Image: José Antonio Marina

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El Cultural

José Antonio Marina

"Nuestro sistema educativo podría ofrecer un alto rendimiento en cinco años"

23 octubre, 2015 02:00

Ilustración: Luis Parejo

El detective de la inteligencia, José Antonio Marina (Toledo, 1939), que lleva años reflexionando sobre la educación, llama a la movilización para mejorarla desde su último libro, Despertad al diplodocus (Ariel).

¿Qué libro tiene entre manos?
Un gran mundo, la última novela de Álvaro Pombo.

¿Y qué libro abandonó por imposible?
Todos los de Lacan y los de los semióticos franceses.

¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
La única persona que realmente me gustaría conocer, para saber a qué atenerme, es Jesús de Nazaret.

¿Cuántas veces va al teatro al año?
Durante unos años, cuando dirigí los Teatros Universitarios, vi y leí tanto teatro que quedé un poco harto. Ahora voy muy poco.

Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.
El baile. La agilidad como docilidad del cuerpo al espíritu. Su capacidad de transfigurar el esfuerzo en gracia ha sido la experiencia más poderosa en mi vida, porque es aplicable a todo, al pensamiento, a la acción, a la amistad o al amor.

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Me divierte. En Elogio y refutación del ingenio comparé su vivacidad, su capacidad de sorprender, a la que tienen los chistes. Y como ellos acaban aburriendo. Me parece que lleva repitiéndose desde hace noventa años.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
De Monet.

¿Qué relación tienen sus trabajos sobre educación con la inteligencia creadora?
La inteligencia creadora es un hábito, y se adquiere por educación, que es "generadora de talento".

¿Recuerda a su primer maestro?
Fue una monja, se llamaba sor Antonia. Me enseñó a leer.

¿Y al mejor? ¿Cuál era su secreto?
Se llamaba Matías Martín Sanabria y era un genio pedagógico. Sabía unir el rigor y la creatividad. Creo que comprendió que no hay verdadera creatividad sin una dura disciplina. El espontáneo no está bien ni en el arte ni en los toros.

¿En qué consiste su conspiración educativa para transformar la escuela?
En tener la seguridad de que si supiéramos gestionarlo, nuestro sistema educativo podría convertirse en un sistema de alto rendimiento en el plazo de cinco años. En Despertad al diplodocus señalo la hoja de ruta.

¿Qué papel desempeñarían padres, maestros y alumnos?
Son protagonistas esenciales que deben aprender a colaborar.

¿Es la educativa la revolución posmoderna pendiente?
Sin duda. Hemos entrado en la "era del aprendizaje". Hasta Stiglitz acaba de publicar un grueso volumen titulado Creating the learning society.

¿Cree que la sociedad aún puede movilizarse por la educación o está completamente anestesiada?
Nuestra sociedad es muy pasiva, por eso hay que convencerla en primer lugar de la necesidad de cambiar.

¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Me importa la crítica de muy pocas personas (dos o a lo sumo tres). Me sirve para ver cosas que no había visto.

¿Es usted de los que recelan del cine español?
No. Me parece que tenemos un cine de gran calidad.

¿Qué libro debe leer el presidente del Gobierno?
El libro de Dale Carnegie Cómo ganar amigos.

¿Y el ministro de Educación y Cultura?
Despertad al diplodocus.

¿Se le ocurre una fórmula para compensar tanto recorte?
Acabar con esa corrupción soft que es la ineficacia, suprimir los gastos estúpidos y mejorar la gestión.

¿Le gusta España? Denos sus razones.
La pregunta me hace gracia porque en la escuela en que me eduqué -que era de estricta observancia falangista- nos hacían repetir: "Queremos a España porque no nos gusta". De aquella época de adoctrinamiento españolista quedé un poco harto. Tambien repetíamos "Tenemos voluntad de Imperio, afirmamos que la plenitud histórica de España es el Imperio". España es un ente cultural y, como ya decía Nietzsche, los entes culturales no tienen esencia, tienen historia. Y nuestra historia es manifiestamente mejorable.

Una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Usar menos las redes sociales.