Image: Txomin Badiola, Jon Mikel Euba y Sergio Prego

Image: Txomin Badiola, Jon Mikel Euba y Sergio Prego

Arte

Txomin Badiola, Jon Mikel Euba y Sergio Prego: espíritu Proforma

Los tres artistas presentan el proyecto pionero Primer Proforma 2010 en el MUSAC

29 enero, 2010 01:00

De izquierda a derecha, Txomin Badiola, Jon Mikel Euba y Sergio Prego durante el montaje en el MUSAC. Foto: J.M. Gutiérrez / Cardinalia

No ha cumplido cinco años y el MUSAC sigue reinventándose a sí mismo. De la mano de Txomin Badiola (Bilbao, 1957), Jon Mikel Euba (Bilbao, 1967) y Sergio Prego (San Sebastián, 1969) todo el museo de León parece haberse contagiado de este “espíritu Proforma”, un proyecto pionero que mañana presentan junto a Agustín Pérez Rubio, el nuevo director del centro que ha ejercido de comisario: “Por una vez se subvierte el papel de la institución y se pone al servicio de los artistas”, explica. Ellos, en cambio, le quitan importancia: “El Proforma surge de la necesidad de comprender que la actividad del arte es un trabajo basado en la experiencia y no en el sistema -explica Badiola-. El arte sin el sistema no funciona, pero el sistema por sí mismo, destruye al arte. No es un proyecto que se hace desde el sistema del arte para el arte sino que se hace desde la realidad del artista trabajando, que es una de las realidades menos conocidas y, en ese sentido, diferente”, concluye.

Pero, ¿qué es en realidad el Proforma? Lo que vemos en las salas del museo no es una exposición acabada sino el arranque de un original work in progress. El título completo es Primer Proforma 2010. 30 ejercicios, 40 días, 8 horas al día, y eso es exactamente. El punto de partida son las exposiciones, las tres con piezas realizadas ex profeso para este proyecto, pero las obras y los ejercicios están planteados como un todo relacionado. A modo de taller, los tres artistas realizarán estos ejercicios con 15 voluntarios que han sido seleccionados de entre 75 solicitudes, la mayoría de estudiantes de las facultades de Bellas Artes de los alrededores de León. Y con ellos pasarán cuarenta días intensivos de trabajo desde y para el arte, del 8 de febrero al 20 de marzo. El Proforma irá creciendo y modificándose y las exposiciones que hoy vemos, con piezas ya de por sí muy potentes, podrán ir modificándose. “Me encantaría que los tubos de Sergio sobrevolasen otras salas, o que una de las cajas móviles de Jon Mikel acabe junto a alguno de mis relieves de madera. Pero esto es algo que no hay que forzar, simplemente puede pasar”, comenta Badiola.

"El arte sin el sistema no funciona, pero el sistema destruye al arte. Por eso éste es un proyecto hecho desde la realidad del artista", afirma Badiola

Les habían invitado a participar individualmente pero “no era una buena idea” dice Euba. “Iba a parecer el juego de ‘encuentra las diferencias' cuando lo interesante era poder comunicar lo común. Meditamos mucho qué hacer antes de darle el sí definitivo a Agustín, queríamos crear un contexto que diera cabida a nuestros intereses. A partir de ahí, el museo asume también el compromiso. Lo primero era crear un marco teórico y durante un año estuvimos enviándonos un texto que íbamos completando con lo que queríamos y no queríamos hacer. En febrero de 2009 tuvimos la primera reunión firme con el director (entonces subdirector) y desde entonces nuestro contacto ha sido semanal”, explica. Pero, en realidad, lo curioso del Proforma es que pone de manifiesto una situación que ya se daba entre los tres artistas que, desde hace años -Euba y Prego fueron alumnos de Badiola y ángel Bados en los ya míticos talleres de Arteleku, allá por 1995-, comparten algo más que un trabajo conceptual.

Son ambiciosos y, a pesar de haber afrontado desde el principio la posibilidad del fracaso absoluto, como explica Badiola, también piensan en el futuro del Proforma. “Nos importaba mucho que no se convirtiera en algo anecdótico ni excluyente, de ahí que decidiéramos que en el título se tenía que ver que era el primero, que en cualquier momento puede ocurrir otro con otras personas, que no tenemos por qué ser nosotros de nuevo”, explica Badiola. Y aquí Pérez Rubio pasa también el testigo a otras instituciones: “Se podría celebrar en el MACBA o en el Reina Sofía...”.

Reality o ejercicio espiritual

Todo el Proforma alude al compromiso: el del museo con los artistas, el de los artistas con los 15 voluntarios y con otros tantos invitados que pasarán por León durante esta cuarentena para enriquecer los ejercicios, el de los alumnos con sus maestros, etc. Serán cuarenta días de trabajo duro que, así planteado, puede parecer el anuncio de un reality... ¿Tiene algo de gran hermano? “Está más cercano a los ejercicios espirituales; en realidad es un punto intermedio entre ambos”, dice Badiola con sorna. Desde luego, nada más lejos de sus intenciones. “Nuestro deseo -explica Euba- es que todo el trabajo con los voluntarios sea privado, alejándonos aún más de la idea del espectáculo. No queremos estar monitorizados. De ahí que surgiera el blog. Todo lo que se realice y se produzca durante los ejercicios se comunicará diariamente por los propios voluntarios y el museo.

"Nuestra intención es que todo el trabajo con los 15 voluntarios sea privado, alejándonos aún más de la idea de espectáculo", asegura Jon Mikel Euba

Pero no sólo han querido evitar la idea tradicional de exposición sino también la de taller. “De ahí la de utilizar una palabra que nos llevase inmediatamente a un nuevo modelo, a una nueva propuesta en sí misma”, dice Euba

Ni exposición, ni taller, entonces ¿qué? “Aquí la experiencia está vinculada directamente a las exposiciones y los ejercicios están irremediablemente unidos a las exposiciones. Es imposible taller sin exposición ni viceversa”, añade Badiola. Y la clave la da Prego: “Parece que los artistas estamos respondiendo a unos formatos que tienen que ver con las necesidades de las instituciones y hay una faceta del trabajo del artista que siempre queda oculta”. Y por ahí sigue Badiola: “El gran problema que tenemos los artistas es que cuando exponemos lo único que recibimos al final es un juicio, si está mal o si está bien, si interesa o no, pero hasta que llega ese momento hay un proceso que no tiene por que detenerse en la inauguración”. Una actitud similar que cuándo están en el estudio, dicen. En este sentido es algo difícil de contar: “No hay una vía de comunicación directa entre el público y el arte, siempre está mediado por la institución”, explica Prego. Y esto nos lleva directamente a otro de los problemas: la relación con el público.

La relación con el público

¿No es un proyecto demasiado exigente para el visitante que no participe directamente en el Proforma? Para Euba, todo lo contrario: “Integrarse del modo que sea en un proceso así es un lujo. Cuando vemos una obra acabada nos estamos perdiendo el proceso y aquí no ocurre así. Pretendemos enriquecer la experiencia del espectador: mañana no se va a ver lo mismo que a mediados de febrero o que al final de los ejercicios en marzo”. Pero la relación con el público es paradójica, son conscientes de que si exponen lo que están haciendo y lo presentan tal cual, el público reacciona peor que si se lo ofrecen en un marco limitado por unas convenciones, que es donde se siente cómodo y donde tiene los códigos para comprender. “Nos planteamos asumir la complejidad de lo que hacemos y presentar las cosas tal como son. No puede ser de otra manera. La idea de que al público hay que tratarlo como a un estúpido para que se sienta cómodo me parece una aberración”, concluye Prego. “Es cierto que a la gente le gusta estar sometida, se encuentra mejor cuando sabe que hay una superestructura a la cual no puede acceder pero la respeta. Cuando pretendes romper con esto y colocarlo a tu nivel, entonces surge la pregunta: ¿no es demasiado?”, dice Badiola. “De hecho la gente disfruta yendo al estudio de un artista aunque no lo conozca, asume el rol y le gusta. El problema es cuando la institución está en medio”, confirma Prego.

"La idea de que al público hay que tratarlo como a un estúpido para que esté cómodo es aberrante", dice Prego

Parece que el proyecto del MUSAC pretende, además llenar el hueco que queda entre la universidad y la profesionalización del artista. Pretende ser un espacio, un contexto en el que los artistas puedan desarrollarse, investigar, no dejar la universidad y aterrizar en la galería (en el mejor de los casos). “Desde el principio quisimos plantear otro tipo de universidad”, confirma Euba. “Pero en un sentido originario de universidad, entendida como un encuentro gremial de maestros y alumnos. Hoy no existe un espacio donde uno pueda considerarse artista, en la universidad eres sólo un estudiante. ésta es necesaria porque te da un bagaje, pero llega un momento en el que hace falta un paso más: entrar en contacto con la creación”, asegura Badiola.

De momento habrá que viajar varias veces a León si se quiere seguir en vivo esta transformación. Que Proforma se convierta en todo esto, sólo el tiempo lo dirá.

Desde el módulo Proforma

Los tubos de plástico hinchable de color blanco de Sergio Prego nos dan la bienvenida al Primer Proforma. El visitante recorre estas estructuras por dentro y por fuera, puede tocarlas y puede gritar para comprobar el impacto de su voz dentro del tubo. Desde ahí, sin más preámbulos, se accede al resto de la exposición por el Módulo Proforma (otra pieza neumática de Prego, que ha diseñado también el Estudio Proforma, donde los tres trabajarán con sus alumnos), una especie de cerebro, de base de operaciones donde cada día se van a reflejar los avances en los ejercicios realizados con los 15 voluntarios. Luego, con el espacio más diáfano que nunca, sin tabiques ni falsas paredes, se suceden tres espacios, abiertos, comunicados, con las piezas de Txomin Badiola en la primera sala, Jon Mikel Euba en la segunda y Prego que, de este modo, abre y cierra el círculo. Como en un juego de enredos las exposiciones irán variando dependiendo de la ficha que toque mover en cada ejercicio. La performance será la clave de muchos de ellos (con perros y caballo incluido en dos de los propuestos por Euba), en otros el cambio será más conceptual que físico (Badiola) y otros días habrá que caminar por los tubos plásticos o generar nuevas geometrías con neones (Prego).