Goshka Macuga

Vista de la instalación de Goshka Macuga en la Whitechapel Art Gallery de Londres

La Bloomberg Comission invita todos los años a un artista para que entable un diálogo con la librería de la Whitechapel de Londres. Es el turno de Goshka Macuga.

No ha pasado mucho tiempo desde que reseñamos en www.elcultural.es la exposición que la artista polaca afincada en Londres Goshka Macuga montaba en la Kunsthalle de Basilea pero este nuevo proyecto en la capital británica, auspiciado por Bloomberg, va a dar de nuevo mucho que hablar. Macuga se está convirtiendo en una de las artistas del momento. Pocos artistas son capaces de superar los límites que imponen las diversas disciplinas con la naturalidad con que lo hace ella. Son muchos los palos que toca. De entre lo más característico de su trabajo está su interés por los diferentes modos de mostrar, de exponer las ideas, o conjuntos de ideas que dan forma un trabajo que tiene en la arquitectura, el modernismo, la historia del arte o la arqueología sus principales fuentes.

Ya en la reseña anterior, la de la Kunsthalle de Basilea, nos remontábamos al extraordinario display que mostró en la Bienal de Berlín de 2008 que situó a la artista entre los finalistas de un Premio Turner que debía haber ganado. Decir que Goshka Macuga es artista es correcto y evidente, pero a la luz de su práctica podríamos decir que es también comisaria y agente, pues su trabajo muchas veces no solo incluye el suyo propio, en un ejercicio que se acerca más al de un mediador que al de un artista a la vieja usanza. Es cierto que en últimas fechas la artista ha venido depurando su vocabulario y ha ido centrándose en una aproximación más concreta a los temas a tratar. Es el caso de este proyecto londinense, que tiene en el Guernica de Picasso un poderoso leit motiv.

Macuga se ha centrado en la presentación del Guernica que tuvo lugar en Londres en 1939. La ciudad había acogido el cuadro como marco para una manifestación antifascista al hilo de la guerra que entonces se libraba en España. 15.000 personas acudieron a un acto en el que se cobraba un penique para asistir. El dinero recaudado se emplearía más tarde en la compra de botas para los soldados del bando republicano. Lo que ahora se puede ver en la Whitechapel Art Gallery es el tapiz, del mismo tamaño que el cuadro del Reina Sofía, que crearon Jacqueline de la Baume Durrbach y Picasso para satisfacer el encargo de Nelson Rockefeller y que, desde 1985, año en que fue donado a las Naciones Unidas, cuelga en la sala del Consejo de Seguridad en el edificio neoyorquino de la ONU.

La exposición de Macuga, titulada "The Nature of the Beast" muestra el tapiz de Picasso y también una escultura de Colin Powell realizada a la manera cubista. La escultura esta realizada tomando como referencia una imagen de Colin Powell, Secretario de Estado en la primera Administración Bush, dirigiéndose a las Naciones Unidas en 2003 para anunciar la inminente invasión de Irak por parte de los Estados Unidos. Es sabido que en los momentos previos a su intervención, Powell mandó cubrir el tapiz del Guernica, un conocido símbolo contra la barbarie de la guerra. No en vano, muchos compararon el bombardeo de Falulla con el bombardeo de Guernica por parte de la aviación alemana.

Es éste, pues, un magnífico ejemplo de la voluntad de Macuga de entreverar ideas pertenecientes a diferentes momentos de la historia. El Guernica como hito moderno se desplaza al tiempo presente y solo podemos admirar su pertinencia. La artista ha creado también un periódico gratuito en el que se ofrece un comentario sobre el Guernica junto al texto íntegro de la intervención de Powell. El lector se enfrentará a dos miradas a la historia distantes en el tiempo pero, lamentablemente, similares en su fondo. También podrá ver una gran mesa circular de conferencias, como si todo estuviera aún por hablar. La exposición podrá verse durante todo este año en la librería de la Whitechapel.