Image: Raúl Guerra Garrido

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El Cultural

Raúl Guerra Garrido

"Prohibiría la lectura, a la gente le da mucho por llevar la contraria"

21 diciembre, 2018 01:00

Raúl Guerra Garrido. Ilustración: Ulises Culebro

Tras seis años de silencio como narrador, el Raúl Guerra Garrido (Madrid, 1935) más libre y ácido lanza la novela Demolición (Alianza) y Un morroi chino con un higo en la coleta (Ipso), homenaje a Baroja.

¿Qué libro tiene entre manos?
El secreto del rey alquimista, de Álvaro Bermejo (Algaida), junto a La leyenda verde. Naturaleza, sanidad y ciencia en la corte de Felipe II, de Javier Puerto (Junta de Castilla y León). Los dos sobre el hijo de Carlos V.

¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Lo dejo cuando se me acaba el tiempo disponible.

¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
Sin duda con José K.

¿Recuerda el primer libro que leyó?
No estoy demasiado seguro. Tal vez Tarzán de los monos, de Edgar Rice Burroughs, o La isla del tesoro, de Stevenson quizás...

¿Cuáles son sus hábitos de lectura: es de tableta, de papel, lee por la mañana, por la noche...?
En papel, creo que en cualquier otro soporte el libro pierde la categoría de fetiche. Y en cualquier momento disponible.

Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambiara su manera de ver la vida.
No un momento sino una larga secuencia, hasta percibir que me interesaba más la lectura que los tebeos y las pelis de programa doble y sesión contínua.

Juego, poesía, confesión, lamento, elegía... ¿qué es Demolición?
Podía haber sido una novela póstuma, pero como me estoy retrasando...

¿Cuánto hay de Guerra Garrido en Jesús Expósito, autor apócrifo de la novela?
Ambos somos contumaces fumadores de puros de Vuelta Abajo y supervivientes de la era analógica.

¿Sabe ya si somos lo que recordamos o lo que hemos conseguido olvidar?
Las dos propuestas conforman la memoria, materia prima del novelista. Tenía una frase inolvidable para esto de la memoria, pero ya no me acuerdo.

Fue uno de los primeros narradores que se rebelaron contra ETA en los años de plomo: ¿el tiempo les ha hecho justicia, a usted y tantos héroes anónimos?
¿Quién habla de victorias? Lo importante es sobrevivir y algunos todavía no hemos sido ejecutados.

El éxito de Patria, la novela de Fernando Aramburu ¿demuestra que algo ha cambiado definitivamente en el País Vasco?
El protagonista del País Vasco fue el miedo y eso empezó a disminuir desde que nos prometieron que no volverían a matarnos, en consecuencia pasamos del tercio de varas al toreo de salón. Por cierto, Fernando es un escritor como la copa de un pino.

¿Qué le debe usted, como narrador, a Baroja, a quien rinde homenaje en Un morroi chino con un higo en la coleta (Ipso Ed.)?
Le debo las ganas y el decidirme; por focalizar su influencia, pongamos "El escuadrón del Brigante" de las memorias de un hombre de acción, un tal Eugenio de Aviraneta.

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
El arte suscita los afectos del hombre o es decoración, gusto delicado. Me interesa el arte contemporáneo pero pocas veces llega a emocionarme.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
Tener el /revista/especial/Los-80-del-Guernica/39441 de Picasso en casa sería fabuloso. Por el cuadro y no digamos por la casa.

¿Qué música escucha habitualmente?
Creo que soy un tanto wagneriano, de ahí que en casa suene algo más suavecito a lo Garota de Ipanema.

¿Le gusta España? Denos sus razones. Me gusta porque mis padres son del Bierzo (botillo), mi mujer y mis hijos donostiarras (txipirones en su tinta) y yo madrileño (cocido de tres vuelcos).

Déjenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Quizá prohibir la lectura, ahora a la gente le da mucho por llevar la contraria sin correr riesgos.