Dora García. Foto: Javier Casares

Dora García. Foto: Javier Casares

Arte

Dora García: "En mi trabajo hay mucho de homenaje, de cita respetuosa, de nombrar siempre a mis santos"

Dora García vive uno de sus mejores momentos, con un trabajo cuyo eco reverbera en el circuito artístico internacional. Tras su participación en el Proyecto de Escultura de Münster, presenta ahora un proyecto atípico en el Centro de Arte Santa Mónica de Barcelona

8 noviembre, 2007 01:00

Contes Choisis es el título del último proyecto de la artista vallisoletana Dora García (1965), una de las más relevantes de su generación. Su sólida proyección internacional (viene de participar en el Skulptur Projekt de Münster) así lo confirma. Residente desde hace años en Bruselas, presenta ahora en Barcelona una exposición que hemos de entender como una miniretrospectiva. Pero lo es en un sentido muy particular. El proyecto no está formado por las piezas más significativas de la trayectoria de la artista, sino que lo integran alusiones y referencias a dichas piezas. La comisaria de la muestra, Montse Badía, ya nos avisa de que se trata de una “selección de proyectos en modo off que explora la noción más narrativa y ficcional de su trabajo”. Cautivada por la relación entre lo real y su representación y, a su vez, por cómo se filtra la ficción en lo real; el juego y las normas que lo rigen, el papel del espectador o el subconsciente, Dora García maneja todo tipo de formatos, desde la fotografía a la instalación, desde el sonido a la red en un trabajo de enorme calado conceptual.

-¿Cómo y por qué surge este formato de exposición?
-Siempre me ha gustado la idea de exponer algo que en realidad no está allí. Es una idea que viene de Robert Smithson y su A Tour of the Monuments of Passaic, en donde lo que se expone en la galería no es el proyecto en sí, sino una indicación de dónde se encuentra realmente. O los trabajos de Robert Barry en donde lo único que había en el espacio de exposición era una invitación para otra exposición. El negarle al público una relación convencional con la obra de arte es algo que produce una intensidad que me gusta. De modo que quise exponer una serie de trabajos que eran muy importantes para mí pero sin presentarlos realmente, haciéndolo sólo a través de una serie de indicadores. Incluso trabajos más convencionales como Contes Choisis, que es una escultura, se presenta por así decirlo, “desmontada”. De modo que no se expone la obra, sino que se mantiene siempre en un estado potencial, en algo que debe ser “activado” en un futuro próximo.

-¿Por qué titula el proyecto Contes Choisis? ¿Considera que esta obra es un punto de partida fiable para entender su trabajo?
-Sí. La idea de Contes Choisis está presente en cada uno de mis trabajos desde 1991; “Contes”, cuentos, indica un sustrato narrativo, una historia que es indicada por el objeto, pero no contenida por él. Y “Choisis”, escogidos, indica que la parte creativa, la actividad artística que me interesa no es tanto crear algo nuevo o producir un objeto nuevo como decidir, seleccionar sobre algo que ya está allí. El hecho que el título sea tomado de un volumen de cuentos de Guy de Maupassant indica también un componente siempre presente en mi trabajo, el de homenaje, el de cita respetuosa, el nombrar siempre a mis santos.

-Unos santos muy literarios...
-Las fuentes literarias son literales, tomo incluso los títulos. Es simplemente una cuestión de afinidad, es lo que me gusta, con lo que más disfruto. Pero también utilizo muchas otras fuentes, no sólo las literarias.

-Una “mini retrospectiva” en la que no están las obras presentes nos llevaría a pensar que lo intangible es esencial en su trabajo... ¿Ha avanzado su obra progresivamente hacia ese estado de invisibilidad?
-Eso es cierto si le quitamos a la pregunta la noción de “progreso”. Las obras no “progresan” hacia la intangibilidad, no tengo la idea ni la ambición de llegar a una perfección zen, sin objetos, a una pureza absoluta. No existe para mi un progreso en ese sentido. Cada una de las obras presenta de un modo diferente la idea de que, en realidad, lo que importa en una obra no está realmente allí. Aparece después, cuando ya se ha abandonado la sala y la obra no tiene una presencia física, sino que existe como recuerdo e impresión en la retina, como fantasma. Dorothea Tanning lo expresó muy claramente: lo que me interesa de mi trabajo es mostrar al público que hay mucho más que lo que está a la vista.

-Resulta curioso que las alusiones a estas obras se desarrollen fundamentalmente a través de objetos. ¿Por qué?
-No se muestran objetos en el sentido que las “cosas” que “están” en la “sala”, no son objetos con valor en sí mismos, como obra. Sí son objetos en tanto que “cosas”, como lo son una hoja de papel, un escalón, o los zapatos del guardia. Los objetos que se muestran pertenecen a tres familias principales: “documentación” (fotografías, documentos, libros), “indicios” (objetos que fueron producidos por el trabajo o para el trabajo, pero que no son el trabajo), y “obras de arte desinstaladas” (objetos artísticos en el sentido convencional del término, pero que no están expuestos, sino que adoptan un forma que bien podría ser previa o posterior a la exposición).

Coleccionar historias

En el proyecto Contes Choisis hay referencias a algunos de las mejores obras de Dora García. Todas las Historias es un trabajo en curso en el que todo el mundo puede aportar una historia. Es una obra borgiana, con un fuerte acento literario. Cuéntenos qué es Todas las historias.
-Es un trabajo que yo percibo de dos maneras: como “colección”, una colección privada mía de historias, como otros coleccionan sellos; y como manifestación de imposibilidad: coleccionar todas las historias del mundo es un imposible, entre otras cosas porque constantemente nuevas historias ocurren y mientras yo escribo esto varios millones están ocurriendo ahora mismo.

También se podrán ver alusiones/referencias a La Habitación Cerrada, un trabajo importante en el que se dan cita muchos de los elementos más relevantes para al artista desde la fuente literaria (el Wakefield de Nathaniel Hawthorne) hasta la relación entre lo real y la representación y el rol del espectador. De hecho, la “vida” de esta pieza depende de que no se abra la puerta por la que se accede a una habitación. La Habitación Cerrada muestra una percepción muy particular de la interacción...

-Esta pieza es especialmente interesante en la exposición porque la obra misma ha estado expuesta no hace mucho en Santa Mónica. Ahora la pieza ya no se presenta, pero se presenta su fotografía, que además en una reproducción a escala 1:1 de la obra original. De modo que la documentación de esa obra y la obra real, si consideramos lo que se ofrece al espectador, son lo mismo. La relación de esta obra La Habitación Cerrada y el espectador es a la vez convencional y paradójica. Por un lado, se le ofrece lo que convencionalmente toda pintura ofrece al espectador: una imagen, en la que no se puede entrar. Una imagen que es toda superficie. Y a la vez es paradójica, porque el espectador sabe o sospecha que tras esa imagen hay un espacio que le ha sido negado, literalmente, y que solo puede imaginar. Esto es literalmente cierto en esta obra, y figuradamente cierto en cualquier pintura. Toda pintura encierra la paradoja de sugerir un espacio y a la vez negarlo. Y no hablo de fotografía porque la fotografía añade a esta sugerencia y negación la idea de que lo que se representa ha ocurrido antes en un espacio real.

La sombra de Beckett

-En la muestra estará también un proyecto nuevo, C, en el que se revisa Película de Samuel Beckett. Su trabajo The Crowd -una performance en la que se pedía a la audiencia que asistía a un evento determinado que se trasladara a otro espacio para asistir a otro evento que nunca tendría lugar- es también muy beckettiana. ¿Cuál ha sido su relación con el autor irlandés?
-De rendida admiración, la misma que hacia muchos otros autores. Vi la película Película de Samuel Beckett en la exposición de Beckett en París [Centre Georges Pompidou] este año, y me impresionó mucho, y luego supe que el MACBA había adquirido la pieza. La visita guiada o el comentario es un formato que he usado a menudo, por ejemplo en The Crowd o La Multitud, de modo que quise comentar esta película muda, que me parecía encajar en la exposición por su absolutamente fabulosa presentación de la relación entre sujeto y objeto, o entre ficción y realidad. Su idea sobre estos pares es muy similar -así lo veo yo en mi soberbia- a la de La Habitación Cerrada.