Image: Juan Arnau

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El Cultural

Juan Arnau

"Si fallan los lectores es porque fallamos los escritores"

25 noviembre, 2016 01:00

Ilustración: Luis Parejo

Marinero, astrofísíco, filósofo, traductor... Juan Arnau (Valencia, 1968) está revolucionando el pensamiento español con su Manual de filosofía portátil y con La invención de la libertad, ambos publicados por Atalanta.

¿Qué libro tiene entre manos?
Escribo una novela, El sueño de Leibniz, así que tengo mucho para leer. Nadie escribió tanto como Leibniz, ahora estoy con su correspondencia, que asciende a veinte mil cartas. Era un tipo muy reservado pero tiene una visión del mundo fascinante (y sospecho que cierta).

¿Ha abandonado algún libro por imposible?
Muchos, pero preferiría no hacerlo.

¿Con qué personaje le gustaría tomarse un café mañana?
Me tomaría una cerveza con Spinoza en su buhardilla de La Haya, me fumaría una pipa con Jung paseando por Roma. De los vivos, un té con el Dalái Lama no estaría mal.

Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.
La visita a un templo en los Himalayas, cuando vivía en India. Un monje guiaba a un difunto en su viaje por el estado intermedio, fue algo fascinante y aterrador.

¿Sirve para algo la filosofía en nuestra vida cotidiana?
La buena, nos ayuda a respirar, a mirar, a detenernos.

Por cierto, ¿qué hace un astrofísico que ha estudiado sánscrito dedicado a la filosofía?
Je, je, la vida da muchas vueltas. La filosofía siempre fue una vocación, el sánscrito un rito de pasaje, la astrofísica un entrenamiento.

¿Por qué la filosofía parece tener cada vez menos importancia, y no sólo en los estudios universitarios?
Cada vez hay más gente interesada en la filosofía, que la quiten de los colegios no ayuda, pero tampoco ayuda la filosofía analítica o la deconstrucción. La claridad es la cortesía del filósofo y no abunda.

¿Una sociedad que desprecia la razón está más desarmada éticamente?
Hay tantas racionalidades como ciencias, hasta que no asimilemos esto no sabremos orientarnos ni como personas ni como sociedad.

¿Qué le falta y que le sobra al pensamiento español?
Cultura mental, ejercicios que nos ayuden a no ser acosados por nuestros pensamientos, a distanciarnos de ellos, a verlos pasar. Le falta abordar la percepción y la atención. Le sobran facciones, academicismo, tedio y malos escritores.

¿Y al lector?
El lector siempre tiene la razón. Si fallan los lectores es porque fallamos los escritores.

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Mi impresión es que están perdidos, como lo está la filosofía dominante. En general me parece más interesante el de Latinoamérica o Asia.

¿Cuántas veces va al teatro al año?
Las que puedo, la última fue un Tío Vania montado por Moma Teatre. Fabuloso.

¿Le importa la crítica? ¿Le sirve de algo?
Hasta ahora nunca me han machacado. Cuando lo hagan se lo diré.

¿Qué música escucha en casa? ¿ Ipod o vinilo?
CDs, Schubert, Bach y Tchaikowski son mis favoritos, aunque el último duele y hay que estar en forma para escucharlo. Ahora revivo a Leonard Cohen, a los muertos hay que acompañarlos.

¿Prefiere leer en papel o ya se ha pasado al Ipad?
En papel, no tengo Ipad.

¿Es de los que recelan del cine español?
No. Ahora se hace buen cine de género. Me gustó No habrá paz para los malvados, un western madrileño. A los 20 años fui guionista, hicimos unos cuantos cortos y gracias al cine me marché a la India, le debo mucho.

¿Le gusta España? Denos sus razones.
El Mediterráneo (el mar filosófico), Tarifa, Picos de Europa, La Guardia, Valsaín. Me gusta que no somos puritanos y tenemos sentido del humor.

Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Detenernos todos los días, durante un minuto, a contemplar los árboles (no es coña).