español. Y aunque estos motivos no dejan de ser meras especulaciones, lo cierto es que los muchos retrocesos que ha experimentado la situación del cine en la actual legislatura parecen haber echado por tierra los avances en los que ha venido trabajando a lo largo de tantos años. Como testigo de privilegio de la demolición de las estructuras del cine español en los últimos tiempos, no debe extrañarnos que la frustración se haya apoderado por completo del ánimo de Pedro Pérez en su gestión como portavoz de los productores.

Apenas un mes antes de anunciar su dimisión, el jueves 6 de junio, Pedro Pérez impartió una Master Class a varios alumnos del Máster de Producción Cinematográfica de la Escuela Universitaria TAI (Madrid). El entonces todavía presidente de FAPAE aceptó generosamente la invitación y a lo largo de más de tres horas, con plena franqueza y sinceridad, compartió sus puntos de vista sobre la actual situación del cine español, explicando los retos y dificultades a los que se enfrenta. Aunque dibujó un futuro más cargado de optimismo que de pesimismo, lo cierto es que su discurso se tiñó en varios momentos de esa frustración que él mismo ha reconocido sentir. Una frustración derivada no solo de la descabellada decisión del IVA cultural, sino de una nula voluntad política para desarrollar acuerdos y legislaciones necesarios para la superviviencia, en dignas condiciones, del cine español, y que comprenden promesas no incumplidas como las modificaciones de la Ley del Cine, la incentivación de desgravaciones fiscales, la inexistente Ley de Mecenazgo, la lucha contra la piratería, etc.

Aunque no era un acto público, sino un encuentro de carácter académico y esencialmente privado, me he tomado la libertad, sin que sirva de precedente, de transcribir a continación algunas partes significativas de la intervención de Pedro Pérez en la Master Class impartida en TAI. Lo hago principalmente porque considero que, una vez abandonada la presidencia de FAPAE, sus reflexiones (que en todo caso no le comprometen en ninguna medida, pues están en perfecta sintonía con el discurso que ha venido manteniendo a lo largo del último año) adquieren una nueva relevancia. Quizá a partir de ellas podamos comprender un poco mejor por qué ha dimitido Pedro Pérez.

Pedro Pérez, el 6 de junio de 2013

Subida del IVA al 21%. "A mí me han dicho desde el propio Gobierno: 'Tenéis toda la razón, la hemos cagado, y se va a rectificar, pero políticamente ahora no nos conviene'. El problema es que ya hemos perdido mucho tiempo y se ha hecho mucho daño al sector".

Ley del Cine. "El Gobierno dijo que vamos a acabar con la cultura de subvenciones aunque no con las subvenciones de la cultura. De momento, no han cambiado ni un solo artículo de la Ley. Ésta va acompañada de una Memoria Económica, que dice que en el año 2013 los Presupuestos Generales deben destinar al Fondo de Protección a la Cinematografía de 100 millones de euros. Pues bien, estamos en 39 millones".

Ley de Mecenazgo. "Dijo el ministro Wert que íbamos a crear juntos a una Ley de Mecenazgo, pero esta ley no vale para nada, pues solo es válida para actividades sin ánimo de lucro, y lo que yo digo es que las productoras no tienen lucro pero sí tienen mucho ánimo".

Política fiscal. "Las desgravaciones fiscales para inversores privados sin ninguna duda nos ayudaría, pero si queremos de verdad meter un cohete para que esto funcione, y que se mueva dinero para rodajes, al menos necesitamos una desgravación fiscal del 40%, como el resto de países de nuestro entorno. [Actualmente está en el 18% y se ha demostrado muy ineficaz]. En Colombia llega a ser del 140%, y en Brasil del 100%".

Insultos al cine español. "Los de derechas dicen que los del cine son unos izquierdosos de mierda y los de izquierda que son unos ladrones, y todos parecen estar de acuerdo en que deberíamos dejar de lamentarnos. Pero creo sinceramente, dadas las circunstancias, que nos quejamos muy poco".

El mito americano. "Lo de que el Gobierno de Estados Unidos no ayuda a su cine es una patraña y un mito. Hasta Michelle Obama sale en los Oscar en defensa del cine de su país. ¿Aquí se imaginan ustedes a Ana Botella, o incluso a la Reina, en los Goya, defendiendo el cine español? Yo no. En USA, aparte de otras ayudas indirectas por beneficios fiscales, se han repartido 1.500 millones de dólares de dinero público para la producción cinematográfica, generalmente por parte de las administraciones de los Estados. Alli hay toda una serie de facilidades estatales, y nunca he oído allí decir que los del cine son unos ladrones porque se llevan dinero público. En España, el cine recibe 39 millones del Estado. Solo en el sector de las energías renovables, por la vía de las primas (que acaba pagándolas el contribuyente), va a repartir 9.200 millones de euros. Así que, por lo menos, que la gente se entere de lo que realmente pasa y repartamos los insultos".

Apreciaciones injustas. "Yo debo ser el primero en ejercer la autocrítica en este sentido, pero la demolición del cine español es brutal. Aparte de lo que hemos podido hacer mal, ha habido dos razones importantes y en mi opinión muy injustas. Una fue el momento Goya de la guerra de Irak. Las encuestas decían que el 90% de la población española estaba en contra de la guerra, pero la pancarta la cogieron los cineastas, los actores, y entonces se deleznó la profesión. Incomprensible. La segunda fue la ley de obligariedad para las televisiones de destinar el 5% de sus beneficios a la financiación cinematográfica. He tenido que escuchar de boca de Alejandro Echevarría, el presidente de UTECA [organismo que agrupa los canales comunitarios], que el poderoso lobby del cine le tenía asfixiado. Se desató una campaña totalmente injusta contra el cine".

Valoración exterior. "El aprecio que hay en el extranjero al cine español es muy superior al que le tenemos nosotros. El cine español vende más entradas en taquillas fuera de España que dentro de España, y su repercusión en festivales internacionales es muy importante. Y también con datos objetivos, el país no estadounidense que en los últimos veinte años ha obtenido más estatuillas Oscar es España. Pero esto nunca se dice".

Mesa de negociación. "Pacté con el ministro una mesa de negociación con el colectivo del cine, y era la primera vez que estaban todos los sectores representados. Vamos a hacer un trabajo en común para defender los intereses del colectivo, y no es mal principio. Nosotros hemos hecho nuestro trabajo. Un documento sobre la modificación del régimen de ayudas, elaborado por José Antonio Félez, del que estamos esperando respuestas, y un segundo documento sobre las desgravaciones fiscales a inversores privados, con el fin de mejorar la seguridad jurídica y el cumplimiento de plazos de los vehículos de inversión".

Autocrítica. "Siempre he dicho que no tengo una varita mágica para decir qué películas van a funcionar, pero no suelo equivocarme con las que sé de partida que no van a funcionar. Y en eso debemos ser autocríticos. Es más difícil hacer la segunda que la primera película, y es normal, pero lo que no se puede hacer es limitar la búsqueda de nuevas voces que renueven la industria".

Ventanas de exhibición y formas alternativas de producción. "No podemos esperar que todas las películas sean de crowdfunding, porque nos cargamos la industria. ¿Hasta qué presupuesto se puede llegar con este sistema? Muy bajo. Y también hay que relativizar el tema de las múltiples ventanas de explotación. Todos recordamos el caso de Paco León y su película, que distribuyó de forma simultánea en varios canales, y que se vendió como la gran alternativa a la distribución. Yo tengo las cuentas de lo que recuadó en Internet, en DVD, en televisión de pago y en salas, de forma simultánea, y con este sistema solo podrían hacerse películas de 200.000 euros, pero no de 20 millones, que es lo que más o menos ha costado, por ejemplo, Lo imposible".

Piratería y distribución on-line. "Cuando decimos que la solución está en Internet hay que ser muy prudentes, porque lo que se recauda on-line a día de hoy no cubre ni el 1% del coste medio de una película. ¿Qué el futuro va a estar ahí? Sin duda, pero hemos vivido mucho tiempo bajo la cultura del todo gratis, y eso va a ser muy difícil de cambiar. Somos el segundo país del mundo con máyor índice de piratería, después de Japón.

Excepción cultural. "Tenemos que plantearnos por qué Francia tiene una cultura cinematográfica mucho más importante que nosotros, cuando es un país de nuestro entorno y con unos recursos de envergadura muy similar a los nuestros. Pues simplemente porque su Gobierno siempre se ha tomado en serio su riqueza cultural nacional, y se ha tomado como una cuestión de Estado crear un marco para que su cine sea sostenible. Aquí eso no ha ocurrido. Aquí he tenido que escuchar de un Secretario de Estado del Gobierno que el cine, la ópera, los conciertos y las artes escénicas no son cultura, sino entretenimiento. Y eso en Europa no es consentible".

El papel de la televisión pública. "Es un momento fundamental para decidir qué papel debe jugar RTVE en el cine español. Si cogemos las cifras de los últimos años de la compra de derechos de emisión, Televisión Española ha invertido en cine español unos dos millones de euros al año, y en el cine americano una media de 85 millones al año. Cuando se paga por una película española 300.000 euros y por una americana dos millones, y ambas hacen un 18% de audiencia, mi pregunta es: ¿a qué industria estamos realmente subvencionando?".