Emilio Cedón, Hugo Quejido, Dora Nogueira y Bárbara Fluxá, finalistas del concurso
IV Premio de Fotografía El Cultural
22 julio, 2004 02:00Fotografía de Emilio Cedón
Además del IV Premio de Fotografía concedido a Daniel Vega, especial atención por parte del jurado han merecido otros cuatro trabajos que traemos a esta página dedicada a los finalistas. Son las arquitecturas ficticias de Emilio Cendón, la mirada hacia lo doméstico y la soledad de Dora Nogueira, los espacios perdidos de Hugo Quejido y los detritus encontrados de Bárbara Fluxá.
La fotografía de Emilio Cendón es un recorrido por los paisajes que él mismo ha creado, arquitecturas ficticias que aluden a un mundo irreal. Este vigués de 24 años, licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, ha presentado un conjunto de imágenes "construídas" que no remiten a lugares concretos sino a un mundo imaginario del que nada sabemos. Hablamos de la recreación de lugares, de la invención de nuevos espacios, escenarios de cartón y papel cuyos límites han sido acentuados para incidir en esa ilusión tridimensional. Emilio Cendón muestra esta voluntad escenográfica en maquetas de marcado acento teatral, con ejercicios lumínicos que actúan sobre arquitecturas de diversa índole, desde templos clásicos hasta rascacielos y estructuras cúbicas, para crear una atmósfera blanquecina, pulcra, que subraya su propia dimensión abstracta.
Dora Nogueira
Dora Nogueira, portuguesa, nacida en 1970 y residente en Lisboa, se ha formado en ramas diversas de la creación artística, desde la fotografía hasta el teatro. En su proyecto ofrece una mirada a su entorno doméstico más inmediato y que significativamente lleva por título Av. Estados Unidos da America 105, dirección donde vive la artista. Realizadas en un lugar y en un momento concretos -su propia casa en verano-, las imágenes tienen como nexo la idea de una existencia solitaria. Recuerdos fragmentados que subrayan un claro sentir melancólico.
Hugo Quejido
Hugo Quejido, madrileño de 1974, licenciado en Bellas Artes en la especialidad de vídeo, ofrece una mirada a espacios perdidos en los que no se suele reparar, espacios urbanos o naturales cuyo vínculo es la continuidad de una línea y su carácter secuencial como conjunto. La suya es una mirada pulcra, sin artificio alguno, que incide en las posibilidades estéticas de cada uno de los espacios, la confrontación cromática, la línea que configura una composición. Una línea que, consciente y certera, define un espacio poniéndolo en relación con otro. Quejido transmite una querencia geométrica en imágenes de marcado rigor formal.
Bárbara Fluxá
El trabajo de Bárbara Fluxá es una investigación sobre nuestro entorno natural, una reflexión sobre cómo percibimos la naturaleza en el contexto de nuestra sociedad industrial. Esta madrileña nacida en 1974, licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense, presenta un proyecto centrado en Asturias y en uno de sus eslóganes más conocidos: Asturias, Paraíso Natural. La artista realiza un inventario de los diferentes tipos de basura encontrados en el entorno asturiano, un entorno pretendidamente purificador en el que encontramos un amplio inventario con las más diversas formas de detritus contaminando el paisaje. La basura aparece aquí iconizada en lo que constituye una visión crítica sobre nuestra sociedad de consumo y sobre lo que será, como ella dice, "nuestra futura arqueología".