Adriana Ozores: "Que ahora no haya recursos para las producciones agudiza el ingenio"
Adriana Ozores (Madrid, 1959) va a estar hasta el 12 de julio de inquilina en el Teatro La Latina con la obra Atchúusss!!!, una compilación de textos humorísticos de Chéjov adaptados al escenario por Enric Benavent y Carles Alfaro. La obra muestra como el escritor ruso tuvo la capacidad ya en su juventud, periodo en el que concibió estas piezas, de convertir en protagonistas a unos pobres diablos que hasta entonces solo habían servido de paisaje de fondo. Acompañan a la actriz sobre las tablas Fernando Tejero, Ernesto Alterio, Malena Alterio y Enric Benavent, todos ellos en la piel de varios personajes.
Pregunta.- ¿Qué tal han funcionado las primeras representaciones?
Respuesta.- Por ahora la verdad es que muy bien. A la gente le está gustando y se ríen muchísimo. Para un actor siempre es un placer y una satisfacción oír ese sonido cuando está sobre el escenario.
P.- La obra es un compendio de los textos humorísticos de Chéjov. ¿Cuál cree que es la esencia del humor de estas piezas del autor ruso?
R.- La clave está en la mirada. Chéjov tenía la capacidad de mirar a los demás de una manera muy humana y muy sabia. Además nunca juzga, simplemente muestra las miserias y virtudes del ser humano.
P.- Estos textos no entraron a formar parte de las Obras Completas de Chéjov porque éste no las consideraba dignas de su reputación. Desde su punto de vista, ¿están tan alejados de las obras maestras del escritor ruso?
R.- No lo creo pero sí que es otro tono. Estamos hablando de momentos distintos de su vida. Cuando toma la decisión de no incluirlas en sus Obras Completas ya había escrito sus grandes obras, había pasado su enfermedad... Creo que no pudo ser objetivo. Pero estos textos tienen la grandeza de Chéjov, su chispa, su gracia, su frescura... Tienen un montón de elementos que los hacen interesantes.
P.- ¿Cómo se hilan en la obra estas historias?
R.- Carles Alfaro y Enric Benavent han hecho un trabajo muy bonito para hilvanar los textos de Chéjov. Hay un personaje que al principio puede que sea menos duende y otro que definitivamente es como un duende del teatro. Ambos conducen la obra y se van tirando como pelotas de tenis para ir interpretando cada uno una de las piezas. Tiene algo de mágico, de espíritus que pasean por el escenario.
P.- La obra se titula Atchúusss!!! y todos los personajes están resfriados. ¿Cuál es la razón y qué buscaban con ello?
R.- Se eligió Atchúusss!!! porque estornudar es un acto involuntario que te viene de repente... Puede ser una cosa tonta como un catarro o puede ser algo más. En todas estas historias, en un momento determinado, hay un giro de 180 grados, muy brusco. De alguna manera es un giro involuntario, un giro que no te propones, que no buscas. Además nos parecía que ponerle un título muy sonoro podía tener su gracia.
P.- Los actores han estado muy involucrados desde el principio...
R.- Sí, todos nos hemos implicado bastante y una mayoría de nosotros estamos incluso metidos en la producción. El hecho de que la obra adapte unos textos tan buenos, con un trabajo tan bonito de Enric Benavent y Carles Alfaro, que los compañeros sean tan maravillosos... Todo ello es una garantía que te lleva a meterte de cabeza en el proyecto. Podrá salir mejor o podrá salir peor pero el proyecto tiene los mimbres necesarios y eso es muy importante.
P.- Todos los actores interpretan a varios personajes...
R.- Es un reto pero también es muy divertido. Todo el mundo te pregunta si interpretar a un varios personajes es un reto. Efectivamente lo es, porque cuando tienes un personaje formado pues ya está todo hecho. En este caso son todos personajes muy dispares y esto implica un esfuerzo adicional. Cada uno de los actores tenemos personajes antagónicos. Esto para un actor es muy divertido.
P.- ¿Cuál ha sido la apuesta en cuanto a la escenografía?
R.- Tiene algo de vodevil decadente, con esa especie de luz que también tienen otros espectáculos, por ejemplo circos actuales. También está la influencia del Moulan Rouge, de los variettes... Por ahí va la cosa.
P.- La obra se representa en el teatro La Latina que tiene un publico muy especial, al que le gusta mucho la comedia popular...
R.- El Teatro la Latina está enclavado en este momento en la zona donde va más gente joven. El sábado por la tarde viene un tipo de público, el sábado por la noche otro diferente... Sin embargo, en el Teatro La Latina ya se empieza a ver otro tipo de cosas. Es cierto que tradicionalmente va un público que le gusta más la comedia. Todavía no se ha representado un gran drama aquí pero igual llega el día en que esto ocurra.
P.- ¿Cómo se van compenetrando los actores?
R.- Es un placer trabajar con compañeros tan sumamente buenos. Además hay un entendimiento a nivel personal. Es muy triste cuando trabajas con un compañero que es fabuloso en el escenario pero tremendo en su vida diaria.
P.- ¿Cuál es su opinión sobre la situación que atraviesa el teatro en la actualidad?
R.- No hay recursos, como ya sabemos, para poder hacer producciones y se están haciendo las cosas un poco como se puede. Esto sin embargo agudiza el ingenio de la gente del teatro. Por otro lado, como la gente ya empieza a tener el audiovisual tan sumamente incorporado, se está produciendo una vuelta al teatro, una vuelta a lo vivo y en directo. Este momento histórico del teatro tiene una parte buena y una parte mala, pero desde luego tiene una parte buena.