Galeristas, incansables corredores de fondo
Las galerías se rearman para afrontar la nueva temporada
16 septiembre, 2011 02:00De izda. a dcha. Heinrich Ehrhardt, José Robles, Gregor Podnar, Janelle Reiring, Claes Nordenhake, Elba Benítez, Pierre Huber, Guillermo de Osma, Víctor Gisler, Casey Kaplan, Silvia Dauder y Guillermo Romero Parra.
Buscan dar visibilidad a su trabajo y huir de la soledad del maratoniano. Ellos nos lo cuentan.
Recibimos septiembre y la nueva temporada artística con malos augurios económicos sobre la mesa. Este 2011 los recortes en los presupuestos de museos y centros de arte han sido de hasta un 40% y para 2012 se prevé otro tanto, si no más. Lo que es lo mismo, trabajar bajo mínimos. Cualquier signo de recuperación aplicado a cultura será a largo plazo. Hay que ir pensando en 2014... Son los últimos datos que recoge el Observatorio de la cultura que, cada semestre, elabora la Fundación Contemporánea de La Fábrica con la opinión del sector cultural español. Con este panorama es lógico que el ánimo sea desalentador y el trabajo difícil. Más aún para las galerías, donde los ingresos nunca están garantizados y para las que también se ha metido la tijera en las pocas subvenciones públicas a las que pueden optar. Todas saben que cualquier avance pasa por una buena capacidad de resistencia, adaptación y esfuerzo, como en una carrera de fondo. También por tener paciencia, provocar empatía y generar entusiasmo.
Dos intentos de ello tienen lugar estos días en nuestro país. El primero comenzó ayer con la Apertura de cerca de 50 exposiciones simultáneas de las galerías madrileñas acompañadas de actividades en el Reina Sofía y Matadero y visitas a colecciones privadas. Tres días de apretada agenda artística, fiestas, lunchs, copas y vida social con las que entrar en contacto con la escena artística de la ciudad. El segundo tomará el relevo el lunes 19 en Barcelona con Talking Galleries, el primer meeting internacional de galerías que reúne, también en tres jornadas, a importantes galeristas para debatir sobre el futuro de la profesión y el nuevo rol que tienen en el actual mercado global. Organizado por La Fábrica y celebrado en el MACBA, el congreso se extenderá, también, a visitas a exposiciones y galerías en un intento por generar contactos y promoción. Con aires festivos una, y reflexivos otra, ambas citas son dos maneras de reivindicar y hacer visible el trabajo de la galería, un papel no siempre conocido ni reconocido.
Apretar sin ahogar.
"Al galerista cada vez se le exige más", sentencia Guillermo de Osma, director de la asociación de galerías ArteMadrid, entidad organizadora de Apertura. "Ya hace mucho tiempo que es la galería la que se encarga de las producciones de los artistas pero, con la crisis, cada vez el peso que debe soportar es mayor. El galerista siempre es el que más arriesga, el que tiene como responsabilidad acertar en un negocio que no es tan rentable como puede parecer. El de la galería es un negocio pequeño y claro, y un trabajo muy generoso que no siempre se reconoce. Todavía hoy, el papel del galerista en el mundo del arte es un territorio sin estudiar. Ni siquiera hay una historia del galerismo en España. Es una labor desconocida hasta para el estamento académico".
El esfuerzo económico que han hecho este año las galerías de ArteMadrid para celebrar la segunda edición de Apertura (unos 120 euros mensuales, el doble de lo habitual) tiene la voluntad de dar un salto hacia adelante y crecer. Es, dicen de manera también unánime los galeristas, un intento de cosmopolizar e internacionalizar la escena artística española. La misión es titánica, pero toda iniciativa ayuda. "Hay que fomentar una escena nacional auténtica para que luego podamos proyectarla hacia el extranjero", explica Heinrich Ehrhardt. "Eso no sólo funciona a través de bienales y ferias de arte, sino que tiene que haber un movimiento real, vivo y sólido en el país de origen. Por eso se intenta atraer al público extranjero a estas jornadas de Apertura". La campaña de difusión ha alcanzado las revistas de arte internacionales más importantes y se ha hecho especial hincapié en una mayor presencia de coleccionistas. Aparte, ArteMadrid ha invitado este año a tres asesores de colecciones internacionales, todos extranjeros.
Además de conseguir visibilidad, transmitir la unidad que hay en el sector y el entusiasmo por el arte contemporáneo, eventos como el de Apertura buscan, también, fomentar la idea de "escena artística" junto a instituciones y fundaciones. Para ello, las galerías cada vez más trabajan de manera conjunta. En Madrid todo empezó con PHotoEspaña, las aperturas coordinadas por distritos y proyectos como Jugada a 3 bandas. En Barcelona, con inauguraciones como las de la Associació Art Barcelona o ensayos como Tardor de l'Art. Ejemplos de que son las galerías las que se están esforzando por vender, también, una "imagen" de marketing a largo plazo. También para el galerista José Robles la carrera en grupo es vital: "La escena y, lo más importante, el producto, es decir, la producción de arte contemporáneo de calidad, ya existen. Hay una generación de artistas formados, con los ojos puestos fuera y con un trabajo de calidad que van a necesitar el apoyo de todos para conseguir entrar en el mercado internacional o se buscarán quienes les apoye en el exterior, como ha sucedido durante muchos años. No basta con tener stands en ferias de mayor o menor prestigio. Es necesario que nos relacionemos con comisarios, instituciones y galeristas internacionales y que incluyan a los artistas españoles en sus proyectos. Y esto no puede ser una tarea individual, sino porque necesita la unión de esfuerzos, el intercambio de información y cooperación a todos los niveles".
Madrid Gallery Weekend. Pero, ¿por qué esa necesidad de buscar alianzas justo ahora? La galerista Elba Benítez lo explica: "Ahora también nuestro sector formado por pequeñas y medianas empresas, está tratando de sobrevivir en un contexto de recesión económica. Cada galería en particular está intentando desarrollar las estrategias para salir adelante como empresa. Pero, colectivamente, queremos transmitir el amor por la actividad que desarrollamos. Dar a entender que formamos parte de un colectivo que genera cultura contemporánea, que hacemos posible que los artistas puedan vivir de su trabajo, que, en el sector privado, coleccionistas y galerías desarrollan también una labor de mecenazgo, pues hace posible que la producción artística se desarrolle, que existan obras de arte". Jorge Pardo, uno de sus artistas, participa de Apertura con la visita a su Habitación de invitados, en Gran Vía 62, donde se podrá experimentar cómo se vive en una obra de arte.
Otras ciudades como Berlín, Viena, Bruselas o Nueva York, entre otras, ya han hecho del formato gallery weekend un reclamo artístico (y turístico). A la cabeza está Claes Nordenhake. En 2000 abrió su galería en Berlín, "la mejor y más cosmopolita ciudad -dice- para tener una galería". En 2007 abrió también en Estocolmo, "donde se invierte mucho más en arte". La idea del gallery weekend se le ocurrió en 2005 y ya es un referente para el resto de mundo: "El Berlin Gallery Weekend es un esfuerzo cooperativo para que el coleccionista disfrute del arte en las galerías y no sólo en las aburridas ferias de arte. Fue un éxito instantáneo. Hoy el BGW es uno de los eventos internacionales que no te puedes perder, como la Bienal de Venecia o ArtBasel", explica.
Con los recortes de los presupuestos en los museos públicos, también en la capital alemana, Nordenhake ve que la galería será, cada vez más, un espacio prioritario para el arte. "Los museos van sobre seguro con el trabajo de los artistas. Es la galería, cada vez más, el lugar que ofrece las producciones más nuevas y arriesgadas de los artistas", añade. Esta será una de sus tesis sobre el nuevo rol del galerista en Talking Galleries. Lo debatirá con Casey Kaplan, dueño de un espacio en el barrio de Chelsea de Nueva York que nació en 1995 con 150 m2 y que hoy tienen 1.500, con quien compartirá mesa en el MACBA. También él es otro de los pioneros de eso de "la semana de las galerías". Sólo hace dos años que fundó la New York Gallery Weekend demostrando que las galerías pueden ser también agentes de educación y promoción sin ánimo de lucro: "Hicimos aperturas coordinadas, ampliamos el horario habitual, programamos conferencias de importantes artistas, comisarios y críticos. Todo gratis. Buscábamos romper con la idea de que la galería es sólo un lugar comercial. Fue un éxito de público", explica. Y adelanta sorpresas: "El NYGW de 2012 se transformará en algo completamente distinto, especialmente con la llegada de la feria Frieze a la ciudad en mayo".
Feria de marca.
No sólo en Nueva York la etiqueta "Frieze" levanta expectación. En Londres se ha convertido, cada octubre, en un fenómeno social y mediático sobre el que gravitan las galerías. Es otro formato de maratón artístico, al que nadie se plantea faltar, y un ejemplo de cómo una ciudad en la que no había una escena de arte contemporáneo antes de los 90, se ha convertido hoy en una de las grandes capitales del arte. Y, además, ha sabido exportarlo: a sus dos nuevas ferias, la citada en Nueva York y otra en Londres, Frieze Masters, la revista Frieze ha empezado a editarse este verano también en alemán.
Precisamente, la proyección de las ferias de arte será uno de los debates clave deTalking Galleries. A él acude Victor Gisler, director de la galería Mai 36, de Zurich, una de las clásicas en ARCO. "Mirando el mapa global del mercado del arte -dice- cada vez veremos más ferias en Estados Unidos, Suramérica y Asia. España está solicitando su lugar y reconocimiento a nivel global, pero hace falta una relación internacional más constante y mejor situación económica para que sea vista y apreciada". Lo discutirá el martes con Noah Horowith, experto analista en mercado en Norteamérica y director de la primera feria online de arte internacional, Vip Art Fair. Liderada por galerías como Gagosian, White Cube y Max Hetzler, a la experiencia se unieron, el pasado mes de enero, españolas como Juana de Aizpuru y Elba Benítez. Hubo colapso informático y fallo en la conexión online pero, el experimento parece ser que facilitó contactos.
Con la cada vez mayor expansión de medios asociados al mercado del arte, el rol del galerista debe también girar acorde a esos cambios. Silvia Dauder, directora de la galería ProjecteSD, en Barcelona, da algunas claves: "Uno de los puntos fundamentales son los canales de distribución. Vivimos tiempos de gran dispersión, de flujos de información constantes, no siempre deseados, de mucha reiteración y poca eficacia. Uno de los puntos más difíciles es dar a conocer nuestro trabajo a quien verdaderamente lo pueda entender. En este sentido hablo de distribución, de una distribución inteligente. Hay un exceso de relación pública y de aspecto festivo. Y está bien, con cierta medida, pero el día a día de la galería, que es donde y cuando se hace el verdadero trabajo, se hace muy duro y parece que va perdiendo interés. Yo reivindico este día a día porque es la forma en la que más me gusta trabajar. Este trabajo que no se ve, el de dentro, es el realmente eficaz".
En Talking Galleries, Silvia Dauder hablará sobre la internacionalización de una galería con los galeristas Janelle Reiring, directora de la neoyorkina Metro Pictures y Gregor Podnar, que tiene galerías en Ljubljana y Berlín. "El modelo del actual sistema galerístico, -explica Podnar- tal vez no es el ideal, pero debemos mantenerlo hasta encontrar un sustituto mejor. La galería debe ser la mejor plataforma para la producción y promoción de la obra de un artista, aunque su futuro pasa por no ser un espacio meramente comercial. El rol de la galería debería ser más el de un agente que el de una mera máquina de marketing situada en el mainstream".
Janelle Reiring, que empezó en esto del galerismo en la prestigiosa galería Leo Castelli de Nueva York, aporta más ideas: "Tal vez habría que quitarle importancia psicológica a la ubicación física de la galería y encontrar diferentes espacios para proyectos especiales de los artistas. Aunque es imposible reemplazar por completo el modelo tradicional de una galería. Todos quieren tener su muestra individual, estar presente en ferias y participar de exposiciones internacionales. Las nuevas galerías están haciendo una promoción mucho más agresiva de sus artistas a través de los medios digitales. Hoy el artista trabaja con un equipo propio que hace el trabajo que, en muchos casos, suele hacer la galería, por lo que su dependencia con el sistema galerístico no es tan grande ni leal. El galerista tendrá que ser mucho más permeable y flexible ante esta actitud".
La mesa que compartan estos tres galeristas estará moderada por Guillermo Romero Parra, uno nombres de nueva generación que añade aún más celebración a la jornada de Apertura madrileña. El nuevo espacio de su galería, Parra & Romero, en la que trabaja desde 2004, se inaugura en el barrio de Salamanca, en Claudio Coello, 14. Reivindica que producimos pocos artistas debido al eterno problema educativo y que poco se puede hacer si en España no se reduce el IVA cultural. Problemas de fondo que siguen aguardando llegar a meta. "Hay que concebir -dice- la galería sin nacionalidades ni fronteras. Una galería coherente planifica su programa basado en un diálogo común, sin importar si el artista es americano, suizo o de Galicia". Opinión que comparte Pierre Huber, galerista desde que en los 70 abriera su primer espacio en el restaurante-galería L'Escapade, en Colombia. Hoy dirige en Ginebra Art & Public, una galería centrada en el descubrimiento de jóvenes artistas. Por su experiencia como director de la feria de Shanghai en 2007 sabe cómo, dónde y a quién venderlo: "El coleccionista empieza a divertirse donde puede descubrir nuevas oportunidades, no cuando va al McDonald's de las ferias globalizadas".