Richard Long, la piedra y la palabra
Rock Drawings
9 septiembre, 2004 02:00#327, 1988. Barro del Río Avon sobre piedra
La galería Estiarte inaugura temporada con la primera exposición individual del británico Richard Long (Bristol, 1945) que tiene lugar en Madrid tras la celebrada en 1986 en el Palacio de Cristal y para la que el artista concibió la pieza Madrid Circle. Hace ya casi cuatro décadas, Long, y con él otros artistas, fundamentalmente ingleses y norteamericanos, alejaron sus realizaciones directas de los espacios expositivos tradicionales para llevarlas al seno mismo del paisaje y la naturaleza. La tendencia bautizada como land art, earth art o "arte de la tierra" es hoy una de las definitorias de la segunda mitad del siglo pasado, no sólo por la expansión del motivo artístico, sino, también, por la inclusión de lo efímero y lo documental como componentes esenciales de las piezas -tiempo y registro-; la presencia no ineludible, pero sí determinante, cuando se produce, del artista como emanante del pensamiento y la psicología del proceso creativo; y, por último, aunque no en todos los casos, pero sí en la mayoría de estos, por la necesaria participación del lenguaje.Críticos e historiadores han subrayado la importancia que el paseo por bosques, desiertos y otros paisajes naturales tiene en la labor de Richard Long; una actitud que, entre nosotros, comparten artistas de andaduras tan diferentes como Nacho Criado, Perejaume o Miguel ángel Blanco.
Las tres series de obra gráfica y las esculturas originales que componen la muestra ejemplifican, por más que estoy seguro que no ha sido organizada en modo alguno de manera pedagógica, algunos de los aspectos mencionados al principio y que Long ha contribuido a determinar. La carpeta Rock Drawings se abre con una fotografía del desierto de Mojave, en California, por el que caminando -el viaje, la deambulación, el paseo son el eje de la labor del artista- encontró seguramente las piedras con las que, mediante la técnica de frottage, hizo en 1994 las doce serigrafías que la componen, todas con la forma del círculo.
Líneas, círculos, óvalos, compuestos y alternados rítmicamente -a mi modo de ver, más por sencillez conceptual y proximidad a los elementos mágicos de la experiencia con lo terrenal, que por geometría minimalista-, son los elementos figurales que se han repetido sin solución de continuidad en sus obras. Aquí, esa pulsión acompasada es visible tanto en las litografías de la serie Untitle, del mismo año que Rock Drawings -cuyo soporte recuerda a una impoluta corteza arbórea, y piedras y ramas son los instrumentos preferidos de Long-, como en los dibujos, seis años anteriores, realizados por el artista con barro de las orillas del río Avon, sobre piedras circulares, en las que además la gama cromática parece alejarse por completo de lo "natural", y que, con la sola mención de esas aguas y la evocación shakespeariana, Long introduce otro más de los ingredientes de su trabajo: la importancia del hecho poético, tanto si éste es enunciativo o narrativo.
Palabras que comparecen tanto en Black Dust Hand Line -serigrafías y litografías en las que el gesto rítmico sobre la piedra es celebrado por la mano entintada de Long-, como en Línea de sonido, ambas de 1990, que rememora un "Paseo de 622 millas en 21 días de la costa norte a la costa sur de España" y que tanto puede proceder del "Rugido del oleaje en Málaga", como de ir "Silbando sobre el río Guadalhorce". La piedra y la palabra.