Hablamos con Mauro Fariñas
Tengo la sensación de estar siempre compitiendo
19 julio, 2007 02:00El ganador del VII Premio de Fotografía El Cultural , Mauro Fariñas
Mauro Fariñas (1982) llega al VII Premio de Fotografía El Cultural después de haberse licenciado en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, a pesar de nacer y vivir en Madrid ("Creo que es la mejor en España"), y de haber pasado cuatro años en Finlandia, adonde llegó con una beca Erasmus: "París está a un par de horas en avión, así que busqué un destino más inaccesible", comenta. Coherencia y (necesaria) curiosidad se desprende de la biografía del fotógrafo de 24 años. Un proceso de búsqueda que marca su trabajo y que le ha llevado hasta Seúl, donde acaba de realizar un curso y donde confiesa haberse liberado.-Durante su estancia en Finlandia fue asistente de la fotógrafa Aino Kannisto (1973), ¿cómo surgió esta colaboración?
-Allí, en el master que realicé cuando terminé la beca y la carrera, tienes una serie de supervisores que te van guiando durante el curso. Yo conocía su trabajo y le pedí que fuera esta especie de tutora. Luego, empecé a ayudarla en su estudio. Fue una experiencia muy positiva, quizá menos glamouroso de como me imaginaba que iba a ser el trabajo con un artista, pero muy buena. Me dio consejos profesionales y, sobre todo, muchos contactos.
-¿Cómo afecta esta estancia a su trabajo?
-Llegué a Helsinki a cursar mi tercer año de carrera. Había probado todos los palos y fue allí donde mi lenguaje más definitivo fue cobrando fuerza, donde empecé a hacer el tipo de fotografía que muestro ahora.
Arte nuevo en Finlandia
-Supongo que encontró muchas diferencias en cuanto al sistema...
-Las condiciones para un artista joven allí son muy buenas. El sistema español flaquea en muchos aspectos, aunque comparar es muy difícil, no sólo por la universidad, sino por la propia sociedad. Estar allí fue un lujo: la facultad proporciona contactos, las instituciones son muy receptivas, organizan una estupenda exposición de fin de carrera. La tradición artística es mucho menor por lo que se potencia el arte nuevo. Pero no todo aquí es malo: eché de menos algo más de contenido teórico, que quizá en España sea excesivo.
-¿Cuándo comenzó su interés por la fotografía construida?
-En la primera serie partía de la herencia cultural: eran collages de referencias en el fondo y collages fotográficos en la forma. Y empecé a trabajar con esa idea de la construcción. En la segunda serie, la que presento aquí, el uso de referencias no ha sido tan premeditado, me he dejado llevar más.
Crear el escenario
-¿Y cuál es el proceso?
-Empiezo con bocetos, dibujo toda la escena, busco el decorado, el atrezzo, contacto con el modelo y ‘tiro’ las fotos. Normalmente con 10 es suficiente porque está todo muy preparado. Trabajo en medio formato y con cámara analógica. De momento no me atrae el digital. Y siempre que puedo revelo yo: me gusta mucho el cuarto oscuro. El título es fundamental: hasta que no hay título la fotografía no tiene entidad.
-Ha participado en certámenes como el del Injuve en Madrid o Explum en Murcia: ¿es ésta la única salida para un artista joven aquí?
-Desgraciadamente sí. Debido a las dificultades para exponer, son fundamentales. Desde que he llegado a España tengo la sensación de estar siempre compitiendo.
-En 2008 va a la Trienal de Praga, ¿cómo ha llegado allí?
-Surgió en Finlandia. Allí, en la exposición de fin de carrera, a la que vienen los críticos y comisarios y sale en todos los periódicos, una comisaria vio mi trabajo y lo seleccionó para la Trienal. Será un reto.