Klaus Kinski como Brian Sweeney Fitzgerald en Fitzcarraldo (Werner Herzog, 1982)
Son viajes ideales, viajes soñados, pero esta vez desde la ficción. Porque viajar es también un placer cuando se hace desde las páginas de un libro, la imagen sugerente de un cuadro, una fotografía, desde la butaca de un cine. Y así, nos vamos al Nueva York de Paul Auster, al Sáhara de El paciente inglés, al Cape Cod de Edward Hopper...
Me gustaría trasladarme a un momento y a un lugar muy concreto, cuando el barco fluvial de Brian Fitzgerald en Fitzcarraldo (1982), el film de
Werner Herzog, consigue por fin surcar una montaña en plena selva amazónica y logra navegar por el río. Me imagino a todo el equipo a punto de matarse entre sí, tan extenuado como excitado tras haber sorteado todos los obstáculos posibles, pero por fin logrando grabar esa escena clave que tanto les había costado.
Lo que resulta ser un completo triunfo en el rodaje sirve para narrar el fracaso final, pues el protagonista completamente arruinado no logra que Enrico Caruso cante en su soñada Ópera en Iquitos, aunque lo que si consigue es que pueda escucharse en su viejo gramófono mientras navegan por el rio Amazonas. Reconozco que igual me habría ahorrado la ardua tarea de enterrarme en el barro tratando de subir la mole de 320 toneladas por la montaña, para la que admito no hubiese sido de gran ayuda, pero escuchar esa pieza en medio de la selva, subida a ese barco al que le quedaban ya pocos años de vida, rodeada de una tripulación tan particular, podría ser un viaje alucinante.
Afincada actualmente en Bogotá, en una de las residencias para artistas de Flora Ars + Natura, Irene de Andrés (Ibiza, 1986) lleva años analizando nuestra relación con las imágenes del paisaje y las ventanas a través de las cuales lo visualizamos. Su trabajo se centra en los lugares donde no parece pasar nada, en los residuos que contextualizan la sociedad que habitamos. Premio de Fotografía El Cultural en 2011, este año hemos visto su trabajo en exposiciones como Energy Flash. The Rave Movement (Bélgica), La Contrarrevolución de los Caballos (Can Felipa, Barcelona) y 11.30 in the morning (Casal Solleric).