Image: Daniel Canogar: Travesías es un reflexión sobre qué significa ser europeo o no

Image: Daniel Canogar: "Travesías es un reflexión sobre qué significa ser europeo o no"

Arte

Daniel Canogar: "Travesías es un reflexión sobre qué significa ser europeo o no"

El artista madrileño presenta en Bruselas sus vídeo-instalación Travesías, con la que reflexiona sobre la identidad europea

30 diciembre, 2009 01:00

Imagen de la video-instalación Travesías

Bea Espejo
La carrera de Daniel Canogar (Madrid, 1964) sigue imparable. Con varias exposiciones vigentes estos días en Lérida, Huarte y Génova y mientras ultima su participación en ferias y exposiciones para los próximos meses, presenta este sábado su nuevo proyecto en Bruselas, un encargo que conmemora y coincide con la cita de la presidencia española de la Unión Europea en la capital belga. El nombre lo ha escogido tras observar el tránsito de usuarios y visitantes por el edificio Justus Lipsius del Consejo de Europa. Y eso mismo puede verse en la video-instalación que ha colgado del atrio titulada Travesías: una multitud de personas que funcionan como un espejo del constante flujo de trabajadores, políticos, técnicos y visitantes que atraviesan a diario ese espacio.

PREGUNTA.- ¿En qué consta el proyecto?
RESPUESTA.- Travesías surge como respuesta a las profundas transformaciones territoriales, económicas y sociales que ha sufrido la Unión Europea en los últimos años. Este permanente estado de transición me inspiró a crear un audaz camino aéreo que sugiera vértigo, riesgo y también deleite. Consta en una pantalla escultórica de LEDs, de 33 metros de largo pro 1,65 de ancho que traza en el aire una forma ondulante, una especie de alfombra, pasaje o pasillo flotante que traza un camino en forma de bucle. La pantalla, además, queda reflejada en las fachadas y el techo de cristal del atrio, generando curiosos efectos visuales. El proyecto surge a partir de estar ahí este el espacio y ver cómo se transita. Para entrar en él hay unas puertas muy delimitadas que hacen de vector. Me llamaba la atención eso, el tráfico de público, esa especie de hormiguero.

P.- ¿Cuál es su lectura en relación con el proyecto europeo?
R.- La pieza es una especie de respuesta a esa actividad que para mí es un movimiento que activa el proyecto europeo; esta idea casi a nivel filosófico, los que ponen en marcha el proyecto europeo. Lo que propongo es una versión un poco loca de ese transitar, queriendo recordar a los usuarios y visitantes del edificio los obstáculos, incertidumbres y esfuerzo requerido para avanzar en momentos de transición y la satisfacción de descubrir nuevos caminos. Transitar es una reflexión sobre qué significa ser europeo o no.

P.- ¿Qué conclusiones saca?
R.- Mi visión particular es cierta transición que he sentido en mi identidad como español que cada vez más se siente más europeo, que viaja más por Europa, hace más proyectos y la sensación de que no me siento plenamente incorporado como artista al mundo del arte europeo. Es algo que de alguna forma me ha agotado. Me ha cansado la necesidad de pertenecer que hace años, como tenía antes, que yo sentía que lo más importante, más desarrollado que lo que podía haber aquí. Este complejo siento que se me ha quedado. Yo soy Europa y estoy en Madrid.

P.- ¿Qué relación cree que tenemos con Europa?
R.- Si no te vas de España haya menos opciones para ti. Pero los artistas en general, en el sector profesionales relacionados con industrias culturales, tenemos grandes complejos y creo que es importante reivindicarnos como una plataforma que estamos hablando de España o Madrid, mi ciudad más inmediata, como un lugar interesante y potente para desarrollar proyectos. Hay que creer en nosotros mismos, creo que es un problema enorme de inseguridades que se refleja en nuestra actitud de cómo nos ven desde fuera.

P.- ¿Qué opinión tiene de centros y museos españoles?
R.- Como artista tengo que decir que me siento muy respaldado por las instituciones, pero siento la necesidad de quitarnos los complejos de un sector artístico plenamente capacitado. Uno aprende a partir de proyectos, de retos. Así me he ido haciendo. La experiencia es lo que te va poniendo el reto más alto. Es importante hacer autocrítica desde dentro del sector.

P.- ¿Qué cambio habría que hacer en el contexto artístico español de manera inmediata?
R.- Hay algo muy tonto que no se hace en España pero que me llama tremendamente la atención y que son las visitas al estudio. El que te visite un comisario, un coleccionista, un galerista... Es un engranaje muy importante para poder explicar tu obra con tu mundo exterior. No hay cultura de estudio. Y no sé si es por falta de costumbre o apuro.