Loquillo

Ilustración: Ulises

El disco Viento del este le ha vuelto a plantar en la primera línea de los escenarios, como demostró en Las Ventas. El reencuentro con el insobornable y visceral José María Sanz, Loquillo (Barcelona, 1960) no defrauda.

¿Qué libro tiene entre manos?
El sitio de Baler, de Saturnino Martín Cerezo.

¿Ha abandonado algún libro por imposible?
Era tan malo que lo he olvidado.

¿Con qué personaje le gustaría tomarse un café mañana?
Con el Capitan Haddock.

¿Recuerda el primer libro que leyó?
Julio Verne y las aventuras de Los Cinco.

¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura: es de ipad, de papel, lee por la mañana, por la noche...?
En papel, ¡por favor! A cualquier hora del día.

Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.
Fui con el cole al Teatro Moratín de Barcelona para ver Tiempo de espadas, de Jaime Salom. Tenía 12 años y aluciné con la magia del teatro.

Salud y rock and roll es el nombre de su última gira... ¿Se conforma actualmente con eso?
La muerte está demasiado presente en mi vida, cosas de la edad. Así que tener salud y seguir en el rock and roll, que es una fuente de energía constante, resulta un regalo de los dioses. ¡Salud!, al margen de todo esto, era el saludo libertario que utilizaba mi padre al llegar a casa.

¿Qué conclusión sacó del llenazo en Las Ventas de Madrid del pasado septiembre?
Todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad. 25 años atrás la lluvia impidió que la plaza se llenara. Llámele justicia poética.

Rock and roll star, Balmoral, Cadillac Solitario... ¿a qué canción suya le daría el título de "clásico"?
Yo mismo soy un clásico, he conseguido lo más difícil.

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Arte contemporáneo para mí es tener una plancha original de El Capitan Trueno o una Lambretta del 57.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
Un original de James Bond firmado por Ian Fleming.

Ejerza de crítico de la última exposición que ha visitado.
¿Crítica? Me molesta que de repente aparezcan unos seres con sus cámaras de fotos a ver una exposición sobre Cappa y nadie se atreva a pararles los pies. ¡A hacer fotos al parque, joder! ¡Esto es Cappa!

¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Si el que la ejerce está a mi nivel, sí. El envidioso, el sectario o el aburrebragas me importan un bledo.

¿Qué música escucha en casa?
Northern soul, últimamente bailo mucho.

¿Recuerda la película que ha visto más veces?
Casablanca, Centauros del desierto, American Graffiti, Al final de la escapada...

¿Es de los que recelan del cine español?
Sobre eso le diré que me gustaría que alguien rodara la Batalla del Ebro y que me llamara...

¿Qué libro debe leer el presidente del Gobierno?
Escrito en España de Dionisio Ridruejo.

¿Le gusta España? Denos sus razones.
País de creadores, multicultural y multirracial, somos unos afortunados y unos gilipollas al mismo tiempo por no querer darnos cuenta, por no disfrutarla, por no aprender de los errores del pasado y por no cuidar de su rico legado cultural para las nuevas generaciones.

En la actualidad, ¿qué España le hiela el corazón?
Me hiela el corazón el nuevo matonismo hijo directo de aquel que disparaba en las calles en los años treinta del pasado siglo y que ahora recorre la red auspiciado por sectores minoritarios y que ejercen de tapadera a intereses políticos ocultos perfectamente organizados.

Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Un pacto por la cultura que parta de sus representantes hasta llegar a todos los agentes sociales, incluyendo a Gobierno y presidencia y no al revés. Es necesario luchar por la defensa de los derechos de autor, por una nueva ley antipiratería, por la ley de mecenazgo, por el estatuto del creador y por la bajada del IVA cultural a medida que la situación económica mejore. ¡Es de cajón!