Image: Pablo D'Ors

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El Cultural

Pablo D'Ors

"Una palabra no nacida del silencio y que no aboca a él es sólo palabrería"

9 septiembre, 2016 02:00

Pablo D'Ors. Ilustración: Luis Parejo

Tras el éxito de su Biografía del silencio (Siruela), Pablo D'Ors (Madrid, 1963) reedita su obra completa y ha puesto en marcha la red Amigos del desierto, con los que ha pasado un mes aislado en Las Batuecas.

¿Qué libro tiene entre manos?
Mística para una nueva era, de William Johnston.

¿Ha abandonado algún libro por imposible?
Abandono la lectura de un ochenta por ciento de los libros. El último El Reino, de Carrère.

¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
Con el papa Francisco.

¿Cuántas veces va al teatro al año?
Fui mucho de joven. Ahora unas tres o cuatro.

Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida
Ver una puesta en escena de El precio, de Arthur Miller. Yo era un adolescente y aquello me hizo comprender el poder del teatro.

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Mucho. Cuando es arte de verdad. Prefiero el arte contemporáneo al clásico, también la literatura de este siglo a la de los pasados.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
De Paul Klee, mi pintor favorito.

Ejerza de crítico de la última exposición de arte que ha visitado.
Fui a ver la de Caravaggio hace unos días. Me gustó, pero no me hizo vibrar. Resulta demasiado solemne para la sensibilidad contemporánea. Por supuesto que tiene un talento extraordinario, pero a menudo no ofrece esa emoción que el arte debe brindar.

¿Cuál es el secreto para que su Biografía del silencio supere las 20 ediciones y haya seducido a más de 80.000 lectores?
La enorme necesidad de silencio que hay en nuestra sociedad. Y, más que eso: el hambre de espiritualidad, cuyo prestigio crece en la medida en que decrece el de la religión.

¿Por qué nos resulta tan difícil quedarnos en silencio de verdad?
Porque el silencio es un espejo de lo que somos, y lo que somos no nos suele gustar.

Su última novela fue Contra la juventud (Galaxia Gutenberg, 2015). ¿La próxima será una reivindicación de la madurez?
En cierto sentido, sí. Será un alegato del entusiasmo como actitud vital.

¿Quiénes son los Amigos del desierto?
Amigos del desierto es una red de meditadores, es decir, de personas interesadas en la experiencia interior del silenciamiento. Meditamos según la tradición espiritual de los padres y las madres del desierto y, por tanto, en una estela cristiana, lo que no significa que no esté abierta a no creyentes y a creyentes de cualquier confesión.

¿Qué le debe su escritura a la meditación y al silencio?
Prácticamente todo. El silencio es la otra cara de la palabra. Una palabra que no nace del silencio y que no aboca a él es sólo palabrería. Entiendo el trabajo literario desde una clave profundamente espiritual. Esa es la condición del arte. Sin espiritualidad o silencio, que son la misma cosa, el arte queda reducido a mera industria.

¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Cada vez me importa menos. Me interesan los lectores normales. Los especializados suelen tener demasiados prejuicios, cuando no intereses.

¿Es usted de los que recelan del cine español?
Un poco.

¿Qué libro debe leer el nuevo presidente del Gobierno, sea quien sea?
Mis experiencias con la verdad, que es la autobiografía de Gandhi.

¿Le gusta España? Denos sus razones
Me gusta mucho. Aquí me siento en casa. He viajado mucho y siempre regreso con gusto a mi tierra. No es sólo la cultura, la comida o los paisajes. Es el estilo de vida.

Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
La cultura no es sólo el cine, el teatro, los conciertos o los libros. La cultura tiene que ver con el cultivo de uno mismo, con la vida interior. Para empezar, yo instauraría cursos de meditación en escuelas y universidades.