Image: Eva Lootz

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El Cultural

Eva Lootz

"El mercado del arte no privilegia la reflexión"

21 enero, 2015 01:00

Eva Lootz en la presentación de Escultura negativa en CaixaForum Madrid

Presenta Escultura negativa, un libro de artista producido gracias al Premio de la Fundación Arte y Mecenazgo, impulsado por "la Caixa"

Eva Lootz (Viena, 1940) fue galardonada en 2013 en la categoría de Artista por la Fundación Arte y Mecenazgo, impulsada por "la Caixa". El premio, dotado con 50.000€, implica destinar parte de esta cuantía a la edición de un libro de artista que ahora ve la luz. Un volumen imprescindible para comprender la obra de esta artista que, residente en España desde finales de los años 60, ha centrado su obra en la naturaleza, en la materia. Premio Nacional de Artes Plásticas en 1994, Escultura negativa recoge el núcleo duro de su trabajo al recorrer desde la materia, desde el origen, sus ideas, que pasan por el fortalecimiento y la ayuda a los pueblos más débiles y desfavorecidos o la inclusión de la mujer como parte del pensamiento fuerte. "Hay artistas más productivos y otros más reflexivos. Yo sin duda soy de estos últimos", nos dice.

Pregunta.- Cuando le concedieron el premio que implica la realización de este libro pensó desde el principio en esta parte de su producción de los 80, ¿por qué?
Respuesta.- En su día no se pudo exponer este trabajo en ninguna galería y era muy importante para mí. He pensado mucho sobre ello y creo que todo ese mundo de las materias era importante, como lo era también poner el foco en la invisibilidad (desprecio, a veces) de ese trabajo acerca de la materia, que reposa sobre los hombros de los socialmente débiles...

P.- ¿Cree que el mercado ha cambiado y que hoy este tipo de trabajo podría estar en una galería?
R.- Han cambiado muchas cosas pero el mercado del arte no privilegia estas reflexiones, aunque claro, estas han entrado en el circuito de algún modo. No hay más que ver la obra de artistas como Antoni Muntadas, pero sigue siendo minoritario. Aunque hay una corriente que precisamente va en contra del fetichismo y de la mercancía del arte como objeto de lujo, que analiza procesos culturales y de pensamiento.

P.- Escultura negativa, se titula el libro. ¿Qué es? ¿Y los monumentos negativos a los que alude?
R.- Es el reverso de la escultura como expresión del genio. Y los monumentos negativos son el reverso de los monumentos como expresión de la autoridad en el espacio público.

P.- Presta atención en este recorrido al agua, a la sal, al cuarzo, al mercurio y a sus lugares de origen que representan el origen, la génesis de la escultura. ¿Reniega del objeto?
R.- Es complejo porque yo también he hecho objetos, he hecho piezas de vidrio soplado e incluso de bronce, pero siempre hay detrás una idea, una reflexión, una vuelta al origen. Para entender mi trabajo es fundamental este libro porque coge la reflexión, el núcleo duro de mi pensamiento. Todo esto no quiere decir que esté en contra del objeto, pero la materia es el meollo y este libro me ha permitido formularlo con claridad.

P.- Explica también cómo esta vuelta al génesis tiene que ver con su condición de mujer y con cómo ha tenido que empezar a trabajar haciendo tabula rasa.
R.- Se trataba de ir al origen del dualismo materia-espíritu que yo propugno que se desmonte porque es obsoleto. Hoy nos podemos basar en la física moderna, en la física cuántica: nuestro concepto de la materia ya no es el cartesiano de un sólido en el espacio sino un espacio de energía. Ese dualismo ya no está justificado porque podemos basarnos en la física. Lo llamativo es que la exclusión de la mujer del mundo del pensamiento y las sucesivas conquistas han ido en paralelo a este dualismo.

P.- "¿Será porque siempre me he sentido primitiva?" Se pregunta usted en el texto. ¿En qué sentido?
R.- La etnología y antropología me han interesado mucho siempre. Ya con 14 años era amiga de la Sociedad de la Etnología y cuando venían los etnólogos de sus viajes me quedaba fascinada… pronto comprendí que la sociedad que nosotros conocemos es solo un caso particular más, hay miles de modos en los que puede funcionar una sociedad. La economía de mercado exige un sacrificio de los pueblos antiguos, como muestra, el pueblo del desierto de Atacama a punto de desparecer. Por otro lado, otras cosas las he encontrado dentro de mí: yo soy mi propio salvaje. Llevamos dentro toda la historia de la humanidad.

P.- La planta baja del pensamiento... Sugerente título de uno de los epígrafes del libro. ¿Nos explica esta cita?
R.- Es una cita de Fernando Pessoa, uno de mis escritores favoritos, que hago mía porque me viene como anillo al dedo para expresar el hecho de que las mujeres somos las que hemos habitado en la planta baja del pensamiento porque quienes han destacado en la ciencia, en la filosofía, etc., han sido los hombres. Claro que ha habido filósofas en el mundo helénico tardío pero no sabemos nada de ellas. Cabe preguntarse: ¿ha sido necesaria la exclusión de la mujer para el avance? El siglo XX lo puso sobre el tapete y por suerte hemos acabado con ello.

P.- ¿Qué proyectos tiene entre manos?
R.- Hay varios en marcha. Lo más inminente es una conferencia que estoy preparando para el Museo de Escultura de Valladolid. 'Cuando ver es estar ciego', se titula, y se enmarca en un ciclo que se va a celebrar sobre la vida de la imagen. Las próximas exposiciones las preparo para el Casal Solleric en Mallorca, Tabacalera en Madrid y el Centro Tomás y Valiente de Fuenlabrada. Además, participaré en una colectiva de dibujos en la Huerta de San Vicente.